Capitulo 40

254 24 17
                                    


ALEXANDRA

El timbre suena justo cuando acabo de sentarme, ruedo los ojos. No tengo humor para recibir a nadie, pero puede que sea importante, cuando observo por la mirilla me sorprendo de ver a Alika y a Yakov.

¿Qué hacen aquí?

Abro la puerta con una sonrisa. ─Hola, chicos.

Espero que me devuelvan la sonrisa o algún gesto amistoso, pero ambos lucen serios.

─ ¿Qué pasa?

Entran como si nada, dejándome dislocada.

─Es lo que queremos saber. ─habla Alika.

─ ¿Cómo supieron que vivo aquí?

─Te seguimos. ─contesta como si fuera lo más normal del mundo.

─ ¿Qué?

─ ¿Te hice algo, Alexandra?

Observo a Yakov para mejor explicación, pero él solo se queda en silencio, centro de nuevo mi atención hacia mi amiga.

─ ¿De qué hablas?

─No sé, dime tú. Me siento como si fuera una extraña para ti. ─se cruza de brazos. ─Evitas mis mensajes, ya no me hablas, se te olvidó todos los planes que teníamos.

─Yo no...

─Solo me hiciste de lado como si fuera un maldito estorbo. ─su mirada luce dolida. ─No te echo en cara nada, Alex. Pero yo siempre estuve para ti desde que nos conocimos, he sacrificado cosas por estar de tu lado. Y ahora me evitas como si fuera una maldita peste.

─No es así, Alika. Lo que pasa es que...

─ ¿Por qué vives aquí sola?

─Aleksei...─hago un silencio, no puedo decirles lo de su pérdida de memoria. ─Nos estamos dando un tiempo, las cosas no están muy bien entre nosotros.

─ ¿Y tu hijo se quedó con él?

Me gustaría decirle donde está Andrei, pero eso solo lo sabe la familia y aunque confío en ella, sé que mientras menos lo sepan, es más seguro.

─Sí...

─O sea que nos dejas de lado por dramas amorosos. ─niega con la cabeza. ─ ¡Hay cosas más importantes que el pene de ese tipo! Nosotros...

─ ¡Es mi familia! ─alzo la voz. ─Tengo una familia, Alika. Y si, puede ser disfuncional o como quieras decirlo, pero no quieras hacerme sentir culpable por preferir a mi familia encima de otros.

─Bien. ─aplaude con ironía. ─Todo este tiempo desperdicié mi tiempo, me puse de enemiga con Enrico por una amiga a la que ni siquiera le importo.

─Chicas...─intenta hablar Yakov.

─ ¡No pongas palabras en mi boca! ─la apunto. ─Tampoco finjas que tú querías estar de lado de ese infeliz, nunca te obligué a nada.

─Exacto, lo hice por estúpida. ─se da la vuelta. ─Quédate con tu familia tóxica.

─ ¡De aquí nadie se va! ─la detiene el ruso. ─No vamos a caer en dramas de secundaria.

─Pero...

─Pero nada, Alika. ─posa su mirada en mí. ─Tenemos nuevas pistas, vamos a trabajar juntos y ya cuando acabe todo esto pueden mandarse a la mierda.

Inhalo con fuerza para no perder el control, nos miramos por un par de segundos y terminamos por aceptarlo. Yakov tiene razón, no nos podemos dar el lujo de tener enemistades en estos momentos, pero acepto que las palabras de mi amiga me dolieron.

INCONTROLABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora