Magicis- Harry Potter

Capítulo 16

-Ahora- dijo el profesor Lupin llamando a atención de todos nosotros. Este se acercó a un viejo armario que tembló de repente, golpeando la pared.

Todos nos asustamos al ver cómo ese simple ropero se movió como si tuviera vida propia.

-No hay por qué preocuparse.- Dijo con tranquilidad al ver nuestros rostros.- Hay un Boggart ahí dentro. ¿Alguien sabe que es un Boggart?.

-Es un ser que cambia de forma.- contestó Hermione.- Puede tomar la forma de aquello que más miedo nos da.

-Yo no podría haberlo explicado mejor señorita Granger. Para vencer al Boggart es necesario un simple hechizo, repitan después de mí, ¡Riddikulo!

-Riddikulo.- Gritamos al unísono.

- Excelente, pero esto no tendría sentido si ustedes no probaran enfrentarse al Boggart. Y aquí es donde entras tu Neville, adelante.

Neville Longbottom dió un paso al frente. Aquí es donde yo me puse a pensar preocupada, ¿Cual es mí peor miedo? ¿Que veré cuando se abra ese armario?.
El armario se abrió enfrente de Neville y de el salió el profesor Snape, lógico. El mayor miedo de Neville era Snape, el chico gritó Riddikulo y Snape apareció con un ridículo sombrero y vestido de color verde, todos estallamos en risa.

-¡Excelente Neville! Ron adelante!.- Ron pasó y se encontró con una araña gigante, a quien con temor pudo vencer.

Y así siguieron pasando, Parvati, Hermione, Hailey, Blaise, Blair.. ahora ya me tocaba a mí, solo que antes estaba Harry.
El pelinegro pasó y se tuvo que enfrentar a lo peor, Voldemort, claramente sus piernas flaquearon y no tuvo control de su cuero. Aquí es donde el profesor Lupin tuvo que intervenir, enfrentando al Boggart y dando por terminada la clase después de semejante momento en el que nadie decía nada.

- Ana, con Blair iremos a ver el entrenamiento de Quidditch de Gryffindor. ¿Vienes?.- Me pregunto Hailey.

- Prefiero ir a la sala común, estoy un poco cansada, las veo luego.- Ambas asintieron y se fueron hacia el patio.

Iba caminando en los pasillos de Hogwarts casi vacíos, era algo muy relajante. Pero mí paz fue interrumpida cuando escuché unas voces discutiendo, me sorprendió mucho cuando me di cuenta que las voces eran de mí padrino y ¿mí padre?.
Me escondí detrás de una columna para escuchar y tener una mejor vista. Mí padre y Lucius discutían muy acaloradamente mientras mí madre y Dumbledore intentaban calmar la situación.

-¡Estoy cansado Morgan! Cansado de fingir que mí ahijada es alguien que no es, dejen de mentirle de una vez.

-¡A ti que mierda te importa lo que haga con mi hija! Estábamos perfectamente hasta que apareciste nuevamente en nuestras vidas.- Gritó mí padre.

-Señores no es el lugar ni el momento para discutir.- Decía el director pacífico.

-¿Sabe cuál es el maldito problema señor director? Este cobarde no es capaz de mirar a su hija, a MI ahijada, "Querida Ana, cuando tenías 3 meses de vida te adoptamos, no eres una sangre sucia, no eres una Morgan, Eres una..."

-¿QUÉ?.- Salí de mí escondite impactada, mí madre me miró y se tapó la cara para ponerse a llorar. -¿Mamá, papá, es verdad lo que dice mí padrino?.

Mí padre me miró lastimero, se acercó a mí y intento abrazarme, pero no pudo porque lo esquivé.

- ¡TODOS ME MINTIERON! No sé quién demonios soy.- La situación era un verdadero velorio, mí madre llorando, mí padre mirando a Lucius con odio, Dumbledore y Lucius mirándome con pena.

-Hija lo hicimos para protegerte..- Dijo la mujer que creía era mí madre.

-¿Quienes son mis padres?.- Me sequé las lágrimas de rabia que salieron por mis ojos. Mí padrino amagó a contestar pero mí padre lo frenó levantando la mano.

-Tu madre murió cuando te adoptamos, y tu padre ni cuenta.- Contestó con amargura.

Entonces esto era, de pronto no sé quién soy, nisiquiera sé si mí nombre es Anastasia, empecé a marearme pero mí padre me agarró con agilidad. Dumbledore sacó un caramelo de su túnica para que coma, me estaba sintiendo realmente mal.

-Ves lo que casaste maldito y resentido Lucius Malfoy.- Dijo con odio mí padre.

- Me voy.. necesito pensar.- Dije finalmente retirándome de ese lugar horrible directo a mí sala común, no quería hablar con nadie y al mismo tiempo quería desquitarme con alguien.
Ahora resulta que mis padres no son mis padres, mí madre biológica está muerta y a mí padre aparentemente nunca le interese.

Entré llorando a la sala comun y lamentablemente Hailey y Blaise estaban ahí conversando. Intenté taparme pero enseguida se dieron cuenta.

-Ana ¿Que ocurrió?.- Se acercaron los dos rápidamente a mí. Me limpie las lágrimas con la mano y sonreí de forma rota.

- Me acabo de enterar que mis padres no son mis verdaderos padres.- Los dos se miraron sorprendidos y hicieron que me siente para contarles todo.

Detalle por detalle, todo lo que escuché está tarde, mientras se lo contaba a mis amigos me di cuenta que jamás olvidaría lo que pasó.

-Ana, amiga..tus padres son ellos. Los que te adoptaron, te alimentaron, te enseñaron y están contigo cada día. - Dijo Blaise dulcemente.

-Exacto An, y... Sobre tus padres biológicos, debes pensar que naciste en la primera guerra del mundo mágico, como todos nosotros. Tal vez no te querian dar una mala vida.- Agregó Hailey

- Mí madre murió, pero mí padre no quiso cuidarme, no quiso estar conmigo.- Contesté con rabia.- ¿Saben algo ? Es muy difícil entender que alguien no te quiso.

Mis amigos se quedaron callados, todo era silencio, todo.

-Voy a recostarme, paso de tener pociones. Los veo luego.- Ambos me
miraron con esa jodida mirada de lástima, y se despidieron de mí.

Entre al cuarto y busqué entre mí equipaje mi reproductor de música muggle. La última balada de Frank Sinatra resonó en mí habitación, cerré los ojos, y desee que todo fuera una película y no la vida real.