Magicis- Harry Potter

Capítulo 26

El día más emocionante para el mundo mágico, el mundial de Quidditch, los Irlandeses y los búlgaros se enfrentaban en un increíble evento que presencian miles y miles de personas.
Yo fui invitada para ir junto a mí padrino y Draco, en asientos especiales brindados por el mismísimo ministerio. Por supuesto acepté, pensando en que mis amigas irían también, Blair junto a los Weasleys y Hailey con sus padres y los padres de Henry.

-Vamos, apuren, no hagamos esperar a esos cómodos asientos.- Dijo mí padrino caminando con elegancia y dando golpes con su bastón.

El lugar estaba repleto de personas desesperadas intentando buscar un buen lugar. Giré la cabeza y a nuestro lado, Harry, Blair y los Weasleys iban subiendo las escaleras.

- Papá, nos tocó hasta allá arriba.- Se quejó Ron.

-Pongamoslo de está manera, si acaso llueve serán los primeros en enterarse.- Dijo mí padrino arrogante, yo rodé los ojos y saludé a Blair.

-En cambio, nosotros tenemos un lugar en el palco del ministro.- Agregó Draco pero su padre le pegó con el bastón en el estómago.

-No presumas Draco, no vale la pena con esta gente. Vamos Ana.

Llegamos al palco dónde habían de las familias más importantes del mundo mágico, me siento un poco fuera de lugar aquí. ¿La familia Voldemort sería importante? Agh nisiquiera sé si ese es el apellido de ese mounstro.

-Ana.- Me miró Draco.- te aseguro que este día será inolvidable.

Sonreí y el juntó nuestra manos.

El partido empezó y todos gritamos eufóricos, los Irlandeses llegaron y dieron un gran show con un muñeco irlandés de fuegos artificiales, posteriormente los búlgaros aparecieron con la gran imagen de un chico muy guapo.

-Ese es Victor Krum, el mejor buscador del mundo.- Gritó Draco mirando asombrado.

-Es guapo.

-Si, claro que lo e.... ¡No Ana, no es guapo!.- Dijo mirándome enojado haciéndome reír.

El partido finalizó dándole una justa victoria a los Irlandeses, todos empezaron a festejar y yo casi sin darme cuenta perdí a mis acompañantes. Quedé sola en ese gran lugar y a lo lejos vi como Harry entraba en una carpa, lo seguí, para no estar sola.

-Hola ¿Puedo pasar?.- Dije tímida al ver qué estaban todos, incluyendo a Hailey.

-Amigaaa! Claro que sí ven ven.- Respondió Hailey abrazándome.

-¿Cómo estuvo tu primera vez viendo un mundial Ana?.- Preguntó Harry sonriente.

-Muy interesante, hasta me dio ganas de aprender a jugar Quidditch.

-¿Donde están los Malfoys?.-Preguntó Ron curioso

-Los perdí de vista y seguí a Harry para no quedarme sola.

-Seguro lamiendo las medias del ministro.- Contestó el señor Weasley.- Es un placer conocerte Ana, he oído hablar mucho de ti.

- Igualmente señor.

Estuvimos un buen rato jugando y riéndonos de las ocurrencias de los gemelos hasta que percibimos un gran movimiento afuera de las carpas.

-Deben ser los Irlandeses festejando.- Dijo Ginny pero al instante el señor Weasley junto a otro hombre entraron muy alterados.

-No, no lo son, debemos irnos de aquí ¡AHORA!.

Todos salimos corriendo con miedo, sin embargo yo me fui hacia otra dirección.

-¡Ana! ¿Donde vas?.- Dijo una Hailey que era abrazada por Henry

-Debo buscar a los Malfoys.- Grité y seguí corriendo.

Todo era un verdadero caos, carpas incendiándose, personas corriendo como lunáticos. No encontraba a Draco entonces me oculté detrás de una carpa que aún seguía en pie.
Una avalancha de hombres con máscaras y capuchas caminaban tirando hechizos por todos lados, demonios sabía esto que estaba pasando, los seguidores de Voldemort hacían su regreso.

Seguí oculta como por media hora, todo mí cuerpo temblaba y personas casi muertas caían al lado mío.

-Maldicion Ana.- Alguien me arrastró fuera de esa capa.

-Maldito rubio.- Grité.- Sola! Sola! Casi me matan Malfoy.

Empecé a darle golpes en el pecho y el intentaba frenarme agarrando mis muñecas. Me miró respirando fuerte y ahí me di cuenta su estado, su impecable traje negro estaba algo roto y su cabello todo despeinado. Ni hablar de los raspones en sus mejillas.

-Te odio.- susurré intentando separarme pero el me pegó a su cuerpo con agilidad y empezó a besarme, besarme mucho.
Pasé mis manos por su cabello y el puso sus manos en mí cintura, la escena era casi romántica, hasta que me di cuenta que estábamos en el medio de un campo que estaba incendiandose y rodeados de personas moribundas.

-No es romántico.- Susurre entrecortada.

-No lo es.. y yo tampoco.- Dijo con una media sonrisa y volvió a besarme, como si fuéramos uno, como si nada importara a nuestro alrededor.

.

Nos separamos lentamente y miramos al cielo, alguien había conjurado la marca tenebrosa.

-Joder la marca Ana.-Me miro preocupado.- Debemos irnos de aquí.

-¿Mis amigos estarán bien?.- Dije mirándolo preocupado.

- Estoy seguro que si nena, deja de pensar en eso, vámonos de aquí nos van a agarrar.

Me agarró de la mano y corrimos hasta llegar a Lucius Malfoy, que nos miró aliviado al vernos llegar bien.

Si que este iba a ser un día inolvidable.