Capítulo diecisiete.

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Subí a mi auto y fuí en busca de Camila, volví a mirar la dirección que me había mandado por mensaje confirmando que iba bien y efectivamente ya estaba llegando.

Me detuve en una casa roja, con una cerca enorme, tomé mi teléfono y marqué su número.

- ¿Bueno? -Contestó.

- Hey, hola... estoy afuera de tu casa.

- Oh, genial, salgo enseguida -Se apresuró a decir para después colgar.

Espere unos cinco minutos y la puerta se abrió a mi lado, dejando a ver a Camila con un vestido color verde, que llegaba un poco más arriba de la rodilla.

- Estás muy linda -Y si, es la verdad... se ve hermosa.

- Tú no te quedas atrás, aún no puedo creer que estoy yendo a una fiesta contigo -Y aquí se activa el modo fan, me gusta.

- Bien, pues vamos a pasarlo bien -Sonreí.

Y así fué, puse el auto en marcha y volvimos a casa de joel, al llegar pude notar que los chicos ya estaban ahí.

- Hey, hermano ¿Cómo estás? -Erick se acercó a mí.

- Bien, todo bien -Sonreí.

- Loco, tantos años -No seas pendejo, te vi hace dos días.

- Qué pasa Richuki -Estire mi mano y él me abrazó.

- Hasta que llegas, pensé que no vendrías -Vivo aquí Joel.

- Dimelo Papi -Senti un brazo pasar por mi hombro, gire mi cabeza y era Zabdiel.

- ¡Dimelo! -Reí.

- ¡Cuñado! -Karla se acercó a nosotros.

- Hola... Bueno chicos, les presento a Camila, una amiga muy reciente y cabe mencionar que es fan también.

- Hola -Saludó con una tímida y nerviosa sonrisa.

- Hola -Parecen idiotas sonriendo así.

- Es un placer conocerte -Habló Joel.

- Igualmente, no sabes cuándo le encantas a mi mejor amiga -Sonrió Camila.

- Qué lindo escuchar eso, soy Karla, la novia de Joel -Y Hola, alguien está celosa.

- Oh, lo siento, un gusto -Dijo Camila un poco incómoda.

Miré a Karla y no pude evitar reir, Nohe y ella son iguales.

- ¿Quieres algo de beber? -Volteé mi vista  a Camila.

- Una cerveza, está bien -Sonrió.

- Voy por ella.

Me separé un poco de los chicos, para dirigirme al congelador donde estaban las bebidas, tomé dos cervezas y comencé a caminar nuevamente.

El sonido del timbre interrumpió mi paso, dejé las cervezas en le mueble junto a la puerta y abrí.

Mi corazón comenzó a acelerarse rápidamente, y sentía como la temperatura de mi cuerpo cambiaba, frente a mi tenía a una Nohe, con un vestido rojo, corto y apegado a su cuerpo, unos zapatos altos que le quedaban increíbles, un maquillaje totalmente natural, y su cabello castaño caia por sus hombros, Christopher cálmate, estás actuando raro.

- Hola -No me sonrías así, porque juro que no me controlaré.

- Hola... vestido -Mierda, Christopher eres patético -Digo, lindo vestido -Terminé por decir.

- Muchas gracias, linda chaqueta -Dijo sin quitar su sonrisa.

- Perdón, pasa... que bruto -Me hice a un lado para que ella pudiera entrar.

Nunca más... (Christopher Vélez) -TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora