Capitulo 10

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─No. ─lo empujo.

Se queda quieto y suelto un suspiro.

─Siempre es lo mismo, Aleksei. ─lo miro a los ojos. ─Cogemos, estamos bien, hasta que descubro una de tus mentiras. Es como un circulo vicioso, y ya me cansé de eso.

─No volverá a pasar...

─Ese es el problema, Aleksei. ─trago saliva. ─Ya no confío en ti y no quiero estar contigo.

Aprieta la mandíbula y me zafo de sus brazos para salir de la habitación, no me sigue. El asco me marea y corro hacia el baño para vomitar. En el escusado se ven pequeñas gotas de sangre, tiro de la cadena antes de que alguien lo vea.

Me levanto para enjuagarme la boca, sabía que Aleksei arruinaría todos mis planes, no puedo escapar de aquí, no puedo llevar a mi hijo porque quiere estar con su papá.

Si quiero que las cosas salgan bien, las tengo que hacer yo misma. Voy a salir de aquí y acabaré con Enrico, antes de que piense que estoy de lado de Aleksei. Salgo del baño y me asomo por la ventana del pasillo. Esta mansión está rodeada de escoltas, es una misión imposible salir de aquí.

Sonrío cuando veo a Andrei, me tiende un paquete de galletas oreo.

─Gracias...─no resisto cargarlo entre mis brazos, me mira con asombro y le doy un beso en el cachete.

Saluda con su manita detrás de mí, volteo y miro a Aleksei recargado en el barandal, mirándonos fijamente. Andrei me jala de la blusa, apuntándome hacia su papá, para que vayamos con él.

Niego con la cabeza y se le ponen los ojos llorosos, no puedo creer que sea manipulada por un niño. Cuando nos dirigimos hacia Aleksei, mi hijo se emociona. Él se mantiene en su lugar, no lo miro, solo siento como Andrei estira sus brazos hacia su papá.

Lo recibe en sus brazos, Andrei me mira con una sonrisa que devuelvo. No suelto su manita, estoy muy feliz de verlo así.

─Hiciste un buen trabajo. ─murmuro. ─Me alegra verlo feliz.

Se queda callado y aprieto la mano de mi hijo antes de soltarlo, dejándolos solos.

(...)

No sé como sentirme con el hecho de que mi ropa sigue aquí. Me coloco algo para poder dormir, el short me queda un poco grande y me siento bien al saber que adelgacé. Debido al entrenamiento que tuve en la organización, se me hizo mejor cuerpo.

Hoy no pude hacer gran cosa, Aleksei no estuvo en casa y los escoltas no me dejaban ni respirar. Estuve casi todo el día detrás de mi hijo, me gustaría crear una conexión con él, quiero que me diga mamá. Cuando eso pase, podré irme tranquila.

Empiezo a destender la cama y alzo la ceja al ver que Aleksei entra.

─ ¿Pasa algo?

─Voy a dormir.

─ ¿Aquí? ─me cruzo de brazos.

─Claro, es mi cuarto.

─Entonces, dormiré en la habitación de huéspedes.

─Está ocupada. Francesca dormirá aquí hoy.

─Duerme en el piso. ─me molesto.

─ ¿Por qué? ─frunce el ceño. ─Quiero dormir en mi cama.

─No voy a discutir. ─me acuesto y coloco una almohada como división. ─No cruces la línea. ─advierto.

─Ajá.

Apago la lámpara que se encuentra a mi lado y ruedo los ojos cuando él prende la que tiene en la otra mesita. Me hago bolita para intentar darme calor, hace mucho frío, poco a poco voy cerrando los ojos hasta quedarme dormida.

INCONTROLABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora