Capitulo 6

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Bajé corriendo al gran comedor para encontrarme con Blair y con los chicos. Nos saludamos y hablamos sobre nuestros regalos. Sorpresivamente a Harry también le llegó un regalo anónimo, este consistía en una capa que te permite ser invisible y que habia pertenecido su padre. Aunque Harry no lo demostraba, se notaba en sus ojos cuan emocionado estaba por ello.

-¿Y si los regalos anónimos que recibieron fueron enviados por la misma persona?- Cuestionó Blair, pero no, no era posible, revisamos la caligrafía de las cartas y eran muy distintas.

-Es lo que pensamos.-Se adelantó Harry.-Pero ambos recibimos cartas y las letras son completamente distintas.

-¿Que harás con tu capa Harry?.- Le pregunté curiosa.

-No lo sé, la carta dice que la use bien.-Finalizó Harry creando un momento de meditación, yo pensaba en mi regalo, Harry en qué debería hacer con el suyo.

 ....   

Era casi media noche, estaba en la sección restringida de la biblioteca. Hace un mes es mi refugio cuando no puedo dormir, y siempre corro el riesgo de que Filch, el conserje y su gata me atrapen. Ahora estaba leyendo el libro que me regaló anónimo, realmente interesante y atrapante, sin duda me servirá para el año que viene y para todos mis años en Hogwarts. Estaba a punto de irme cuando escucho unos susurros y unas pisadas lentas, no era Filch, no, el es mas ruidoso.  Levanto un poco mi cabeza y veo a ¿Harry?.

-¿Harry? ¿Qué haces aquí?.- El pobre se dió un buen susto y tiró su lámpara haciendo que se rompa en pedazos.

-¡ANA! no sabes el susto que me diste, ¿No deberías estar durmiendo?.

Pero no pude responder porque los gritos de Filch se hicieron presentes, Harry actuó rápido, me agarró y nos tapó a los dos con la capa invisible.

-¿Quien anda ahí? sé que estas ahí, no puedes ocultarte.- Decía el viejo con voz maliciosa.- Sal de ahí!.

Con Harry esquivamos a Filch con cuidado y salimos corriendo de allí, evitando hacer mucho ruido. Los pasillos de Hogwarts estaban desiertos y con Harry casi ni respirábamos por miedo a que nos atrapen, nos cruzamos con la gata de Filch que nos miraba fijamente. Mi abuela siempre decía que los gatos no son estúpidos, ellos pueden ver hasta lo que no hay. 

Estábamos doblando hasta que nos encontramos con una escena que nos dejó como piedras;  Snape tenía agarrado del cuello a Quirrell y lo acorralaba contra la pared.

-No me quieres como enemigo.- Amenazó Snape.

-N-no, no sé de que está hablando.- El indefenso profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras apenas podía hablar.

-Lo sabes perfectamente.- Snape iba a decir algo mas pero como si fuera una casualidad miró hacia donde estábamos nosotros y alzó la mano, justo a tiempo pudimos dar un paso para atrás. 

-Profesores.-Filch apareció con la lampara rota de Harry.-Encontré esto en la sección restringida de la biblioteca, aún está caliente, eso quiere decir que hay un alumno fuera de la cama.

Los tres se fueron corriendo y con Harry aprovechamos y nos metimos en un salón completamente desconocido. Al entrar era inmenso, pero solo tenía un viejo y anticuado espejo. Harry nos sacó la capa.

-Eso estuvo muy cerca, Potter.-Dije limpiandome la frente. 

-¿Que dices Anastasia? ¡Eso estuvo mas que cerca!.- Casi gritó Harry.-¿Que se supone que hacías en ese lugar a medianoche?.

- Es el único lugar que me calma cuando no puedo dormir, además.. hay muchos libros muggles ahí que los magos no se atreverían a leer.-Dije susurrando lo último, Harry me miró sorprendido.

En un momento, ambos reparamos en el espejo que estaba frente nuestro, Harry se fue acercando lentamente y quedó hipnotizado cuando estuvo completamente en frente del espejo.

- A-Ana.. mis padres..-Balbuceaba.

-Harry que dices.. tus padres...-No entendía la emoción del chico, sus padres no podían estar ah.

-Si mirá.. acercáte.

Me acerqué al espejo, pero no vi a los padres de Harry, oh no... en frente del espejo me veía a mi misma con mi uniforme de slytherin y al lado mío veía a... Draco Malfoy?

-¿Qué Malfoy?.- Dije inconscientemente.

-Malfoy?.-Preguntó Harry saliendo de su ensueño

-Si.. eso es lo que yo, ejem, veo en el espejo.. perdón Harry pero no veo a tus padres.- Él solo me miró y no dijo nada.

-Esperame aquí, traeré a Ron, a ver qué es lo que ve él.

Mientras Harry se fue a buscar a Ron, yo me quedé mirando el espejo. Esta vez Malfoy agarraba mi mano, me miraba con una sonrisa sincera, muy distinta a la sarcástica que me acostumbré a ver en el. También me sorprendía mí reacción, sonreía dulcemente y me iba acercando a él lentamente.
Harry entró corriendo y no solo lo acompañaba Ron, sino que también Blair.

-Chicos, necesitamos que miren al espejo y digan que ven.- Ordenó Harry empujando a Blair y a Ron junto al espejo. Ambos chicos confundidos obedecieron, pero de pronto noté como sus caras cambiaron.

-Yo.. soy yo,estoy levantando al copa de Quidditch, todos me aplauden. ¡Miren eso! Soy el prefecto de Gryffindor, mis padres están orgullosos de mí. Alcancé a tener mejores calificaciones que Percy.- Decía Ron con un toque de emoción en su voz.

-S-soy famosa, todo el mundo mágico me conoce, ¡Me entregan un premio exclusivo!.-Dice Blair. Con Harry nos miramos preocupados.

-Todos vemos distintas cosas.- Susurra Harry, y noto la decepción en su voz.

Nos quedamos un rato más, los cuatro  sumergidos en nuestras propias visiones. Cada vez viéndolas más improbables.

-Chicos debemos irnos, no se que sea esto pero me da mala espina. Seguramente es un hechizo que nos quiere confundir.- Dije para romper el molde.

-Coincido con Ana, mí padre me habló sobre los hechizos que te muestran cosas que no son. Esto es peligroso.- Coincidió Blair.
Finalmente nos fuimos, cada uno a su habitación, era una noche fría y nevaba. Yo seguía pensando en lo que vi, nadie me sacará esa imagen de la cabeza, ¿Cómo haré para ver a la cara a Draco Malfoy cuando regrese?.

                              ***

El día estaba desierto, todos quedamos consternados después de lo que vimos, aunque creo que al que más le afectó es a Harry. Pobre, no se que haría yo sin mis padres.
Estaba caminando por los pasillos, mañana ya regresaban las chicas y los demás alumnos, incluyéndo a un rubio que ocupo mí mente toda la noche.

-¡Ana!.- Me di vuelta y vi a Harry que corría hacia mí.- Tengo que contarte algo, hablé con el profesor Dumbledore por el espejo.

-¿Que te dijo?.- Me sorprendió esa confesión.

-Pues.. aparentemente ese espejo tiene un nombre "Oesed" y te muestra los deseos más oscuros que tienes en el alma, lo cual tiene sentido para mí porque siempre quise conocer a mis padres.

Eso que vi es mí deseo más oscuro, no puedo hablar, ni pensar. Maldición ahora solo me sonrojaré cuando vea a Malfoy.

-Amm, tranquila Ana, jamás revelaré tu deseo más oscuro, lo prometo.- Ambos nos miramos y nos sonreímos, compartimos una mirada cómplice que decía "Jamás estaremos al alcance de nuestros deseos más oscuros."


Magicis- Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora