LIBRO I: LAS CRONICAS DE CAS JACKSON
¿QUÉ OCURRE SI UN DÍA DESCUBRES QUE ERES HIJA DE UN DIOS GRIEGO? Eso es lo que le sucede a los mellizos Percy y Cas Jackson, que a partir de ese momento comienzan a vivir una vida completamente distinta a la...
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QUIRON había decidido en que habláramos por la mañana, lo cual era como decirnos: «Vuestra vida corre un peligro mortal chicos, ¡Que durmáis bien!» A raíz de eso dormí poco y despertándome al alba y al ver que Percy seguía en el quinto sueño me decidí a entrenar sabiendo que posiblemente me encontraría con algunos de Ares.
—Buenos días—algunos chicos de Ares me saludaron. Fui hasta uno de los maniquíes que había en la arena y cuando destapé a Marea comencé a practicar mis golpes.
—No sabía que eras un pájaro madrugador—Instintivamente me di la vuelta y coloqué la punta de mi espada en el cuello de alguien —buenos días para ti también.
—¡Lee! Lo siento, me ha salido solo.
—Na, no te preocupes.
Un poco nerviosa me pase la mano por el pelo intentando colocármelo lo mejor posible, Lee me dio una pequeña sonrisa y me coloco un mechón de pelo detrás de la oreja, era el mechón gris que me había aparecido después del invierno pasado—¿Es cierto que sujetaste el peso de Atlas?
—Si, es lógico que Atlas deseara tanto darle ese peso a cualquier otro—dije.
Recordé como por un momento había creído que aquel peso acabaría conmigo, hasta que Apolo me animo a seguir.
Apolo...hacía mucho que no me acordaba de él.
—Cas.
Sacudí la cabeza volviendo a la realidad—Mm, si, solo pensaba.
Lee sonrió, era una de esas personas que con sonreír, te hacía sonreír al instante, me gustaba su sonrisa—En fin, ¿que haces despierta tan temprano?
—¿Y tú?
—Mis hermanos y yo nos solemos levantar temprano, normalmente a esta hora solo somos nosotros y los hijos de Ares en el campamento—me apunto con el dedo—, pero no evites mi pregunta, sueles levantarte más tarde.
—¿Sabes a que hora me levanto?—pregunte divertida mientras alzaba las cejas.
—¿Que- yo...no es eso, solo que- bueno—se puso nervioso al instante.
Reí dándole una palmadita en el brazo—Tranquilo, solo me metía un poco contigo.