- Cuánto más me seguirás observando, - se quejaba Mona ante Julius quien no paraba de girar alrededor de ella mientras parecía estudiarla. Era algo normal, ya que no acostumbraba a tener delante suya, a tal especial sujeto por lo que andaba emocionado.
- Cierto, cierto, llevas razón. Gracias por venir expresamente desde tan lejos. Como ya te informé en mi carta, me gustaría que encontraras el paradero de varias personas. -
- De acuerdo, no será un problema, tan solo necesito saber sus nombres o tener algo que les pertenezca. -
- Sobre eso... - Tras la explicación por parte del rey, esta suspiró de forma pesada.
- Es imposible, por muy diestra que sea en mi labor, sin saber a quien busco es imposible. - Llevaba razón, es cierto que podría encontrar la ubicación, pero para ello mínimo necesitaría alguna pista o algo relacionado con las personas en concreto. Ella como todos tenía sus límites.
- Siendo así, tendremos que esperar. -
Poco tiempo después comenzaron a llegar algunos invitados, que pasarían una semana en el lugar ya que aquella reunión estaba prevista como cumbre de relaciones entre reinos, lo que esperaban que a ojos de la gente se viera de esta forma, pero en realidad no era más que una excusa para ayudar a un viejo amigo, misma persona a la que daba la bienvenida momentos después.
El rey Dragón llegaba acompañado por su hijo, esposa y cierto joven desconocido quien más tarde se presentaría como Shoto, quien cuando llegó la hora, pidió cierto favor a su majestad y le fue concedido.
Echando la vista atrás, el joven convenció al sacerdote de que deberían llevar a cabo ese viaje, por dos motivos:
+primero, sería una oportunidad perfecta para que el príncipe heredero entablara buena relación con algunos reinos influyentes, cosa que a la larga podría beneficiar la situación del país cuando el mismo subiera al trono, y de esta forma facilitar la extensión de lugares que conquistar.
+ segundo y más importante, sería un lugar perfecto para deshacerse del rey, quien era el mayor estorbo.
No tenía planteado el echo de acabar con la vida de Katsuki, ya que era muy consciente de que eso supondría un problema aún mayor. Si desaparecía el príncipe y él subía al trono, su cuello peligraría y nadie lo impediría debido a que muchos soldados con el tiempo, al igual que su majestad, comenzaron a sospechar del sacerdote,quien había dado algún que otro paso en falso. No había sido suficiente para quitarlo de su puesto, pero si lo bastante para que perdieran su ciega devoción hacia él. Por lo tanto a causa de aquello debía ser cauteloso, pues algún indicio más, llevaría al total fracaso de su plan.
Reino del Dragón
Hacía días que la familia real había partido, por lo que en cierto modo el sacerdote tenía libertad de movimiento, pero era consciente de que no estaría solo en ningún momento. Tras años de montar el plan perfecto, de aguantar el ser pisoteado, por fin conseguiría su objetivo.
Había conseguido a cierta mujer de cabello blanco, la cual estaba embarazada, y engañándola hizo que dicho bebé siguiera a sus planes. Un día la madre de Izuku que por aquel entonces estaba embarazada, descubrió a aquella señora, pero antes de que pudiera contar nada, el sacerdote quien la descubrió, se aseguró de quitarla del camino.
Tras un tiempo esa mujer, fue tomando consciencia de la realidad de la situación, y cuando quiso liberarse de aquello, no pudo. El malvado hombre la tomó y encerró en algún lugar, obligando a Shoto a seguir con su plan. El mismo joven fue el impulsor del cambio de su madre, ya que siempre estuvo en deuda con el rey y su familia por darle un verdadero hogar. Era por ello que no quería traicionarlos, por lo que desesperado, imploró la ayuda de Katsuki, quien al ver las lágrimas de impotencia del mismo, puso una mano sobre su cabeza y le aseguró que el bastardo causante de todo aquello no saldría impune.
El mismo día que llegaban al reino del Trébol, una desgracia ocurriría, que traería buenas nuevas a la familia real, y malas al joven, el cual terminaría llorando la pérdida de su madre, pero estaría mucho más tranquilo ya que a partir de ese momento por fin podría ser libre.
Durante este suceso, alguien se percataría de una llave que abría cierta puerta oculta en la catedral, cuyos pasillos daban a una sala donde se podían hallar las suficientes pruebas para demostrar los planes de futuro de aquella persona, incluyendo cartas que lo implicaban en complot para asesinar a personas de confianza del rey, incluyendo en estas al mismo ( que para ello contrataría a un mercenario), y a cierta familia que trágicamente se perdió.
De esta forma intentaron detenerlo, pero para su desgracia este escapó, llegando a la habitación donde tenía cautiva a la mujer de cabello blanco. Viendo que su final estaba cerca, terminó con la vida de la misma atravesando el pecho de esta con un puñal, para ser asesinado por uno de los guardias que hundió su espada en las entrañas de este.
El sacerdote sonreía, aunque el pereciera, no se iría solo, el rey lo acompañaría desde otro lugar, o eso pensaba hasta que mirando más detenidamente la cara de la persona que lo apuñaló, se dio cuenta de que era la misma a la que había contratado para tal acto.
Así dejó el mundo de los vivos para pudrirse en el infierno, y en cuanto a la mujer, la tomaron y la llevaron hasta otro lugar para velarla. Tras esto se envió un correo urgente al rey, quien desgraciadamente, ya sabía de parte de lo ocurrido debido a que Mona estaba concediendo la petición de Shoto.
Su poder era como ya se había mencionado anteriormente, el de encontrar la localización de personas, pero también podía saber si estaban o no vivas, por lo que cuando comenzó a intentar encontrar el paradero de esa mujer, inmediatamente la expresión de esta cambió. Por muchas veces que hubiera llevado a cabo aquel ritual, cada vez que veía como una vida se iba ante sus ojos, la seguía afectado de manera triste. Tan solo negó con su cabeza, y se disculpó. El joven agachó la suya, y tras las palabras del rey, este comenzó a llorar abrazándolo.
Shoto, quien terminó yendo a descansar sin cenar, fue visitado por Katsuki, que al verlo llorando, le dijo estas palabras: " El llanto, tan solo es llanto, aunque te ayude a desahogarte, no pierdas de vista el futuro. " Esto hizo que secara sus lágrimas y esbozara una sonrisa, algo muy parecido decía su madre cuando este era pequeño. Agradeció aquello, y por fin pudo descansar. Al día siguiente comenzarían a llegar los demás invitados, cosa que haría que la vida de algunos se volviera patas arriba.
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Brillo destinado
Fanfiction¿Qué pasaría si el color de tus ojos decidiera tu destino? En distintas parte de los territorios se ponen en marcha varios jóvenes, los cuales cumplirán sus objetivos, ya sea para bien o mal de algunos, estos descubrirán la verdad que oculta su pasa...