Brillo destinado

Página 20.

A la mañana siguiente, Izuku despertaba, el cual por el estado de su cuerpo sabía que había descansado lo suficiente. Se encontraba algo somnoliento y aturdido pero mucho mejor. En cuanto miró a su alrededor se dio cuenta de que no estaba en su habitación, e inmediatamente un recuerdo algo borroso le vino a la mente. Lo último que recordaba fue estar sentado en el exterior y comenzar a sentirse mal, para terminar con el sentimiento de que alguien estaba cerca suya.

Antes de que pudiera hacerse alguna pregunta más, un suave gruñido llamó su atención y lo hizo voltear a ver. Un joven rubio y bastante guapo a su parecer, estaba a su lado, y encima, ¡abrazándolo!. Su cara se volvió roja como un tomate, ¿ qué estaba pasando?. No importaba mucho, lo único que sabía era que tenía que salir de allí a toda prisa, antes de que nadie más lo viera ya que podría traer problemas y era lo que menos quería. Así que despacio y de manera suave, apartó el brazo del chico de encima suya, y salió de allí como alma que lleva el diablo.

Por el camino iba sumido en su propio mundo mientras murmuraba para si mismo, cuando de repente, tropezó con Asta que lo hizo salir de ese trance. Ambos se quejaron debido al choque ya que no prestaban atención a sus propias narices.

- A-Asta-kun, lo siento no estaba prestando atención. -

- No te preocupes yo tampoco. - ambos apartaban la mirada a un lado para reír sonrojados y nerviosos.

- Vaya, vaya. Parece que ciertas personitas se divirtieron anoche. - Los dos se tensaron dirigiendo lentamente sus miradas hacia Kaeya, quien aparecía repentinamente sin que estos se percataran.

- Sobre eso... - Antes de que pudieran responder, fueron atrapados por Lisa quien estaba preocupada, y los sermoneó un poco para luego dejar que Izuku, quien desapareció sin dejar rastro de la habitación, se explicara. Gracias al cielo nada había ocurrido o eso pensaban, sumado a que Keching por suerte había salido a pedir que les sirvieran el desayuno.

Más tarde, Izuku decidió ir a tomar una ducha, pero en cierto momento debido a un sentimiento extraño en su nuca, volvió la vista al espejo, y descubrió la marca que le habían echo. En ese mismo instante, dio un grito que a todos alarmó, siendo Lisa la primera en llegar.

- Ara, eso no me lo esperaba. - Su tono era tranquilo, pero en el interior no lo estaba, puesto que no esperaba que algún alfa lo hubiera enlazado. Keching quien volvía justo en ese momento, se acercó y llegó hasta la espalda de Lisa. Al ver aquella mordida se llevó la mano a la cara y comenzó a maldecir los problemas que aquello acarrearía. Mientras tanto Zhonli, Venti y Ganyu quienes tomaban el té, comentaban lo hermoso que era el amor, haciendo que las dos anteriores pusieran cara de indiferencia mientras que un solo pensamiento pasaba por su cabeza: " Son unos totales inconscientes. "

- Y ahora que haré... - Decía desesperado, a lo que otro más se unió a la conversación. Kaeya quien parecía aburrido pensó que el molestarlo era buena idea por lo que...

- Solo ve, y haz lo siguiente. - Decía con una expresión sería lo que daba a entender que iba totalmente en serio. - Toma sus manos y poniendo una carita de cachorro dile "por favor onichan, se gentil". - Tanto Izuku como las dos chicas más cercanas, quedaron en shock. Se podía observar a estas con la boca abierta y los ojos en blanco. Inmediatamente después se podría ver como este volaba para terminar en la fuente.

Ganyu, quien no fue tan afectada por la descabellada broma sumada a los otros dos, dirigieron una mirada asesina a Kaeya, para posteriormente Zhonli levantar su pulgar a la par que Venti. Esto sería la señal para indicar a la joven de cabello azulado que lo lanzara lejos.

Volviendo al baño, Izuku tan solo se terminó de asear y los acompañó a desayunar. Mostraba la típica expresión de que el mundo se ha acabado.

Entre tanto Bennet, aparecía acompañado por un lobo. Todos lo observaban, él tan solo se avergonzó un poco.

- Es solo que Razor estaba preocupado, así que hizo que el pequeño me acompañara. - Rascaba su nuca en señal de nerviosismo. Kaeya quien había vuelto antes que el mismo, comenzaba a burlarse del pequeño, cosa por lo que Lisa golpeó disimuladamente al mismo, llegando a dejarlo inconsciente mientras daba la bienvenida al rubio.

Posteriormente comenzarían los planes para ese día, haciendo que la mayoría se dedicaran a trabajar, mientras que Asta saldría a pasear llegando a esconderse de Yuno durante la mayor parte del tiempo, o al menos intentándolo. Bennet volvería a ver a Razor, con quien estaría hablando durante un buen rato, en el cual los hermosos animales tomarían un cariño especial por el mismo, haciendo que el joven de ojos rojos se sintiera un poco celoso, por lo que lo abrazaría desde atrás y no lo soltaría en mucho tiempo. Por último Naruto por fin despertaría, tomaría algo liviano para desayunar y entablaría una conversación con Izuku.

- Sobre ayer... - comenzó a relatar el rubio, - fue todo un desastre. - agachó la cabeza a la vez que abrazaba sus rodillas llevándolas a su pecho. - Pensé que sería más fácil, pero debido a mi impaciencia... casi... - antes de que pudiera continuar, sus lágrimas empezaron a brotar y su garganta no dejaba que ningún sonido saliera. Izuku, a quien le partía el corazón verlo en ese estado, lo acercó hacia si mismo para poder abrazarlo.

- Tranquilo, todo saldrá bien. - Decía mientras sus propias lágrimas salían ya que recordó aquella marca. Ambos jóvenes aun tenían un largo camino por recorrer. Tanto uno como otro decidió entonces no salir ese día de la habitación, pues no se encontraban con ánimos.

Más tarde, un explosivo príncipe, hablaba con su padre sobre lo que ocurrió la noche anterior. El rey Dragón se molestó un poco con su hijo por haber marcado a ese chico sin siquiera estar consciente. Sabía perfectamente lo impulsivo que los alfas de su familia podían ser, por lo que no iba a culpar a Katsuki de haber cedido un poco ante sus impulsos. Por un lado estaba preocupado debido a que no se sabía el paradero de esa persona, pero por otra parte tenía el presentimiento de que ese chico tenía algo que ver en su pasado. Era un tanto extraño, la familia que le vino a la mente, se suponía había fallecido al completo, o al menos es lo que se le había informado por los guardias en aquel entonces.

Algunos minutos después, el mismo, decidió preguntar a su majestad el Rey Julius, quien muy amablemente pidió a Marx que buscara al joven. Por fortuna recordaba lo ocurrido dos días antes, y por ello, cuando cierto joven de cabello cenizo apareció haciendo alboroto, lo reconoció de inmediato, indicando a Katsuki que ese muchacho al que el buscaba era parte del grupo de aquel ruidoso chico.