Capitulo 26

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─ ¿Qué pasa? ─pregunta en tono alegre Simón.

─Es lo que quiero saber. ¿Dónde está Aleksei?

─No sé, hace rato tuvimos una junta, pero ya no lo he visto.

Cuelgo la llamada con enfado, tanto que habla de la confianza y él nunca me da explicaciones a mi tampoco. Estoy por salir de la mansión cuando cruza el umbral de la puerta, se ve muy fresco y no parece haberse desvelado ni nada por el estilo. Viste de manera formal y se encuentra recién bañado.

─ ¿A dónde ibas? ─cierra la puerta.

─A buscar respuestas. ¿Por qué no llegaste a dormir?

─Demian quiere hablar con Yakov, contáctalo con él, a mi no me interesa tenerlo en mi equipo.

─Él también perdió gente. Necesitamos movernos rápido y dejar el orgullo a un lado. ─respiro hondo. ─Iré con Demian.

─ ¿Qué? Ayer dije que tú ya no ibas a participar en esto.

─ ¿Y qué hago? ¿Me quedo en esta mansión, esperándote?

─Sí.

─No, yo también tengo contactos que pueden ayudar, conozco a Yakov y es mejor que yo esté presente cuando hable con Demian.

Sonríe de lado. ─Porque le gustas.

─Ya vas a empezar...─resoplo y escucho como bajan las escaleras corriendo.

─Papi...─abraza la pierna de Aleksei. ─ ¿Nos llevarás de paseo?

─Andrei...─me inclino para cargarlo, pero Aleksei me gana.

─ ¿A dónde quieres ir?

─A un parque de atracciones.

─Ok, pero cámbiate.

Se baja completamente emocionado y cruzo los brazos.

─Puedes venir con nosotros, a menos que prefieras ir a la reunión con Yakov.

─Eso fue un golpe bajo. ─le saco el dedo corazón y ríe.

(...)

Fue un dilema hablar con Yakov pero logré que cediera con ayuda de mi amiga, no me quería perder la oportunidad de estar con mi hijo.

─ ¿No te molestan los escoltas? ─le pregunto peinando su cabello.

─No, ellos evitan que los niños feos se me acerquen. ─responde con naturalidad.

Aleksei va texteando en su celular y se lo quito. ─Estamos conviviendo.

Andrei apunta a una montaña rusa y niego con la cabeza por dos razones: porque es un niño y no lo dejarán entrar y porque me da miedo.

Nos subimos a juegos acuáticos y otros infantiles, me causa gracia que Andrei se muestre aburrido con los niños de su edad, se empieza a poner fresco, así que le coloco una chamarra, me gusta estar así con él, me hace olvidarme de los problemas y sentirme una madre de familia normal.

Siento algo cálido en mi pecho por ver a mi hijo feliz y disfrutando de los juegos como cualquier niño.

─Necesito mi celular. ─habla Aleksei pero lo ignoro y le doy un beso en la mejilla a mi hijo. ─Alexandra...

─Vamos a cenar. ─me encamino hacia las camionetas y escucho el suspiro que suelta. ─ ¿Te la pasaste bien?

─Sí...─contesta con un bostezo que me hace reír.

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