LIBRO I: LAS CRONICAS DE CAS JACKSON
¿QUÉ OCURRE SI UN DÍA DESCUBRES QUE ERES HIJA DE UN DIOS GRIEGO? Eso es lo que le sucede a los mellizos Percy y Cas Jackson, que a partir de ese momento comienzan a vivir una vida completamente distinta a la...
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SI ME ESTÁS ESCUCHANDO APOLO, déjame decirte que lo mínimo que podría haber echo tu Oráculo, era volver solo al desván...Vale, parece que cierto Dios del Sol prefiere hacer intervenciones especiales. Así que aquí estamos; Percy y yo cargando a la momia con Grover guiándonos. Y creo que mi bajón de popularidad los había arrastrado conmigo.
—¡Cuidado con la cabeza!—nos advirtió.
El trompazo que le dimos al rostro momificado levantó una nube de polvo—¡Mierda!—maldije—¿Hemos roto algo?
—No sabría decirte—repuso Grover.
Me senté en el suelo del desván luego de que colocáramos a la momia en el taburete. ¿Quien habría dicho que algo así pudiera pesar tanto? Hasta que no salimos del desván y cerramos la trampilla de un portazo no me quede tranquila.
—Menudo asco—dijo Percy. No dije nada, me sentía algo abatida. Sabia que mi hermano y Grover estaban intentando hacerme sentir mejor. Todo el mundo debería estar indignado conmigo por haber perdido contra las cazadoras. Además, de mi pequeño altercado con Thalía. Además de claro, mi breve alucinación. Antes de que alguien pudiera decir nada. Thalía subió las escaleras con gran estrépito. Oficialmente no nos hablábamos, por lo que miró a Grover y Percy: —Percy, vamos.
—¿Para qué?—quise saber.
—¿Ha dicho algo?—le preguntó a mi hermano. Puse los ojos en blanco.
—Dionisio ha convocado un consejo de los líderes de cada cabaña para analizar la profecía—dijo—, pero tristemente, y como vosotros sois dos, Cas no puede asistir luego de lo ocurrido—Abrí la boca totalmente indignada, sobre todo al ver que Thalía sonreía, le encantaba que me hubiera quedado fuera—, tú hermana se queda en el banquillo, Perseo. Vamos.
Percy me miró con lastima, pero yo solo podía ver , con los puños cerrados del coraje, como Thalía bajaba las escaleras.
* * *
Estaba enfadada con todo el mundo. Bueno, no con todos todos pero...¡Agh! No me presente a cenar aquella noche y eso fue un error, porque se presentaron en la cabaña Percy, Quiron y Grover.
—Cas—Percy se sentó a mi lado, también parecía desanimado. Me bastó mirarlo para entender que le pasaba; Percy no iría a la misión.
—¡Lo siento, Percy!—dijo Grover sentándose en la cama con nosotros—No sabía que ellas...que tú...¡De verdad!
Grover parecía muy disgustado—No pasa nada—lo animo Percy.
