Nunca Los Quise Olvidar

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Las estrellas cubrían el cielo mientras Stephen y Jacob acababan de poner la última casa de campaña. Vanessa ya había armado la suya con Annie.

Hacía un poco de frío así que Vanessa se abrochó su sudadera y frotó sus manos. El lago estaba casi inmóvil y no se veía ninguna luz a lo lejos. Solo la luna alumbraba a esos chicos que estaban ahí. En parte, la culpa era de Richard pues había olvidado el encendedor y no habían podido prender la fogata.

- ¿Crees que Jonathan si tenga cerillos en su auto? Tengo mucho frío- le preguntó Annie a Tamara. La menor estaba envuelta en una cobija pues se había enfermado poco después de su ataque de ansiedad gracias a que se había metido al lago y había permanecido mojada un buen rato.

-Si, dijo que tiene un pequeño kit de supervivencia en su auto para cualquier emergencia así que debe de haber unos- dijo Tamara.

Jonathan era su novio desde hacía un mes. Se había vuelto muy cercano al grupo, Tamara le dijo acerca de su transición pues no quería secretos en su relación. En un inicio le costó un poco entender acerca del tema, pero había mostrado mucho interés por conocer acerca de las mujeres trans y le pidió apoyo al grupo para investigar acerca del tema. Sin embargo, después de todo, seguía amando a Tamara por cómo era sin importar lo demás.

-No hace tanto frío, que te sigas recuperando es otra cosa- le dijo Vanessa a su novia mientras la abrazaba.

-Yo tengo frío- dijo Annie mientras se acurrucaba en los brazos de Vanessa.

- ¿No tienes fiebre otra vez? - preguntó Vanessa preocupada mientras le ponía el dorso de su mano en la frente de la menor, pero todo estaba normal.

-Ya no estoy enferma. Además, no me perdería la noche de campamento antes de entrar a la escuela. Ya casi no tendremos tiempo así que quiero aprovechar la oportunidad- dijo Annie.

-Si te enfermas otra vez será culpa tuya, yo te sugerí cambiar la fecha o que te quedaras en casa- dijo Tamara mientras se ponía una sudadera.

- ¿La peque se volvió a enfermar? Traje su jarabe por cualquier cosa- dijo Jacob mientras caminaba hacia las chicas. Annie hizo una mueca de disgusto al escuchar a su amigo.

-Ya no hace falta ese jarabe. Sabe feo, huele mal y ya lo soporté dos veces al día durante dos semanas así que ya no quiero más- dijo Annie. Vanessa rio ante eso.

-Sigues siendo una niña- dijo Vanessa con burla. Annie solo hizo un puchero infantil al momento que Jonathan y Richard llegaban otra vez con el grupo.

- ¡Encontramos cerrillos! - dijo Jonathan mientras enseñaba la caja de manera triunfal.

Richard juntó los troncos y con ayuda de Jacob prendieron la fogata. Todos se reunieron alrededor mientras Stephen pasaba una bolsa con malvaviscos y las ramas que habían juntado antes de que el sol se ocultara.

-Esto es como una película, mis amigos nunca se animaron a acampar- dijo Jonathan.

- ¿Por qué? Acampar es muy divertido- dijo Tamara.

-No lo sé, siempre tuvieron miedo de que un oso se los fuera a comer o algo así- dijo Jonathan alzando los hombros.

-No hay osos por aquí. Lo único que hay son mosquitos y por eso usamos repelente- dijo Stephen.

El sonido de un celular interrumpió la conversación. Vanessa se puso de pie y caminó un poco para contestar la llamada. Antes, hubiera sentido molestia, pero ahora, sus padres sabían dónde estaba y con quienes estaba. No más mentiras por ninguna parte.

-Hola mamá- dijo Vanessa contestando.

-Hola mi niña, ¿Qué tal todo? - preguntó su madre.

-Bien, ya pudimos prender la fogata y las casas de campaña ya están armadas- dijo Vanessa.