|| EPILOGO ||

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Emilio
CDMX

*Oh cariño, mi alma sabes que duele por ti, haz estado llenando este agujero desde que naciste, porque eres la razón por la que creo en el destino, eres mi paraíso, y hare cualquier cosa para ser tu amor o tu sacrificio. Por que te amo hasta el infinito*

Jaymes Young _ Infinity

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Una vez que salí de la oficina del médico, mire hacia adelante, donde se encontraba Atena, Romina, Hussam, mi madre y Henry.

En cuanto mi madre me vio se encamino hasta mí. Me apretó en un fuerte abrazo y justo ahí entre los brazos de mi madre, me desmorone. Sintiéndome como aquel chiquillo de diecisiete años que lloraba desconsolado por la muerte de la que fue su alma gemela. Y que ahora lloraba de impotencia, de desesperación, de dolor. El dolor que me causaba el ver a Joaquin de aquella manera, que sus recuerdos fueran arrancados sin pedir permiso. 

La vida me estaba castigando de la peor manera posible. 

A: ¿Qué paso mi amor? - pregunto mi madre al ver mi estado - ¿Joaquin esta bien? - no, no lo esta. Nada esta bien. todo esta jodido. La llama del dolor me estaba consumiendo el alma, la llama del desespero me estaba trastornando la mente maquiavélicamente. 

- Joaquin no me recuerda madre - me reincorpore del pequeño momento de colapso que tuve en los brazos de mi madre. Ella al igual que yo, se quedo estupefacta por la noticia. 

Pronto Atena y Romina se acercaron a nosotros. No tuve que hablar para que Atena me envolviera en un abrazo. Pedazos del pasado comenzaron a correr en mi mente como diapositivas. 

Todo volvía a ser como hace siete años. El hospital. Las sirenas de las ambulancias. Ese dolor intenso en mi pecho. La historia se estaba repitiendo, pero de una forma mucho mas desgarradora. 

Pasados un par de minutos Samanta salió de la habitación de mi pequeño ruloso. Sus ojos grisáceos se encontraban un poco hinchados y rojizos, lo que te daba a entender que había llorado. Tan pronto como salió se acerco a mi.

S: Quiere verte Emilio - asentí rapidamente, para dirigirme de nuevo a la habitación donde se encontraba mi pequeño ojos miel.

En cuanto estuve frente a su puerta, solté una respiración sonora. Era como volver al inicio de nuestra historia. Como dos completos desconocidos. 

Tome el picaporte de la puerta, lo gire y entonces abrí esta. El se encontraba semi sentado en la cama, la parte lastimada de su pecho se encontraba vendada así que me fue imposible posar la mirada en aquella zona. 

- ¿Todo esta bien? - pregunte acercándome cautelosamente hasta llegar a su lado, tomando asiento en la silla

- Emm, no, bu-bueno si - comento nervioso

- Joaquin yo se que esto es muy extraño para ti, también para mi lo es - y no mentía. Me estaba costando mas de lo que demostraba. 

- Perdona - pronuncio afligido, en verdad afligido 

- No es tu culpa - suspire - Deberías descansar, son muchas emociones juntas en un solo día - lo mire, esperando una respuesta que nunca llego

- Cuéntame como fue que me dispararon - me tomo por sorpresa aquello, tanto que tarde unos segundos en contestar 

- Joaquin no creo que sea buena idea - como lo supuse instantáneamente me contradijo. Tal vez su memoria ya no me tenia grabado en ella, pero su personalidad y extravagancia seguían vigentes en el. 

🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora