𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐨𝐜𝐡𝐨

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La debilidad del soldado más fuerte.

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Sentía el fresco viento azotar mi rostro, haciendo sentir que mis párpados se sintieran algo pesados. La brisa del atardecer nos arropaba, mientras que mis manos rodeaban su cintura para no caerme del caballo en el que montábamos. Mi cabeza estaba puesta en su espalda, y él tenía una de sus manos sosteniendo las mías, justo como aquel día donde las rozó por primera vez. Veía los cálidos tonos naranjas del atardecer, y es que después de un arduo día, nada me reconfortaba más esos colores, o quizás, era la idea de estar aferrada a Levi, y acompañarlo a buscar a su objetivo. Mi cabeza estaba sintiéndose suavizada ante estar recostada en su capa, aquella tela verde era cómoda. Mi cabello estaba amarrado, dejando una corta coleta, ya me acostumbraría, pero aún no. La coleta se removía con el viento, incluso mi cuerpo ante el movimiento del caballo. Me sentía cansada, y es que el día aún no acababa. Podía ver el camino desastroso que había dejado aquel titán, estaba hueco y hondo. El caballo empezó a disminuir su velocidad, y podía distinguir a la distancia la capilla en donde habían teñido secuestrados a Eren e Historia. Estaba en ruinas, se había hecho añicos.

-Está ahí.-le dije a Levi, quien detuvo el caballo, él miró hacia donde mi dedo índice le indicaba, mostrándole a ese hombre recostado en aquel tronco del árbol.-No está muerto, Levi.-le indique en un tono bajo cuando visualice cómo Kenny Ackerman, la razón por la cual habíamos salido nuevamente, se removía ante presenciarnos.

-Lo sé.-me respondió, bajándose del caballo y acariciando su lomo, para así, acercarse a mi.-Ven.-me dijo, alzando sus manos para plasmarlas en mis caderas y elevarme, ayudándome a bajarme, haciendo que mi cuerpo chocara por un instante con el suyo, y que nuestras respiraciones chocaran.-Vamos.-me pidió, estrechando su mano y algo aturdida ante esa acción, decidí darle mi mano para sentir como entrelazaba nuestros dedos, y no pude describir la sensación que sentí cuando hizo eso.

-Capitán, toda su gente ha muerto.-frente a nosotros se colocó otro soldado, quien parecía rondar por el área, este camino con nosotros hacia aquel casi moribundo hombre.

-Kenny.-Levi le llamó, mirándole, y es que yo aún entrelazada de manos con él, observé a ese hombre totalmente convertido en una momia; estaba pálido, sangraba por la boca e incluso su costado, también, pareció haberse quemado la mitad del rostro.

-Vaya, vaya. Si eres tú.-hablo él, de manera forzada, Kenny Ackerman no tenía fuerzas ni siquiera para poder hablar.-Y eres tú.-él me miró, reconociéndome, mientras que me mantuve en silencio aún lado de Levi.

-Todos tus compañeros han acabado cayendo ante nosotros.-le indicó Levi, con una actitud fría e cortante.-Ahora ya solo quedas tú.-le comento, viendo como Kenny no parecía afligirse ante eso.

-Eso parece.-le respondió, reaccionando de una forma serena y neutral.

-Ve a informar.-Levi miró al soldado atrás de nosotros, quien asintió.-Me quedaré con ella.-añadió, mientras que vi como aquel soldado no tarde en acatarse a la orden e irse.-Quemaduras graves y hemorragias severas. Prepárate, vas a morir.-le expresaba Levi nuevamente a Kenny, a quien veía aguantar la herida abierta de su costado.

-No lo haré. A lo mejor no.-dijo él, viendo como sacaba de su bolsillo un estuche.-Robe uno de estos de la bolsa de Rod.-pude ver aquella jeringuilla, con un tipo de líquido, y es que estaba claro que iba ser el mismo que Rod Reiss usaría contra Historia para que pudiese convertirse en titán y robarle el poder a Eren devorándole.-Si me inyectó, me convertiré en un titán, uno estúpido, pero al menos seguiré vivo.-decía, mientras que yo me quede entrelazada de la mano de Levi, quedándome pegada a su lado.

𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 ── 𝐒𝐍𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora