🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]

|| FINAL ||

Joaquín
CDMX

*Como un telescopio te acercaré tanto hasta que no haya espacio en el medio, eres el universo en el que estoy indefenso, un astrónomo en mi mejor momento, me convencí de que nunca te encontraría cuando de repente te vi*

Sleeping At Last ­­_ Venus

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Obscuridad.

Solo eso podía ver, las voces a mis lados eran lejanas pero a la vez cercanas, la distorsión de mis oídos fue en aumento hasta que llego el momento en el que no fui capas de percibir sonido alguno. Todo estaba en absoluto silencio, los latidos de mi corazón eran tan calmados que los saltos en mi pecho eran escasos.

Mis ojos se formaron en un escozor, debido a la acumulación del líquido salado en ellos fue inevitable que descendiera como manantial. La opresión en mi pecho cada vez era más brusca, quitándome de apoco la respiración.

Joaquín, amor resiste, amor te lo ruego...

Su voz, su hermosa y tierna voz. Mi Emilio no se de que hablas mi amor, yo estoy contigo tranquilo solo estoy dormido.

Dormido...

Dormido...

Dormido...

[......]

Mis ojos comenzaron a abrirse de a poco acostumbrándose a la gran luminosidad que abundaba en la habitación, la cabeza me daba vueltas cual carrusel, el cuerpo entero me dolía pero en especial un lado del pecho me ardía, como si pasaran fuego por aquella zona trate de moverme al aclararse mi vista.

Me encontraba en un cuarto completamente blanco haciendo que mi ceño se frunciera, una cánula se encontraba a mitad de mi cara abrazando mis mejillas dando vuelta en mis orejas, los dos pequeños tubos que estaban introducidos en mis fosas nasales proporcionaban cosquillas a estas, en mi brazo se encontraba enterrado una aguja enganchada a un largo tubo de plástico que estaba conectado a una bolsa transparente con un liquido cristalino en él. Estaba en el hospital, eso era mas que obvio. ¿Pero por qué?

S: Dios mío, Joaco has despertado - la chica a mi lado se reincorporo de su asiento al mismo tiempo que la pequeña presión que sentía en mi mano izquierda incremento. 

- ¿Por qué estoy aquí? - pregunte claramente confundido, la castaña a mi lado cambio su cara de felicidad por una de sorpresa

S: ¿No lo recuerdas? - negué lentamente, el pánico abundo su rostro - ¿Sabes quien soy? - pregunto claramente esperanzada en que mi respuesta no fuera la que se estaba creando en su mente.

- ¿Debería? - su rostro palideció, y su tacto se alejo de mi piel yo no entendía nada

S: ¿Sabes tu nombre? - asentí - ¿Cómo te llamas? - pregunto, mordiendo inconscientemente su labio inferior

- Joaquín Bondoni Gress - dije, ella parecía aliviarse un poco, que chica tan extraña, su agarre se volvió a mi mano y de repente sentí un vacío enorme que se adueñó de cada partícula de mi cuerpo, como si ese no fuera el tacto que mi piel pedía, sus ojos se cristalizaron en cuanto yo retire su tacto de mi mano, se le veía cansada y un par de ojeras abundaban bajo aquellos grisáceos ojos.

- Disculpa ¿pero tú sabes por qué estoy aquí? - pregunte esta vez, captando su atención provocando que su cabeza se levantara en mi dirección.

S: Si - dijo en una voz diminuta pero no tanto para no oírla - ¿Joaco en verdad no me reconoces ni tantito? - apretó sus labios, evitando soltar un jadeo por las lagrimas en sus mejillas.