🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]

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Narradora Omnisciente

*Intento no olvidar mis palabras por que cuando estoy cerca de ti tiendo a cambiar de opinión, me prometo a mí mismo a no caer en el viejo habito, porque la angustia es cruel y el amor es una perra*

Two Feet _ Love is a Bitch

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Ambos rizados se encontraban en las obscuridad de aquel gran departamento, el cuerpo del ojo miel era acariciado por la poca luz que se filtraba por la ventana de la estancia dándole un espectáculo digno de admirar al rizado mayor. Este por su parte no paraba de recorrerle el cuerpo al más bajo sintiendo la fineza de esta, tocándolo cual porcelana bajo su tacto robándole jadeos al ruloso, jadeos que poco después se convirtieron en excitantes gemidos llenos de placer puro.

Joaquín por su parte disfrutaba y anhelaba cada caricia que el rizado repartía por todo su cuerpo, grabando cada roce, cada sonido, cada gemido en su cabeza y es que el tacto del rizado no se comparaba con ningún otro tacto este le tocaba de una manera única, delicado sin perder lo deseoso de este como si fuera una pieza de arte delicadamente sensual, pero lo que más le volvía loco es que así como podía ser tierno, podía ser un maldito, nunca había experimentado aquello que el rizado le brindaba que con un solo toque lo podía hacer llegar a un muy placentero orgasmo.

La única prenda que separaba sus intimidades comenzaba a ser demasiado molesta para el pequeño ruloso, estaba tan duro que comenzaba a ser casi insoportable.

—Por dios Emilio duele – espete esperando que la espera terminara necesitaba sentir el calor de su boca envolverme

El mayor simplemente rio ladino comenzando a dejar besos húmedos por todo el torso de la pequeña tentación bajo su cuerpo como le llamaba. Sus besos se detuvieron en el inicio del elástico del calzón de Joaquín el cual marcaba su abultado miembro, la mano de Emilio comenzó un roce en el pene de Joaquín a pesar de ejercer aquel movimiento aun sobre la tela, el menor no pudo evitar arquear su espalda debido a los choques eléctricos que le recorrían la piel.

Al más alto le gustaba ser rudo y agresivo, pero todo cambio cuando estuvo con el ruloso con el encontró otro tipo de placer, a pesar que Joaquín no se quejaba por ser rudo, el mayor cuidaba en todo momento el placer del más pequeño.

Debido al roce lento que ejercían las manos del rizado mayor, el pre – semen comenzó a mojar el calzón del ojos miel fue entonces que Emilio de un rápido y brusco movimiento, quito la única prenda que le estorbaba la vista del pene del más bajo este acto logro robarle un gemido sonoro a Joaquín — Ohh dios ahh — la boca de Emilio inmediatamente ataco los labios del pequeño ruloso, saboreando su lengua, mientras que su mano se encontraba masajeando el falo de Joaquín con su dedo pulgar rozo el glande del ojos miel entre cortando el beso en gemidos y jadeos.

— Dios vas a matarme – hable, colocando mi mano en la nuca de Emilio, evitando así el distanciamiento de su rostro y el mío

— ¿Quieres ver todo lo que puedo hacer con tu cuerpo? – espete con ese toque tranquilo y rasposo en mi voz, lo haría venir cuantas veces me complaciera dejándole en claro que su cuerpo solo me pertenecía a mí.

En un asentimiento tímido acepto el menor Bondoni, los ojos del rizado se obscurecieron a tal punto que la piel de Joaquín se erizo de sobremanera. Emilio volvió su boca a Joaquín pero esta vez no a sus labios si no a su cuello, aquella zona que era el punto débil del menor el cual al instante cerro sus ojos dejándose embriagar por tan placentero roce húmedo en su piel. El ruloso ladeo la cabeza para brindarle más espacio a su acompañante.