Capitulo 4

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SAM

─ ¡Se llevaron a Alika! ─grita Daisy, reventándome los tímpanos. ─Tenemos que rescatarla.

─Seguramente ya la mataron. ─cierro con fuerza la puerta de la camioneta.

─ ¡Todo es tú culpa! El plan iba bien. ─señala a Scarlett. ─Ya lo tenía en la bolsa.

─Smirnov le cambió la copa, iba a terminar drogada. ─espeto con obviedad.

─ ¡Vamos por Alika!

─No nos vamos a arriesgar. ─miro a Lucas. ─Vamos al hotel.

─ ¡Eres una maldita perra! ¿No sientes nada? Es parte del equipo.

─ ¿Quiénes piensas que somos? ¿Policías? ¿Y que vamos a rescatar a nuestros compañeritos?

─Eres peor que Enrico, con razón eres su perra.

No caeré en su trampa de hacerme enojar, solo suelto un suspiro y aprieto la quijada por la sensación de asco que empiezo a sentir. Cuando llegamos al hotel me encierro en mi cuarto, ignorando los insultos de Daisy.

Entro y me dejo caer frente al inodoro para vomitar, ni siquiera comí nada, así que vomito el agua que tomé. Cuando termino me enjuago la boca, y prendo un cigarro. El hotel lo tiene prohibido, pero no me importa.

Empieza a sonar mi teléfono y me estreso al ver que se trata de Enrico.

─ ¿Pasa algo?

─Me contó Daisy que se llevaron a Alika, que perdiste los estribos. ¿Qué mierda te pasó?

─Scarlett es una estúpida. ─exhalo el humo. ─No supo seducirlo y cayó en sus encantos.

Suelta una maldición.

─ ¿Qué pasará con Alika?

─No tengo idea, ¿Quieres que vayamos por ella?

─No.

─Es una de las mejores agentes...

─Si fuera de las mejores, no la hubieran atrapado. Lo más seguro es que la torturen, solo espero que no diga nuestra ubicación.

─Es por eso que tenemos que ir, puede que diga donde nos encontramos.

─Es un suicidio.

─ ¿No confías en mí?

Suspira. ─Arriesga a los novatos. ─cuelga.

Abro la puerta y me encuentro con Franco.

─ ¿Me estabas espiando?

─No...─se sonroja. ─Solo quería ver si...

Enarco la ceja.

─ ¿No quieres cenar? ─pregunta sin respirar.

Hay que tener muchos huevos para invitarme una cena. Me cruzo de brazos y lo observo con una sonrisa ladina, no es feo. Si me metí a la cama de Enrico, no me importaría meterme con él. Pero para su desgracia, solo me enredo con hombres de alto rango.

─ ¿Crees que tenemos tiempo para una cena?

─Es para aligerar el ambiente...

─Otro día. Nos tenemos que preparar para el rescate de Alika, iremos en la madrugada. Así que te recomiendo que descanses y avises a los demás.

(...)

Me coloco mi conjunto de cuero y abro la caja fuerte que tiene unas armas, nos asignaron especialmente estas habitaciones porque tienen todo nuestro equipaje.

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