Capitulo 45

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La cena con Slughorn era cómoda e incómoda a la vez, estaba sentada al lado de Harry y enfrente mío tenía a Blaise, quien estaba inusualmente callado. Además había más alumnos como Ginny Weasley, Hermione, Longbottom,Cormac.

-Entonces señorita Granger, ¿A qué se dedican sus padres en el mundo muggle?.- Preguntó Slughorn con amabilidad, a veces me hace dudar de que este hombre sea Slytherin.

- Son dentistas. Es decir, se encargan de cuidar los dientes de las personas.

-Oh y eso podría considerarse algo peligroso?.- El profesor frunció el ceño.

-No.. Bueno una vez un niño mordió a papá.- Todos miramos sorprendidos a Hermione y ella intimidada bajó la cabeza, dedicándose a su postre.

-Bueno si, consideraría que es riesgoso.

El helado estaba exquisito y cortaba con la tensión, Harry y la Weasley menor se dedicaban miradas fugaces, Cormac intentaba seducir a Lionel y Blaise seguía ignorando al mundo, comiendo su helado y de vez en cuando dándole una mala mirada al chico a su lado que comía como si no hubiera un mañana.

-Señorita Snape.- Dijo Slughorn haciendo que levante la vista.- De verdad es un placer tener otra generación de Snape en mí clase, cuénteme, ¿Severus te exige mucho para ser buena en pociones?.

Medité un segundo la respuesta.

-No en realidad, creo que desde antes de descubrir que era mí padre ya era bastante buena en la asignatura.

-¡Vaya! Eso es muy bueno, tu padre debe estar orgulloso.

-Espero que si.

La cena terminó con grandes despedidas y con una futura invitación a una fiesta exclusiva.
Salimos y afuera de la sala Hailey y Ron hablaban muy entretenidos.

-¿Y? ¿Cómo estuvo?.- Preguntó Hailey.

-Aburrido.

-¡Ja! ¿Ves Ron? Te dije que no nos perderíamos de nada.- El pelirrojo río y se juntó con sus amigos. Mí amiga y yo nos fuimos caminando.

-¿Que pasa entre Ron y tú?

-Nuestra amistad se afianzó y tenemos charlas muy interesantes de vez en cuando.- La miré con cara perversa.

-¿Solo charlas?

-Olvidalo Ana, solo somos amigos y recuerda que estoy con Henry..

- Yo creo que a Ron le gustas un poquito..- Ella río negando y de pronto frenó de golpe.- ¿Que pasó?

-Olvide que tenía una cita con Henry hace diez minutos, ¡debo irme ya! Adiós Anita te quiero.

-Suerte.

Caminé y cuando estaba llegando a la parte baja del castillo reconocí dos siluetas a lo lejos; Draco y papá. Mí padre agarraba al rubio del cuello y lo pegaba contra la pared, agudize mí oído para escuchar que decían.

-Tienes miedo Draco...

-¿Miedo? ¿Olvidas que soy un Malfoy, padrino?.

¿Miedo? ¿Miedo sobre qué? Vi que Draco se apartaba y se dirigía a mi dirección por lo tanto salí corriendo para que no me vea.
Esto va cada vez peor, no se que le sucede a Draco, no se que le sucede a mí padre y ahora.. no sé qué le sucede a Blaise Zabini.

-¿Cómo estuvo la cita con Henry?.- Le pregunté a mí amiga recién llegada mientras leía un libro.

-Hermoso, romántico, Henry se muestra cada día más caballeroso conmigo.

- Ya llevan mucho tiempo de relación, los envidio.

-No deberías tienes a muchos atrás tuyo, pero sigues con el fantasma de que algún día Draco volverá.

- Oye, tu misma dijiste que algún día él volvería.

-¿Yo? Ups. Mejor... Iré a ver a slytherin que está practicando Quidditch.

-Tu nunca ves Quidditch Hailey.- Reí.- A duras penas ves a Henry.

-Es verdad me voy a tomar una larga ducha de espuma, ¡Adiós!.

Me carcajee pensando en las ocurrencias de mí amiga, pero me quedé pensando en que Slytherin estaba practicando.. tal vez podría darle una visita a Blaise.

*

Llegué al campo y efectivamente, reconocí a Blaise practicando solo, volando como si fuera un halcón.
Me lo quedé mirando hasta que notó mí presencia, bajó lentamente de la escoba.

-Ana, ¿Que haces aquí?

-Hailey me dijo que estaban practicando y decidí darte una visita. Además estás muy raro amigo, ¿Que pasa?.- El suspiró fuertemente.

-Tienes razón nena, perdón, estoy con muchas cosas en la cabeza últimamente.

-Todos están raros, todos.- Dije casi frutrada.

-Tienes razón..- Dijo pensando.- Amm, ¿Que tal si bajamos las tensiones volando en escoba?

- Oh no, de ninguna manera Zabini. Moriré trágicamente por tu culpa.

- ¡Anda! No seas aguafiestas, solo una vez, la única ¿Siii?.- Hizo un ridículo puchero y asenti resignada.

Me alcanzó una escoba y me explicó cómo tenía que hacer, era lógico, como nos enseñaron en primer año. Golpe en el suelo, y ya estás en el aire, y es lo que pasó. Casi con los ojos cerrados me sentí en las alturas.

-¡Vamos Ana! Vas excelente, empieza lentamente a manejar la escoba.- Gritó Blaise.

Y funcionó, estaba volando y era consciente de eso, incluso estaba pudiendo manejar la escoba.
Pero en un momento, perdí el equilibrio e intenté arreglarlo pero fue en vano, caí y quedé colgando agarrada de la escoba.

-¡Blaise! ¡Ayudame!.- Todo el cuerpo me temblaba y cuando creí que iba a caer, Blaise con su increíble escoba apareció sujetandome y subiendome a la escoba con él.

-¿Estás bien?.- Estábamos en las alturas los dos juntos mientras Blaise me sostenía fuerte.

-Demonios Blaise no te haré nunca más caso.

- Lo siento.- Sonrió inocente y su mirada se dirigió a mis labios y la mía a los suyos.

Un recuerdo apareció, la noche en el baño de prefectos, me sonroje y Blaise con cuidado sujetó mí mejilla. Me miró casi pidiéndome permiso y lo concedi, pegué mis labios a los suyos creando un beso armónico, romántico y sobre todo.. sobre todas las cosas, que no parecía un error.

Si alguien nos ve pensaría lo peor, creería que estoy usando a Blaise y que él está traicionando a Draco. Pero no nos importaba nada, solamente besarnos, fundirnos en uno y intentar no caer.

- Pero... Realmente ¿No caer de la escoba o no caer en la tentación?.

Magicis- Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora