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- ¿Cuál es la idea que tienes? - le preguntó Jacob. Todos estaban en la sala pues habían esperado a que Stephen y Annie llegaran del trabajo.

-Primero, creo que estoy lista para saber que pasó el día del accidente- dijo Vanessa. Sus amigos intercambiaron miradas llenas de tensión.

-Ya hablamos de esto mi esmeralda, debes de recordarlo por tu cuenta y si en un tiempo no lo haces nosotros te lo diremos- le dijo Annie bastante calmada. Vanessa soltó un suspiro pesado, pero ya tenía un plan por si se seguían negando.

-Ya sé lo que pasó- dijo con los nervios a flor de piel. Estaba mintiendo, pero creía que sólo así sus amigos le dirían la verdad. Todos parecieron ponerse nerviosos menos Annie quién mantenía la calma.

-Vanessa podemos explicarlo- dijo Tamara completamente nerviosa, pero fue interrumpida por la menor del grupo.

-Mejor que ella nos explique, dinos que pasó el día del accidente Vanessa- dijo bastante segura de sus palabras. Vanessa movió los labios, pero todos se dieron cuenta que no tenía idea de que decir.

- ¿Lo recuerdas o no peque? - preguntó Jacob. Vanessa negó con la cabeza y todos parecieron relajarse, Annie rio aliviada.

-Te conozco Vanessa, si supieras la razón del accidente hubieras saludado de manera diferente- dijo Annie a modo de consuelo.

-No hace falta que nos mientas, sé que puede ser frustrante no saber algo importante de tu vida, pero no estás lista- le dijo Stephen mientras le rodeaba los hombros con su brazo. Vanessa suspiró frustrada. Creía que su plan funcionaría, pero Annie tenía razón. La conocían más de lo que ella misma se conocía.

- ¿Esa era la gran idea que tenías? - le preguntó Richard a modo de juego para liberar un poco la tensión que se había formado.

-Era una, la otra idea es que los veo a escondidas por que se supone que debo obedecer a mis padres ya que vivo en su techo. Si me mudo aquí ya no deberé de mentirles y podré ser feliz viviendo con ustedes- dijo Vanessa.

-Un momento, ¿te das cuenta de lo que dices Vanessa? - dijo Jacob a modo de broma, pero cuando vio que a la chica no le hizo gracia se dio cuenta que hablaba muy enserio.

-Vanessa no es tan fácil como parece. Somos personas normales, no sólo chicos felices todo el tiempo. Tenemos que trabajar y estudiar al mismo tiempo, tenemos obligaciones. Tenemos a mamá y a papá, pero solo los vemos un fin de semana en fechas especiales. No es solo mudarse, es todo lo que conlleva- dijo Tamara

-Puedo hacerlo, buscaré un trabajo y así no seré una carga- dijo a Vanessa a modo de súplica.

-Peque, si piensas que es así de fácil te falta mucho por aprender- le dijo Jacob.

-Por favor, si me mudo aquí ya no tendría que ocultarme- suplicó Vanessa.

-Te tengo un trato, consigue un trabajo y yo misma te ayudaré en la mudanza- dijo Annie. A Vanessa le parecía un buen acuerdo. Sus amigos parecieron calmarse después de esa conversación. Richard y Jacob fueron a la cocina a preparar una botana mientras que Annie subió a su habitación con nervios.

- ¡Baja tu laptop para que todos veamos cuando te lleguen los resultados! - le gritó Tamara desde la sala.

- ¿Le llegan hoy? - preguntó Vanessa. Stephen asintió mientras se sentaba junto a ella.

-Se supone que se mandan a las tres de la tarde así que ya casi deben de llegarle- dijo Stephen. Annie bajó y puso su laptop en la mesa de centro. La bandeja de entrada de su correo estaba llena de correos escolares.

-Faltan diez minutos para las tres, cálmate peque- dijo Jacob entrando a la sala junto a su novio. Dejaron algunos platos en la mesa y le dieron unas palomitas a Annie con una barra de chocolate.

Nunca Los Quise OlvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora