Capitulo 51

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Era un asco cuando mí padre reunía a todo el colegio en el gran comedor para dar "anuncios".Ya habían pasado semanas y semanas y no salíamos de está tonta rutina.

- Por lo tanto, si alguien tiene información sobre el paradero de Potter y me lo está ocultando... Será gravemente castigado.- Dijo con su vista especialmente posada en un grupo de Gryffndors.

La misión de papá,además de ser director era encontrar a Harry Potter quien, estaba desaparecido, y obviamente lo necesitaba para el señor tenebroso.
Nadie se inmutó, haciendo que mí padre pierda las esperanzas y niegue con la cabeza gacha.

-Y ni hablar de los que sean cómplices de la fuga de este mismo..- Susurró severamente.

Y de pronto, como si fuera una invocación, Harry apareció entre la multitud y se enfrentó al director.
Paralelamente, la puerta del gran comedor se abrió y entre ellos entraron varios miembros de la orden del fénix: Remus Lupin, los gemelos Weasley, Ron, Hermione, etc.

- Parece... Que a pesar de sus exhaustivos métodos de defensa aún tiene problemas de seguridad profesor.- Dijo Harry mirando desafiante a papá.-  ¡Dígales lo que sucedió esa noche! Dígales, como miró a los ojos, al hombre que confío en usted y lo mató, ¡Dígales!.

Miré a Hailey a Blaise quienes tenían los ojos muy abiertos.
Me acerque para ver bien la escena y intervenir si es necesario. Papá sacó su varita y apuntó a Potter, pero Mcgonagall se puso adelante del niño protegiéndolo y con su varita lista para atacar.

En ese momento antes de lanzar el primer hechizo, mí padre me dio una mirada y me habló mediante oclumancia "Cuando salga de aquí, es necesario que le lances hechizos aturdidores a los carroñeros", los dos hermanos carroñeros eran los dos mortifagos que Voldemort mandó para custodiar el castillo.
Luego de ese contacto mental, Mcgonagall empezó a lanzar hechizos  y mí padre "fingió" defenderse muy principiantemente.
Ahí, cuando todos estaban concentrados viendo la pelea entre los profesores aproveche para acercarme a los carroñeros y lanzar dos desmaius que los dejaron tirados en el piso.

Finalmente, mí padre terminó escapándose con su humo de mortifago.

-¡Huya,cobarde!.- Gritaba Mcgonagall y todo el gran comedor estalló en aplausos, excepto todos los slytherins y yo.

Era triste y decepcionante ver cómo mí papá aún vencido, con medio mundo mágico odiandolo, seguía pensando en nuestro bienestar, por eso me mandó a aturdir a los mortifagos. Porque sabía que si el no estaba ellos atacarían y probablemente todo saldría mal.

*

- No sé que tanto festejan.- Murmuró Hailey.

-¿No ves? El mal del colegio se fue.- Contestó Henry y al ver nuestra mala cara se puso serio.

- Ya.. pero reconozcamos que Snape debería haber luchado bien con Mcgonagall, todos sabemos que la hubiese mandando a la enfermería.- Dijo Blaise cruzado de brazos.

- Joder Blaise, jamás haría eso, mí padre no es Voldemort.- Contesté y el moreno hizo una mueca al oír el nombre, sabía que le dolía la marca tenebrosa.

En medio de los festejos, una voz apareció de la nada amenazando y pidiendo que entreguen a Harry o morirían. El silencio fue sepulcral y fue Pansy Parkinson quien comenzó a hablar.

-¿No escucharon? Agarrenlo, no quiero morir por Potter.- Dijo con Varita en alto y todos comenzaron a hablar mirando mal a la chica.

- Eso no pasará señorita Parkinson, es más, Señor Filch ascolte a todos los Slytherins a sus dormitorios. No tienen por qué estar aquí.- Dijo la vieja demente de Mcgonagall.

-¿QUÉ? ¿POR QUÉ?.- Grité haciendo que todos me noten.- Me parece muy prejuicioso lo que está haciendo profesora, ¿Que seamos de la casa de Salazar Slytherin quiere decir que todos seamos del "mal"?.

-Señorita Snape será mejor que n..

-No nada, mire no es mí culpa que un loco sin nariz esté obsesionado con matar a Potter.- Dije señalando al chico.- Haga lo que quiera,haga una revolución en mí contra o expulseme... Pero no voy a permitir que por prejuicios quiera silenciar a mí casa.- Todos estaban mudos, Blaise me miraba orgulloso y Hailey sorprendida.
La mujer dio un suspiro y me miró con calma.

-Señorita Snape, por precaución es mejor que todos los de su casa se vayan a la sala común.

-Claro, por precaución.- Fue lo último que dije antes de que todos nos dirigieramos a los dormitorios.

- Eso fue injusto, muy.- Dije sentada en el sillón con Blaise y Hailey a mí lado.

- Fue valiente lo que hiciste Anita.-Dijo Blaise.- Se piensan que son la gran cosa.

-Pues para mí ahora la profesora Mcgonagall nos va a tomar odio.- Dijo Hailey comiendo una gragea.

-¿Más odio del que ya nos tiene? No lo creo.- Contesté.- ¿Y Henry?.

-Se quedó allá, no podía venir con nosotros. Me dijo de vernos a media noche afuera de la sala.

Suspiré y tire mí cabeza hacia atrás, mis amigos repitieron la acción.

- Es una mierda estar en una guerra.

-Coincido.

-Ojalá que Potter de una vez mate al señor tenebroso.- Dijo Blaise y las dos lo miramos sorprendidos.

-¿No sé supone que eres mortifago?.- Preguntó Hailey con un toque de amor.

-Cariño, no por elección, sino por obligación.

Los tres seguimos acostados con los ojos cerrados, terminamos dormidos en el gran sillón verde de Slytherin.
A la mañana siguiente, un chico de ojos grises entró sigiloso a la sala común sorprendido y con una mueca graciosa al ver la escena de tres amigos durmiendo con posiciones muy incómodos en ese sillón.




Magicis- Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora