𝐼𝑚𝑝𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 [𝐺𝑎𝑏𝑟𝑖𝑛𝑒𝑡𝑡𝑒]

Capítulo 29 Permanencia.

Esto fue todo un éxito, al menos desde mi punto de vista lo fue; ella tiene un sentido de la moda nuevo y fresco que será el futuro de la moda, un gran futuro tiene esa chica.

Estoy algo exhausto, aunque he de admitir que Adrien tenía razón y fue bueno haber venido, ahora estoy al pie de las escaleras esperándolo, dijo que iría a cambiarse y volvería para finalmente retirarnos.

-Señor Agreste- La melodiosa voz de ella me saca de mis pensamientos, estoy por levantarme pero ella se adelante y toma asiento junto a mí -¿Se divirtió?

-Fue un placer haber visto todo esto, la felicito enormemente por su gran éxito esta noche.

-Gracias, es un honor viniendo de usted- Me sonríe, con tanta lástima que me pregunto porque –Quería decirle... aunque ya ha pasado tiempo, lamento lo de su esposa.

-Lo de mi esposa duele- Carraspeo –No recordar que sucedió con exactitud duele aún más- Parece incomodarle lo que dije –Es algo con lo que he aprendido a vivir.

-Al menos... usted ¿Lo ha superado?

-Sí, pero empiezo a creer que el dolor jamás se ira- Evito mirarla, ni siquiera sé porque le estoy diciendo esto.

-¿Se siente mejor? -Me dedique a mi hijo y a mi empresa, eso ayudo pero como dije el dolor está ahí, junto a muchos otros de mis dolores- El incesante vacío que sigue en mí y que siempre estará.

-No se escucha muy alentador- Sé que no, no debería decirle estas cosas menos a ella –Debería aprovechar- ¿Aprovechar? –La vida no siempre nos da segundas oportunidades.

-¿Se refiere a mi accidente?

-A-Ah, claro, ¿A qué otra cosa me referiría?- La veo nerviosa -Solo quiero decir... merece algo mejor que quedarse en su soledad ¿No lo cree?

-Tengo la sensación de que no- Los nervios en ella crecen, puedo notarlo por como juega con sus dedos –Y eso está bien, supongo.

-¿Está bien para usted?

-¿Qué más podría hacer?- Esta charla comienza a incomodarme, no sé qué le interesa tanto de esto –Audrey me dijo que ya nos conocíamos...

-Sí, gane un concurso que usted hizo y además estaba en la misma escuela que Adrien así que nos vimos un par de veces más.

-No tengo ningún recuerdo de ti.

Cuando toque su mano tuve una muy extraña sensación, con solo su toque me dio tanta calma y paz que he perdido; como si nos conoceremos de toda una vida, aunque quizás este exagerando.

No recuerdo haber sentido algo así aunque mi cuerpo responda como si lo extrañara; juego con mis manos hasta que observo con detenimiento la cicatriz que atraviesa mi mano, la cual hasta ahora desconozco su origen.

-¿Qué le paso?- No me he dado cuenta que ella también está observando aquella cicatriz.

-Ah... no me gusta hablar de ello- Realmente es porque no puedo, a todos les ha causado curiosidad, Emilie, Nathalie y Adrien, jamás pude contestarles.

Se acerca a mí para verla más de cerca, parece intrigarla demasiado, tanto que sin previo aviso toma mi mano entre las suyas para mirar más de cerca.

Esto en otra ocasión me hubiera molestado enormemente, me parece una total falta de respeto pero la emoción y respuesta que emite mi cuerpo hace que le permita tocarme.

-¿Fue reciente?- ¿Qué? –Quiero decir... ¿Tiene mucho tiempo que se hizo esa herida?- ¿Por qué de pronto le interesa?

-No, la tengo desde hace años.