El grupo regresó a la casa multicolor tratando de olvidar el accidente de la plaza. Vanessa aún sentía un dolor en su cabeza, pero nada que no pudiera soportar.
- ¿Qué creen que Hugo diga cómo explicación? - preguntó Vanessa.
-Yo tengo una idea de lo que podría decir y no es nada bueno- dijo Annie caminando a la sala. Su laptop seguía en la mesa de centro así que la tomó y subió a su habitación para guardarla.
-Da igual lo que diga porque tú sabes cómo es Hugo en realidad- la consoló Tamara. Vanessa sabía que su amiga decía la verdad, daba igual que Hugo dijera una mentira, ella sabía que era una persona cerrada y desagradable.
-De igual manera, puedes contar con nosotros para cualquier cosa peque- dijo Jacob.
-Muchas gracias, aunque no creo que pase nada. No voy a creer una palabra de lo que ese idiota diga- dijo Vanessa. Se sintió segura de sus palabras y tuvo el presentimiento de que todo iría bien. Una llamada entró a su celular y se sorprendió al ver que era su padre quien le llamaba.
-Debes irte, nos vemos luego Vanessa- dijo Richard al ver quien era. Vanessa asintió mientras se despedía de todos con un ademán de mano.
- ¿Padre? - preguntó al celular mientras subía a su bicicleta.
-Hija, necesito que regreses a casa. Tenemos que hablar de algo- le dijo su padre.
-De acuerdo, voy para allá- dijo Vanessa terminando la llamada. Anduvo en su bicicleta de manera calmada, no quería llegar a casa, pero debía de hacerlo. Se tardó un poco más de lo que debería, pero al final de todo llegó. Dejó su bicicleta donde siempre y entró a casa con cuidado. Se quedó paralizada al ver a sus padres sentados en la sala y a Hugo frente a ellos.
-Vanessa, llegaste- dijo su madre, pero la chica no se movió de lugar. Observó a los otros tres con indiferencia.
-Dije que no lo quería ver- dijo Vanessa señalando a Hugo quien solo soltó una risa burlona.
-Puedo explicar lo que viste Vanessa- dijo el chico dando un paso hacia Vanessa, pero ésta retrocedió dos.
- ¡No quiero escuchar nada de ti! Padre haz que se vaya, tú mismo dijiste que no debía de verlo más- dijo Vanessa.
-Hija, escucha lo que tiene que decir y si después de eso no quieres volver a verlo no tendrás que hacerlo. Ven, siéntate- dijo su padre palmeando el lugar junto él. Vanessa rodó los ojos y se sentó junto a su padre. Hugo se sentó frente a ellos y tomó un suspiro antes de empezar a hablar.
-Empecé fumar hace un año y medio por un problema de depresión. No quiero que nadie lo sepa porque no es algo de lo que me enorgullezco. Tus padres me dijeron que me viste fumando y que incluso me tomaste fotos, lamento de todo corazón que hayas tenido que ver eso, pero todo esto tiene una razón Vanessa. Empecé a fumar por que hace un año y medio perdí a mi novia- narró Hugo.
- ¿Y eso qué tiene que ver conmigo? - dijo Vanessa molesta, pero sintió la mano de su madre sobre la suya. La chica volteó a ver a sus padres y su madre la miraba con compasión acompañada de culpa.
-Que yo perdí a mi novia porque ella perdió la memoria. Te perdí hace un año y medio mi esmeralda- dijo Hugo.
Vanessa sintió como el aire abandonaba su cuerpo. Sus manos empezaron a temblar y si no estuviera sentada se habría caído. No tenía lógica, Hugo no le agradaba. ¿Por qué sentía que el chico tenía razón?
-Estás mintiendo, tú no eres mi novio- dijo Vanessa. Volteó a ver a sus padres esperando que dijeran que Hugo mentía, pero todo en sus miradas le decían que el chico decía la verdad.
ESTÁS LEYENDO
Nunca Los Quise Olvidar
Teen FictionEl momento más importante en grandes películas es cuando el personaje principal pierde la memoria. Ya sea por qué olvidó aquellos secretos que salvarían al mundo o por que no reconoce a su amor de verano. Pero, ¿Qué pasa cuando una persona común y c...