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-Annie, despierta- dijo Stephen moviendo ligeramente a la menor quien se enderezó y empezó a pasarse las manos por la cara.

-Ya voy Cristian- dijo rascando sus ojos. Vanessa se sorprendió al escuchar el nombre del hermano de Annie. Stephen la miró con lástima. Richard y Jacob ya estaban debajo tomando las mochilas de la cajuela.

-Soy yo, despierta- dijo tomándole la cara. Annie miró a su alrededor y por sus ojos pasó tristeza, pero fue reemplazada por su expresión calmada de siempre.

-Perdón, estaba soñando- dijo, se estiró cual gato, bostezó y miró por la ventana.

-Vamos que yo ya quiero nadar- dijo Vanessa bajando de la camioneta seguida por Tamara. Estaba emocionada por ver el lago y por nadar. Stephen y Annie bajaron de la camioneta. La menor se estiró y tomó una mochila.

-Annie y yo llevamos la ropa, Jacob la comida y Richard las toallas para secarnos después de nadar- repasó Tamara. Los tres asintieron y empezaron a caminar.

El paisaje era hermoso. Un camino natural se extendía en un arco de árboles, el pasto crecía hasta la rodilla y flores de colores se veían entre la hierba. La luz del sol se filtraba entre las copas de los árboles. Varias mariposas volaban libres entre las plantas. A lo lejos se escuchaba el canto de las aves.

- ¿Por qué no vinimos aquí antes? Es hermoso- dijo Vanessa alzando la vista.

-Y aún no llegamos al lago- dijo Jacob. Siguieron caminando unos minutos hablando de temas sin importancia hasta que frente a ellos apareció el lago. Era como un espejo verde rodeado de algunas colinas. A lo lejos se veía a otras dos familias. En el lugar donde habían llegado había un árbol y un columpio colgaba.

- ¡Yo quiero el columpio! - gritó Annie soltando su mochila junto al tronco y subiendo al columpio. Casi en seguida Richard comenzó a empujarla para que fuera más alto.

-A veces olvido que sigue siendo una niña- mencionó Stephen viendo a Annie reír.

-Ven Vanessa, vamos a cambiarnos- dijo Tamara quien ya tenía su mochila a la mano.

Vanessa siguió a su amiga hasta que llegaron a unos pequeños cuartos de madera. Estaban ocultos entre los árboles y eran bastante privados. Tamara le pasó un traje, una toalla y entró a un cubículo. Vanessa entró al que estaba a un lado. Se puso el traje que Tamara le había dado, se cubrió con la toalla y salió.

Su amiga ya estaba afuera esperándola y caminaron de regreso con los demás. Tamara iba cubierta con una toalla al igual que Vanessa. Annie seguía en el columpio, aunque se impulsaba sola, Richard había extendido una sábana en el pasto, Jacob sacaba contenedores con comida y Stephen acomodaba las cosas.

- ¿Ya se cambian? ¡Yo ya quiero nadar! - dijo Vanessa. Annie se bajó del columpio y asintió. Tomó su mochila y caminó entre los árboles. Vanessa notó como Tamara estaba nerviosa por quitarse la toalla.

-Ella ya lo sabe, solo hace falta que lo recuerde. Sabes que no se burlará- le dijo Richard a Tamara.

- ¿Estás bien? - le preguntó Vanessa a Tamara. Ella asintió nerviosa y se quitó la toalla. Tamara vestía un bikini amarillo, pero bajo el top se alcanzaban a ver dos cicatrices.

-Hace poco ya pude operarme, creo que tú no lo habías podido ver- dijo Tamara algo nerviosa, pareció quererse cubrir otra vez hasta que Vanessa corrió a abrazarla.

- ¡Me alegro mucho por ti! Ojalá con esto tu disforia disminuya porque te ves hermosa- le dijo. Tamara le regreso el abrazo casi llorando de felicidad.

-Gracias Vanessa- le susurró al oído y besó su mejilla. Vanessa se sintió feliz por su amiga.

- ¿Como recuerdas lo de la disforia? - preguntó Jacob. Vanessa se dio cuenta que solo lo recordó y ya. No fue algo que le llegara a la mente, solo sabía que era. También sabía que su amiga muy probablemente ya había empezado con su tratamiento hormonal.

Nunca Los Quise OlvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora