🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]

|| 33 ||

Joaquín
11:46 pm, CDMX

*El calor de tu cuerpo, las sábanas mojadas y el placer que me hace gemir, es el tempestuoso vicio que me va a joder*

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Mi piel se contrae al sentir besos húmedos siendo repartidos por toda la extensión de mi cuello, deleitándome con los sensoriales choques de electricidad; que son repartidos por todo mi cuerpo.

Mis ojos se abren ante tal sensación, el sol de la mañana golpea abruptamente mis ojos, provocando el ardor de estos, una voz gruesa se cuela en mi sistema auditivo, procesando aquella voz; hasta que soy consciente del poseedor de la misma.

- Duermes demasiado - me dice aquel rizado, inmediatamente mis ojos escanean su torso desnudo y las imágenes de la noche anterior golpean mi mente sin compasión.

El delicioso jugueteo de nuestras bocas unidas, el deseo que se apodero de mi cuerpo, su carne dentro de mí, los gloriosos orgamos a los que me hizo llegar sin piedad de mí, el choque de nuestros cuerpos unidos y la sinfonía que nos acompañó en toda la noche. El calor se apoderó de mis mejillas, haciéndome desviar la mirada, del autor de la noche anterior.

-¿Qué hora es? - pregunto, al ojos avellana

- 11:46 - mis orbes saltan tan abruptamente que siento que en cualquier momento caerán al piso - descuida después de una noche ajetreada, necesitabas descansar- una sonrisa pícara se apodero de ese bello rostro de dios griego que porta, el carmesí invade nuevamente la situación

- ¿Qué es esto? - dirijo mi vista al pequeño frasco, que se encuentra reposando en la mesita de noche junto a mi cama

- Tomalá, si sientes molestia -mi entrecejo se frunce y el rizado se acerca a mí, logrando que mi respiración se vuelve más pesada y difícil de controlar - Iré a la ducha, ¿gustas acompañarme? - esta vez su rostro está a escasos centímetros del mío, tanto que puedo sentir su aire caliente rozando mis labios.

- ¿Solo ducharnos? - el rizado asiente

- A menos que quieras que apriete y abra ese lindo trasero - mi cuerpo se tensa y una corriente recorre mi espina dorsal - Tranquilo no muerdo - se retira de nuestra cercanía

- No, me duchare más tarde, gracias por tu oferta - una sonrisa burlona se instala en sus labios, esos labios que la noche de ayer, recorrían mi cuerpo sin pudor, como si quisiera impregnarse de mi sabor, mandando descargas eléctricas de placer.

- Bien- dice esto restándole importancia, al instante que lo veo desaparecer de mi vista adentrándose en el baño de mi habitación

Soltando a la vez, el aire que he retenido durante la presencia del rizado. Mi mirada se posa en el hueco que abunda la cama, donde tiempo atrás el rizado se encontraba, inconscientemente mi dedo sigue la silueta de mis labios, mientras que mi mente divaga en los acontecimientos de la noche anterior.

......

¡¡Joaquín!!

Me había sumido tanto en mis recuerdos; que la voz del rizado había pasado por desapercibida, rápidamente me dirijo a la puerta del baño para escuchar mejor que lo que sea que tenga que decirme.

—¿¡Que necesitas!? - contesto al llamado que me proporcionado Emilio

—Pásame una toalla, la he olvídalo - por inercia mi vista se dirige a toda la habitación en busca de la toalla, encontrándola en un pequeño taburete color blanco, con patas de madera - oh mierda - tomo aquella toalla y con mucho nerviosismo en mi sistema, entro a aquel baño.