Capitulo 32

759 73 21
                                    

No tengo idea de como mamá llegó a Los Ángeles y la verdad no me interesa, solo espero que se vaya para poder acercarme a la tumba de mi papá. Andrei me sostiene de la mano y se queda en silencio todo el rato, solo me ve con curiosidad cada que derramo una lágrima.

Dejo un pequeño ramo de flores y salgo de ahí, nunca me ha gustado estar en el panteón, le doy una rápida visita a la tumba de Evelin y sonrío al ver que la siguen frecuentando ya que hay flores frescas, dos personas importantes en mi vida se encuentran en este lugar y no pienso perder a nadie más.

─ ¿Dónde está papá? ─habla Andrei y me inclino un poco para poder cargarlo.

─No sé. ¿Quieres conocer la playa?

Me mira con emoción y asiente. Tomo un taxi y aunque no estamos vestidos para la playa, sé que por ahí venden muchas cosas, así que eso no será un problema. Llegamos a un pequeño supermercado y compro varias cosas, por un momento me olvido de todo lo que está pasando y me concentro en tener una buena tarde junto a mi hijo.

El sol en mi piel es una sensación cálida que me agrada, nos sentamos debajo de una sombrilla y empiezo a comer frituras junto a Andrei que no deja de ver para todos lados, hay muchas familias, niños, amigos, haciendo un buen ambiente.

─Cuando quieras ir al agua me dices. ─empiezo a colocarle el bloqueador mientras él no deja de comer.

─ ¿Te gusta más el frio o el calor? ─inquiero con curiosidad, puede ser que al igual que Aleksei prefiera el frio de Rusia.

─Calor.

No contengo la sonrisa, me gusta tener más cosas en común con él, ya que Aleksei se llevó todo el crédito en el físico, por más que observo a mi hijo, no veo ninguna facción mía o de mi familia, hasta parece que su papá hizo una copia.

─ ¿Por qué llorabas? ─me pregunta viéndome a los ojos.

─Porque ya no tendré a mi papá conmigo. ─suelto con sinceridad. ─Y lo voy a extrañar mucho.

─A veces yo también extraño a mi papá, cuando va a trabajar.

─No es lo mismo. ─suspiro.

─ ¿Por qué?

─Eres muy chico para entenderlo.

─No lo soy. ─se molesta y le doy un beso en la mejilla.

─Vamos al agua. ─lo obligo a levantarse y lo tomo de la mano, el agua está helada. Poco a poco vamos metiéndonos y Andrei se ve emocionado con la experiencia.

─Quiero ir allá. ─apunta a lo más hondo y río.

─No puedes, está muy hondo, ni siquiera yo alcanzo.

─Cuando sea grande yo si podré.

─Me encantaría ver eso.

Jugamos tanto en el agua que al salir siento mis piernas pesadas, y mi cabello hecho un desastre, lo envuelvo con la toalla y mira con curiosidad mi anillo.

─Papá tiene uno igual.

─Lo de él es una cadena, pero si es el mismo símbolo.

─ ¿Qué significa?

─Que estamos juntos.

Frunce el ceño. ─ ¿Por qué yo no tengo uno?

─Porque es de pareja y tú eres nuestro hijo. ─mis propias palabras detienen mis pasos, y lo volteo a ver para asegurarme de que no le parezca extraño, nunca me ha dicho mamá y no quiero presionarlo a nada.

INCONTROLABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora