LIBRO I: LAS CRONICAS DE CAS JACKSON
¿QUÉ OCURRE SI UN DÍA DESCUBRES QUE ERES HIJA DE UN DIOS GRIEGO? Eso es lo que le sucede a los mellizos Percy y Cas Jackson, que a partir de ese momento comienzan a vivir una vida completamente distinta a la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAOS Y MÁS CAOS. Era una pesadilla, una jodida pesadilla de semidios, pero, ¿porque se sentía tan real?
—Porque es real, niña.
Me giré rápidamente ante la voz desconocida, llevando mi mano a mi bolsillo—¿Q-que?—estaba vacío, el otro bolsillo, también vacío. No tenía a Marea encima, y aunque no había pensando en querer recurrir a ella tampoco llevaba encima a Aurora—¿Cómo? ¿Quien eres tú?
—No te asustes niña—me estaba empezando a poner de los nervios llamándome "niña". ¿Quien era ese tío?
—Mi nombre es Octavio Augusto, primer emperador de Roma, hijo de Apolo y primer portador de Aurora. Era un tipo joven, alto, y delgado, pero con complexión atlética, tenía el pelo rubio cenizo y vestía lo que supuse que sería una toga romana imperial de color blanco, con una curiosa capa morada colgándole de los hombros, además de una coraza con relieves alusivos a diferentes dioses Romanos evidentemente.
Augusto...Augusto—¿De verdad que eres el Octavio de Roma? —Octavio asintió —Dime que esto es un sueño.
—No lo es niña.
—Oye, déjate de "niña", que aunque es evidente que tendrás tropecientos años, aparentas poco más que yo—lo señalo—Ahora dime, ¿que está pasando?
—La razón de tus preocupaciones.
Río irónicamente—Uy, pues lo tienes difícil—me cruce de brazos —¿cuál de tod- —Mire donde Augusto estaba señalando y sentí como si el corazón se me detuviera—Tifón.
Para los suertudos que no conocéis a Tifón os lo presento; Tifon es el padre de todos los monstruos, una celebridad entre los semidioses. Después de todo, no cualquier monstruo da tantos problemas a los dioses, la primera vez que se enfrentaron a él, según la mitología, huyeron derrotados a Egipto creando así el panteón egipcio, solo Zeus y Atenea se quedaron. Tifón era, es más bien, el último hijo de Gea de tal colosal tamaño que podía alcanzar las estrellas, con cabezas de dragón por dedos y un gran número de serpientes entre sus muslos con incluso más serpientes formando sus piernas a partir de estos, y por si fuera poco tenía alas con las que creaba huracanes (de ahí que se conozca como Tifon al ciclon tropical del Hemisferio Norte) y terremotos, vomitaba fuego y lava de su boca—Quizás la peor pesadilla de los dioses—murmuro Octavio a mi lado.
—¿Esto está pasando ahora o solo quieres que vea esto?—No era la primera vez que a un semidiós se le hacía ver algo que no ocurría.
—Lamento decirte que es lo que está ocurriendo ahora mismo, niña.
Lo mire horrorizada—¿Porque quieres que lo vea?
Simplemente señaló, mire donde estaba señalando y mi corazón se detuvo—¡Apolo!—Quise correr a ayudarlo de forma instintiva, pero no pude moverme—¿Que?—Intente moverme pero nada.