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Joaquín
9:21 am, CDMX

*Espero que estos pequeños momentos me acompañen por millas, abro la ventana solo para ver si estas cerca, desearía poder decirte todos estos sentimientos que afloraron por ti, pero es mejor si los sientes a través de mi cuerpo*

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—Ahh Emilio — mis uñas se enterraron en su carne, sus manos apretaron mis caderas soltando un gruñido al vaciarse dentro mío, su mano ascendió hasta llegar a mi mejilla, logrando que nuestras bocas se uniesen y se comieran en un delicioso beso lleno de humedad.

— Sigues pensando que el sexo no arregla nada — soltó, arrancándome una sonrisa vergonzosa de la boca.

— Cállate — espete, agradeciendo que aún fuera de noche y mi rizado no pudiera notar el carmín que habían adoptado mis mejillas por su comentario.

Emilio salió de mi y un extraño vacío me inundo el cuerpo, sin quererlo un puchero se apodero de mis labios. Desde lo ocurrido hacia ya dos semanas, había permanecido como chicle a su lado, no quería separarme de él ni un instante, la culpabilidad me estaba carcomiendo y el saber que mi Emi estaba pasándola mal me destrozaba el corazón.

Me acurruque en su pecho, mientras sus dedos hacían el famoso "piojito" en mi cabeza. Los latidos de su corazón eran lentos pero rítmicos, acompañaban el compás de los míos sin dudarlo se había convertido en mi sinfonía preferida, hinchándome el pecho de una calurosidad inigualable.

Con Emilio todo era diferente a lo que ya había conocido, las palabras cada vez fluían mas y dios el sexo no tenía comparación, con solo un roce me enchinaba la piel, llevándome al extasis total, un placer que solo él podía provocar en mí. Pero más allá de lo carnal, esa sensación de protección cuando estaba con él jamás se iba, me sentía en un mundo paralelo, mi propio universo a lado de Emilio. Claro que las cosas no empezaron como yo las hubiera imaginado, estaban lejos de la imaginación ya que ambos teníamos un pasado que nos llevo a buscar el refugio en el cuerpo del otro, convirtiendo nuestro encuentro en algo imperfecto. Pero yo no buscaba perfección, yo buscaba protección, amor, deseo, felicidad y algo fuera de lo común y con Emilio encontré todo aquello que tanto estuve buscando bajo las sombras.

Sin importar que, nuestros cuerpos se pertenecían uno al otro, estaban condenados a Sentirse de por vida.

[......]

Me removí en la cama al sentir besos húmedos en el hueco de mi cuello, una sonrisa ladina salió de mi boca reconocía aquellos labios como si fueran los míos, me volteé para quedar frente a mi rizado, el sol que emanaba de las ventanas se pegaba a su piel haciéndola lucir un poco mas bronceada de lo que ya era. Detuvo su recorrido en mi cuello para irse directo a mi boca, su lengua pidió acceso inmediato a mía, mis labios se abrieron comenzando una danza entre lenguas. Dios esto era la gloria.

Pequeños jadeos comenzaban a integrarse en el beso, la mano de Emilio bajo hasta mi cintura enviando miles de corrientes eléctricas a mi cuerpo. Proto se colocó encima de mí, sin dejar caer todo su peso sobre mi cuerpo, sus brazos se encontraban a los lados de mi cabeza, abrí mis piernas para darle mas comodidad, al hacerlo su miembro aun dentro de la tela rozo el mío aun expuesto por la noche anterior — Ahmm— proclamé en su boca, una sonrisa comenzó a formarse, sintiendo como jalaba mi labio inferior al separarse del beso.

— Debo ir a trabajar — dijo, le ignore besando su cuello como sabía que le gustaba — Joder pequeño, si sigues así mandare a la mierda el trabajo — sonreí, sabia que mis besos lo volvían loco, pero no podía empezar algo y no terminarlo

🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora