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Emilio
9:30 am, CDMX

*Muéstrame como te gusta hacerlo, te quitare la ropa y a cambio me darás tu confianza, mírame a los ojos y confiesa tu lujuria, que yo me encargare de todo lo demás*

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La piel del castaño era tan tersa cual seda, piel porcelana bajo mi tacto, los espasmos provocados por el movimiento de mi cadera, la deliciosa sinfonía que se escapaba de aquellos carnosos e hinchados labios rozados, solo me hacían desearlo y profetar mis más obscuros deseos carnales.

Apenas unas horas que había probado su piel y mi cuerpo me pedía más de aquella sensual figura que reposaba en la cama donde lo penetre, la cama que había sido testigo del acto más sin vergüenza. Su espectacular figura, siendo acariciada con la fina tela de las sabanas; su respiración calmada y constante era la señal, de que aún seguía en un sueño profundo.

Una de mis manos se dirigió en la búsqueda de mis calzoncillos, lo cuales se encontraban al pie de la cama, los tomo al mismo tiempo que los coloco en mi cuerpo nuevamente, al terminar mi acto, reposo mi cuerpo junto al de Joaquín que aún se encuentra desnudo y apetecible para colarme entre sus piernas y reclamar nuevamente su interior apretado. Mas sin en cambio simplemente decido dejar un par de besos húmedos en la curvatura de su cuello, deleitándome con su sabor.

El trabajo de mis labios logra que se remueva por la cama, mis ojos se quedan admirando la desnudes de Joaquín, más tiempo del que me gustaría, una extraña sensación se incrusta en mi pecho, rara y confusa. No es hasta que el pequeño ojos miel, se despierta por completo.

- Duermes demasiado- pronuncio obteniendo toda su atención

- ¿Qué hora es? - me pregunta confuso

- 11:46 - espeto, al tiempo que observo como sus orbes saltan - descuida después de una noche ajetreada, necesitabas descansar- digo esto con una sonrisa pícara instalándose en mi rostro, el carmesí de sus mejillas, me hace delirar

- ¿Qué es esto? - se refiere al pequeño frasco de pastillas, para el dolor que he dejado en su mesita de noche junto a un vaso de agua

- Tomalá, si sientes molestia -su ceño se frunce, en evidente confusión mientras yo me acerco a su complexión, sintiendo la tensión que su cuerpo ofrece - Iré a la ducha, ¿gustas acompañarme? - mi rostro se acerca más al suyo, clavando mi mirada en sus ojos

- ¿Solo ducharnos? - pregunta, a lo cual asiento

- A menos que quieras que apriete y abra ese lindo trasero - su cuerpo se tensa radicalmente - Tranquilo no muerdo - me aparto de la cercanía que mantenían nuestros cuerpos

- No, me duchare más tarde gracias por tu oferta - el nerviosismo de su voz es palpable, lo cual me hace sonreír burlonamente

- Bien- contesto, dirigiendo mi cuerpo a la ducha, mientras una idea se incrusta en mi sistema, sin mucho lio entro al baño.

Me deshago de mis prendas, mientras abro el grifo de la regadera, entrando al mismo tiempo al cubículo de cristal dejando golpear mi cuerpo por las gotas de agua deslizándose por sobre él.

[......]

Pasan diez minutos exactamente, cuándo termino de ducharme, así que es hora de poner en marcha mi estrategia.

-¡¡Joaquín!! - apropósito deje la toalla en la habitación, de esa manera lograría que Joaquín entrase

- ¿¡Que necesitas!? - me contesta el castaño al otro lado de la habitación

🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora