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Emilio
7:30 am, CDMX

*Sus manos tocando mi piel expuesta era el más dulce deleite que un mortal podía experimentar, él era mi fruto prohibido en el paraíso*

Otra maldita semana había pasado, otra semana sin saber quién es el poseedor de ese cuerpo que me hacía perder la cordura; esto está siendo más difícil de lo había pensado - suspiro fustado - llevo el trago entre mis manos a mi boca, el líquido se filtra por mis labios llegando hasta mi garganta mientras se desliza por esta al mismo tiempo que deja un ligero ardor en su descenso. Me encuentro en el sofá de mi apartamento, mi torso se encuentra desnudo, mi mirada se encuentra clavada en el gran ventanal de cristal frente a mí el cual me da una vista panorámica de toda la cuidad.

Mi pensamiento se ve interrumpido por imágenes de aquel castaño en el club - Joaquín - otra de mis frustraciones de las últimas semanas, he tratado de olvidar aquellos movimientos coordinados que su cintura producía. Rendido, ante aquello, termino el trago que minutos atrás me había preparado, dejo el vaso de vidrio sobre la pequeña mesa de cristal, me dirijo de nuevo a mi habitación, ya que en un par de horas tendré una reunión. Ingreso a mi habitación y voy directamente al baño, abro la llave del agua la cual forma una cortina fina de agua, mi cuerpo se relaja ante tal sensación, por primera vez en semanas mi mente se quede en blanco.

Al cabo de un par de minutos salgo de la ducha, coloco la toalla alrededor de mi cadera, esta vez opto por un traje color gris el cual convino con una camisa color blanco, coloco mi reloj favorito, peino mi cabello y finalmente aplico un poco de loción.

El reloj marca las 9:00 en punto, salgo de mi apartamento y finalmente salgo del edificio inmediatamente Hugo abre la puerta del auto para permitirme entrar a este dándome así los buenos días, acto que correspondo con simpleza. Esta noche mi madre ofrecerá una gala en celebración a su cumpleaños, aparentemente mi presencia en esa gala es de suma importancia para ella, sin mucha opción accedo a su petición. Treinta minutos después llego a la compañía, salgo del auto e ingreso al edificio frente a mí.

[.....]

El horario de trabajo ha culminado, cierro el computador, ordeno los documentos que se encuentran desparramados en el escritorio, la voz aguda de Atena me hace levantar hasta su complexión, supongo mi madre la ha invitado a la gala por esa razón aún no se ha retirado, tomo mi saco del perchero, Atena toma su bolso y salimos de mi oficina.

Hugo ya nos espera fuera de la compañía, le doy acceso primero a Atena para finalmente subir yo, en cuanto estoy dentro el auto se enciende, tomando el curso del camino, en el transcurso a la casa de mi madre, Atena y Yo mantenemos una plática bastante fructífera. Llegamos a la casa de mi madre, Hugo estaciona el auto, salgo inmediatamente espero a que Atena salga para adentrarnos en la casa frente a nosotros. Como lo imaginaba; la gala es en el jardín como cada año, al llegar mi madre nos recibe con una sonrisa en el rostro.

A lo lejos puedo ver a varios amigos de la familia la mayoría de estos son empresarios, amigas de mi madre, colegas de Henry y por supuesto los herederos de los empresarios, que a decir verdad no son una competencia para mí.

[.....]

Así pasan unas cuantas horas, decido retirarme he cumplido mi promesa y ya no tengo absolutamente nada que hacer aquí, busco a mi madre para poder despedirme de ella, finalmente la encuentro.

- Madre, me retiro - los ojos de mi progenitora se posan sobre mí; al escuchar mis palabras

Alice: ¿Tan pronto? - la cara de mi madre cambia radicalmente se perfectamente que quiere lograr pero no funcionará

- Si, tengo una junta importante mañana - una risa acida se cuela por sus finos labios, pero no dice nada más, deja un beso en mi mejilla acto que repite con mi acompañante.  Atena se retira al igual que yo, en cuanto salimos de aquella casa, Hugo abre la puerta del auto y subimos a éste.

Un par de minutos después llegamos al apartamento de Atena, ella sale he ingresa a su edificio, el auto se pone en marcha nuevamente. El tráfico ha incrementado, puesto que la lluvia se ha convertido en el acompañante de esta noche, mientras miro por la ventana como las gotas de agua se deslizan por el cristal del auto, los movimientos de unas manos captan toda mi atención.

Joaquín se encuentra bajo la lluvia tratando de parar algún auto; supongo en busca de ayuda, sin pensarlo dos veces le ordenó a Hugo que pare el auto, Joaquín se encuentra a pocos metros de mí, bajo el vidrio para poder llamar la atención del castaño.

-No sabía que disfrutabas la lluvia de está manera - mi voz logra captar su atención a lo cual voltea su mirada en mi dirección.

- ¿Quién eres? - la confusión con la que sale su pregunta me hace soltar una risa

- No me recuerdas, Wow eso sí que duele - mis palabras salen juguetonas

- ¿Emilio? - pregunta con sorpresa y confusión aunque puedo jurar que es más confusión que sorpresa.

- Vaya no has perdido la memoria - puedo notar como voltea los ojos ante mi respuesta, a lo cual sonrió en victoria.

- Si solo te paraste para joder, puedes irte no necesito tu ayuda - definitivamente no espera esa respuesta por su parte.

- Necesitarías tener relevancia para querer joderte - el silencio se hizo presente por primeras vez en la noche - Pero soy un buen ciudadano así que te ayudaré

- Ja tú, ayudarme por dios no me hagas reír - que le pasa a este chico, acaso esta loco

- ¿Acaso te conté una broma? - el desconcertó en mi voz se hizo presente, al igual que mi ceja se eleva ligeramente

- Olvídalo Emilio - estuvo a punto de darme la espalda así sin mas, esto me estaba hartando

-Vamos sube al auto - digo finalmente a lo cual el simplemente contesta sarcástico.

- No gracias - contesta con simpleza

- No te pregunté si querías o no, sube al auto - mi voz se hizo más clara y gruesa este niño comenzaba a irritarme.

- Yo tampoco pregunte - que valor el de este niño 

- Sube al auto, morirás de hipotermia entonces tendré que encubrir tu muerte - digo esto un deje de humor 

- Prefiero morir de hipotermia, antes que estar en el mismo auto que tú - bien este jueguito de niños acaba ahora.

Bajé del auto importándome poco el mojarme por la lluvia, me acerque a Joaquín pidiéndole una vez más que subiera al Auto, el simplemente me dio la espalda. Oh no, no lo harás Bondoni.

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🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora