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Joaquín
4:50 am, CDMX

* Este mundo es rabioso y cruel, me estoy deslizando con alguien nuevo, mi conciencia arde, mis latidos han salido de la habitación, encontrándose con otros destruidos, este mundo esta aprendiendo, este mundo no es puro para ambos*

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Mi garganta duele siendo desgarrada por el gemido ensordecedor que libera mi boca al culminar mi cuarto orgasmo en la noche, siento mis piernas temblar cual gelatina mi respiración y ritmo cardiaco van a una velocidad impresionante que me cuesta articular palabra alguna. Me dejo caer a un lado del rizado, concentrándome en retomar el control de mi respiración, pasados unos minutos Emilio se levanta de la cama para dirigirse a la pequeña estantería dentro del baño donde se encuentran todo lo necesario para la ducha a un lado de las toallas para el cuerpo se encuentran las toallitas húmedas las cuales toma, para así dirigirse nuevamente a la cama.

— ¿Qué haces? — me reincorpore apoyándome en mis antebrazos mientras formulo aquella pregunta en cuanto observo como toma una de las toallitas con dirección a mí cuerpo.

— Limpiándote — dice sin mucho rollo, con aquella expresión neutral y desinteresada que siempre muestra y que tanto odio.

— No es necesario que lo hagas, pude haberlo hecho yo — contesto pero este ignora mis palabras, mientras comienza a limpiar el semen de mi vientre

— Solo cállate y deja que te limpie — asiento dejando que termine de limpiar los residuos de mi abdomen, mis ojos viajan hasta su rostro observándole a detalle. No es un misterio el que Emilio sea guapo por que realmente es bastante atractivo, sus cejas pobladas y gruesas que enmarcan su mirada, la finura de su nariz, su mentón marcado y su semblante relajado el cual le da ese aire de madurez, físicamente es hermoso su piel es tan fina que no hay ningún indicio de alguna imperfección en ella, tiene un bronceado ligero y dios sus labios finos y con un deje de rosado en ellos. 

Labios de los cuales ya se perfectamente su sabor que por esta ocasión desprendían un sabor a Wisky combinado con la nicotina del cigarrillo que me imagino había consumido con anterioridad.

— Ya su voz ronca me saco de mi burbuja desviando mi mirada en cuanto la suya busco la mía, el ardor comenzó a elevarse por todo mi rostro agradecía que aun era de noche, así no podría observar a detalle mis coloradas mejillas.

Debido a mi vergüenza, tan solo pude asentir a lo que había mencionado con anterioridad.

Observe como su mano se iba hasta su vientre para limpiarlo de igual manera, sin siquiera meditarlo detuve su mano, el cual me miro enarcando sus cejas claramente sin saber lo que haría.

— Es mi turno — dije tragándome todo rastro de vergüenza en mí pequeño ser, tome la toallita entre mi mano envolviendo mí dedo índice en la mojada toallita de algodón, reacomode mí cuerpo buscando una posición cómoda acerque mí brazo hasta el rizado el cual no protesto al contrario, hecho un poco hacía atrás su cuerpo dándome así mas libertad. Le miré una última vez para entonces pasar la toallita por su abdomen limpiando cada residuo que permanecía ahí, me sorprendí a mí mismo siendo tan delicado el movimiento que emergían de mis manos era lento como si de la porcelana misma se tratase. Sentía sus penetrantes ojos avellana en mí una sensación electrizante me recorrió el cuerpo entero mi piel se erizo en cuanto sentí una de sus manos contorneando la curvatura de mí cintura haciéndome tragar pesado. Por el robadillo del ojo logré ver una especie de sonrisa socarrona — Maldito — pensé, sabía perfectamente cada punto débil de mí su tacto se hacía cada vez mas suave.

🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora