Magicis- Harry Potter

Capitulo 38

5:00 pm, puntuales llegamos junto a Harry al despacho de Umbridge.
Nos abrió y al entrar nos encontramos con una escena completamente aterradora, todo era rosa, completamente todo y para coronar tenía pequeños gatos hechizados en cuadros decorativos.
Personalmente me gustan mucho los gatos y el color rosa no me desagrada, pero hoy siento rechazo gracias a esta bruja.

-¿Qué hacemos?.- Preguntó Harry mientras nos sentabamos en dos pupitres al lado de su escritorio.

-Deberan escribir cien veces en su pergamino, a ver si aprenden finalmente. Potter usted "No debo decir mentiras" y la señorita Snape "Debo respetar a mis mayores".

Miré incrédula a la mujer, pero sin rechistar saqué un pergamino e intenté tomar una pluma. Umbridge nos interrumpió.

-No, me gustaría que para esta ocasión usen unas plumas especiales de mi propiedad.- Dicho esto agarró de un cajón dos plumas color marrón claro y nos las entregó.

Empezamos a escribir tranquilamente la ridícula frase, era todo tan ridículo, casi ni pensaba en lo que escribía.. pensaba en el regaño que me llevaría por parte de mi padre, segundo día de clases y ya estoy en un castigo.
Estaba tan sumida en mis pensamientos hasta que me detuve en un ardor en mi mano izquierda. Era como si me estuvieran clavando mil agujas ahí, mire a Harry de reojo y noté que el también me miraba mientras apretaba su mano.
Esa estúpida bruja nos hechizó.

-¿Sucede algo?.- Preguntó con una falsa inocencia, iba a contestar pero Harry me pateó por debajo del pupitre. Tenía razón, iba a ser peor.

Escribir cien malditas veces esa frase fue una tortura, cuando terminé, casi palida del dolor, me di cuenta que en mi mano estaba tallada la frase "Debo respetar a mis mayores". Harry igual tenía su frase ahí, salimos rápidamente del despacho.

- Ana esto está mal, esa profesora está loca.-Dijo tomando su mano que sangraba.

- Debo decirle esto a mi padre, que se lo comunique a Dumbledore. Es muy grave.- Contesté frunciendo el ceño.

Nos despedimos, aún con el ardor en mi mano me dirigí al despacho de mi padre. Pero antes me crucé con Draco.

-Ana, cariño, ¿Estás bien?.- Asentí e intenté ocultar mi brazo pero fue imposible. La cara de Draco cambio drásticamente cuando vió la frase.

-¿ELLA TE HIZO ESO?.

- Shh, Draco, baja la voz por favor.

-¡Esta demente! Deben despedirla, y tú debes ir a la enfermería ahora mismo a que te curen.

- No la despedirán, pertenece al ministerio. Estaba por ir con mi padre.

-Nada de eso, enfermería ahora.

En la enfermería Madame Pomfrey me curó la mano con un hechizo simple y me la vendó. Hailey, Blaise y Blair estaban ahí sin poder creer lo del castigo.

-Entonces.. básicamente te castigó, torturandote.- Meditó Hailey.

-Eso es tan ilegal.- Dijo Blair.- Ojalá la echen.

-No se ustedes, yo quiero ver la cara de Snape "padre luchón" cuando se entere que la profesora nueva se atrevió a lastimar a su pequeña.- Dijo con una sonrisa maliciosa Blaise.

Y no se equivocaba, mi padre había hablado con Umbridge pidiéndole una explicación y ahora se encontraba de un terrible humor. Obviamente me gané un buen regaño por haber provocado a Umbridge, pero está más enojado con ella que conmigo.

-Mañana quédate, no vayas a clase Eileen. Esa mujer no volverá a acercarse a ti.- Se despidió de mi y volvió a dar clases.

*

Al otro día Hailey y Blair me dijeron que Umbridge estaba muy rencorosa y ya había castigado a tres niños de Gryffindor.

-Estuvo fatal.- Dijo Hailey  bufando.- Umbridge casi castiga a Henry, me asusté mucho cuando se le acercó.

-Tranquila amor, no caería en las redes de la bruja malvada.- Le contestó el rubio dándole un pequeño beso.

Seguimos conversando, cuando una chica rubia y pálida con uniforme de Ravenclaw se nos acercó.

- Hola ¿Han visto mi par de zapatos?.- Preguntó señalando sus pies descalzos. Todos negamos confundidos.- Creo que los Nargles los escondieron.

Miramos como la chica fue corriendo en busca de sus zapatos, que momento más raro.

-Luna Lovegood.- Soltó Blair.- Es de Ravenclaw y muchos dicen que está un poco loca.. incluso la llaman lunática.

-A mí me calló bien.- Dijo Hailey.

- Parece agradable.

-Oigan... Pero ¿Que son los Nargles?.- Preguntó Draco confundido.

-Ni idea.- Contestamos las tres juntas riendo y siguiendo nuestro recorrido hacia la sala común.