Capítulo 28 Futuro.

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Me cuesta mucho trabajo pero logro abrir solo uno de mis ojos, el derecho para ser especifico; el otro duele demasiado y no puedo abrirlo, extrañamente todo el cuerpo me duele.

-Señor Agreste, por favor, quédese conmigo- Mi vista logra enfocar a Ladybug, está justo sentada a un lado mío.

¿Y porque me dijo así? Estiro mi mano para intentar tocarla, mi mano se queda estática cuando logro visualizarla; he perdido la transformación...

Por ello sabe quién soy, esto es magnífico, simplemente perfecto, soy un completo idiota; Nathalie tenía razón, debí huir, debo mantener mi secreto, ahora definitivamente todo se ha terminado para mí.

-Señor Agreste- Con un ojo no es muy visible pero se escucha afligida –Perdió la transformación cuando estaba bajo los escombros, intente sacarlo cuando me di cuenta pero...

Eso explica porque no puedo abrir el otro ojo y mi cuerpo duele demasiado, creo que es un verdadero milagro que continúe así.

-Esto se acabó.

-Tranquilo, arreglare todo- ¿Arreglar qué? –Pero antes necesito que renuncie al miraculous...

¿Por qué debo hacer eso? ¿Para qué quiere que renuncie a mi miraculous?

Sostengo mi mano hacia ella, intento acercarme, intentar tocarla pero estoy herido seriamente y mi fuerza se agota; suelto débiles quejidos.

Quisiera levantarme y seguir peleando, supongo que se ha terminado y no pude traer de vuelta a Emilie; he fallado, se lo prometí y falle como el fracaso que siempre he sido.

Ella estuvo para mí cuando la necesite y no pude hacer nada ahora que necesito de mí, solo debía hacer una cosa y falle...

-¡Maldición!- Es lo único que digo antes de sentir las lágrimas salir de mis ojos.

Imparables y con una desagradable sensación; a fracaso, derrota y humillación. Llorar frente a ella no era precisamente lo que quería pero esto... no sé porque me siento así.

De la nada mi mano es tomada, me sorprende y cuando fijo mi vista hacia mi mano estirada lo único que veo es la mano de Ladybug sosteniendo firmemente la mia.

Por un momento las lágrimas dejan de salir, solo puedo observar nuestras manos con mucha sorpresa; también impacta la sensación de tranquilidad que de pronto siento, su mano es más pequeña que la mia, pero me da una calidez inimaginable.

Por un solo segundo cierro mi mano alrededor de la suya, cubriéndola como si lo hubiera hecho antes; duro con esa esa sensación que me es tan familiar pero no entiendo porque, ¿Es el día en que todo lo extraño en mi vida me persiga?

-Necesito que renuncies a ese miraculous- Ordena ¿Por qué tanta insistencia con eso?

-Tendrás que quitármelo si lo quieres...- No es problema para ella, está en mi cuello y me es totalmente imposible moverme.

-Señor Agreste- ¿Por qué insiste en hablar? -Todo ese tiempo usted fue Hawk Moth... -Afirma.

-Parece obvia la respuesta ¿No es así?

-Sospeche de usted hace tiempo pero... lo akumizaron- Tiene varios años eso.

-Me akumice a mí mismo para despistarlos, no es nada complicado.

-¿Por qué...? ¿Su esposa? ¿Es porque ella desapareció?

-Sí, es por ella- Intentaba que esta fuera menos doloroso –Y no está desaparecida.

-¿Qué le hizo?

-¡No le hice nada!- Grito furioso –Jamás le haría algo, esto lo hago por ella y por culpa de esos malditos miraculous, desearía que jamás los hubiéramos encontrado, esas cosas solo arruinaron nuestras vidas.

𝐼𝑚𝑝𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 [𝐺𝑎𝑏𝑟𝑖𝑛𝑒𝑡𝑡𝑒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora