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Narradora Omnisciente

* Voy a empujarlo hacia abajo, voy a extenderlo, voy a saborear su lengua, voy a chupar su sangre, voy a darle forma a mi amor y voy a hacerte intentar, solo dame la mano con tu cuerpo desnudo*

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Es bien sabido que la base de toda relacion es la confianza y la comunicación, estas dos objetividades que muchas veces pasamos por alto creyendo ingenuamente que son solamente charlatanerías para captar a un público, pero la triste realidad es que como humanos dependemos de estas palabras, ya que a nadie le gusta confiar en mentirosos, por esta razón hemos implementado estas dos palabras en nuestra vida diaria y claramente en nuestras relaciones personales, ya sea con amigos, familia o intereses amorosos.

Las formas en las que conocemos a las personas y hablo del ámbito sentimental, son únicas e inigualables, cada uno tiene su pequeña historia de Amor desde su extraño encuentro, hasta el día en que juran están juntos para siempre. Pero la vida no es un cuento de hadas, y esa no es la historia de nuestros protagonistas.

Han pasado un par de semanas desde lo ocurrido en la primera cita de los rizados, desde aquella noche algo cambio dentro de ambos, la plática continuó hasta el amanecer y como sus cuerpos lo pedían a gritos una vez más se sintieron dejando que sus cuerpos fueran acariciados por las sabanas de seda.

Joaquín se estaba dando la oportunidad de conocer a Emilio, desde su color favorito hasta pasa tiempos y  sueños, todo aquello que le interesará al rizado, aunque no era tarea fácil, ya que parecía que todo aquello que le importase a Emilio rondaba entorno a la compañía, pero Joaquín era obstinado y claramente no se rendiría tan fácil. A pesar que Emilio no le contaba todo, se había vuelto bastante bueno en saber leerlo tanto que en cierto punto le dio miedo saber todo y nada del rizado.

Por otra parte, no había nada que no conociese ya el rizado de Joaquín, pero claro sabía mantenerlo en sumo secreto para Emilio el ruloso se había convertido en un libro totalmente expuesto, uno que ya se había leído más de cinco veces.

Ninguno de los sabía cómo describir aquello que comenzaba a florecer, así que simplemente lo dejaron pasar aun cuando la respuesta estaba frente a ellos. 

La pregunta era ¿Cuánto tardarían en entenderlo?

El rizado mayor se encontraba en su apartamento, en específico en la planta alta de este, recostado sobre su cama mientras que su fiel acompañante de rulos descansaba plácidamente a su lado. Al notar la figura de Joaquín sobre sus brazos una genuina sonrisa se instaló en sus labios, en el pecho se le incrusto un sentimiento cálido tanto que llego a ser abrumador, recorrió con su mirada el de cuerpo mas pequeño, pasando por sus piernas, muslos, cadera y cintura del mas bajo hasta llegar a sus mejillas coloradas como manzanas, sus pestañas largas y tupidas sobrevolaban por sus pómulos, su rostro era fino cual porcelana por este un pequeño rulo descendía atravesando la frente del ojos miel, sin despegar la vista de su rostro, el dedo índice del mayor viajo por el rostro del ruloso hasta apartar el pequeño mechón dejando su cara libre de vista.

Nunca imagino que aquel desconocido que conoció en un club, se convertiría en más que un simple acoston de una noche, y como le dijo a Atena, aquel chico era diferente y Emilio lo supo desde el momento en que probó su piel, desde el momento en que su pensar se invadió de su fragancia y desnudes, de lo excitante y poco común que le resultaba el pequeño.

Ahora no solo eran amantes de cuerpo y piel, si no que aquella conexión se hacía cada vez más intensa, convirtiéndose en algo a lo que ambos no estaban preparados para admitir. Por esta razón ante el mundo solamente eran compañeros de cama, pero ambos sabían muy bien que no solo era el sexo por lo que se mantenían juntos.

🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora