Capítulo veintitrés.

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- Chris... -Sonreí.

- Hola -Bajó la vista nervioso.

- ¿Qu.. que.. haces aquí? -Pregunté.

- Yo... ayer fuí a casa y ya te habías ido, pues quería saludarte -Intentó sonreír.

- Oh...

- ¿Te parece si almorzamos juntos?

- Pues yo.. tengo planes -Suspiré.

- Si, está bien... yo entiendo -Se rascó la nuca nervioso  -Bien, nos vemos...

Vi como daba media vuelta para irse.

- ¡Chris! -Grité.

- ¿Si? -Se giró rápidamente.

- Si quieres podemos vernos está noche, tenemos mucho que hablar -Intenté sonreír.

- Me encantaría -Sonrió de vuelta - ¿Te parece en mi departamento a las 9? -Preguntó.

- S.. si -Respondí.

Dió media vuelta y se acercó a mí, al llegar a mi lado acercó su rostro al mío y dejó un tierno beso en mi mejilla, inmediatamente cerré mis ojos al sentir su tacto.

- Nos vemos en la noche -Sonrió y volteó para irse.

Sin esperar respuesta de mi parte, se fué.

¿Qué estoy haciendo?, ¿Enserio quiero juntarme con él?.

Es imposible para mí decirle que no a Christopher y la verdad es que lo extraño más de lo que muestro.

Necesito hablar con él, reírme un rato.

- Hey, planeta tierra llamando a la chica más linda -La voz de Noah interrumpió mis pensamientos.

- Hey -Sonreí.

- ¿En qué pensabas? -Frunció el ceño.

- Nada importante -Mentí.

- Bien, ¿Nos vamos?

- Si, muero de hambre -Hice un puchero.

- Oh eso es un problema, no puedo dejar que mi chica tenga hambre.

- Si no quieres que me ponga de mal humor, vamos ya a comer -Sonreí.

- Si, señora -Dijo llevando una mano a su frente como militar.

- Eres un tonto -Me puse de puntas y lo besé.

Apague el equipo musical, apagué las luces, tomé mi mochila y comencé a cerrar.

Caminé hacia mi auto, entré en él y seguí el auto de Noah, al darme cuenta que estábamos por llegar a Mc' Donals sonreí. Él sabe que amo comer ahí y ahora que soy profesora, rara vez lo hago.

Aparqué el auto en el estacionamiento y bajé.

- Me leíste la mente, no sabes cuánto quería una hamburguesa -Sonreí.

- Hace mucho que no veníamos a comer chatarra -Sonrió y estiró su mano para que la tomara.

Entramos al local y pedimos la comida, almorzamos entre risas y una muy buena conversación.

Al terminar, Noah se fué a su casa y yo me dirigí a mi departamento.

Llegué a casa, fuí a mi habitación y me tiré a la cama.

Suspiré pesadamente y Christopher vino a mi mente.

¿Por qué le dije que quería hablar con él?, ¿De qué carajos voy a hablarle?, ¿De cómo va con su novia?, ¿De cómo voy con mi novio?, ¿Si me extraña como yo a él?, agh esfumé mis pensamientos y me dormí.

Narra Christopher:

Después de ir a la academia para ver a Nohe, fui a comprar algunas cosas para la noche.

Compre algo de beber y comer, algunas cosas para limpiar ya que ese departamento no lo he usado hace meses y luego me fuí en dirección a este.

Llegué, dejé las cosas sobre la mesa, mi teléfono comenzó a sonar, lo saqué de mi bolsillo y contesté.

- ¿Bueno?

- Hola amor -Escuché a Catalina en la otra línea.

- Hola.

- Te extraño bebé, ¿Podemos vernos?, podrías venir está noche a mi casa, ya sabes -Dijo ella.

- Lo siento, pero tengo cosas que hacer -Contesté.

- ¿Algo más importante que yo? -Ay no, aquí viene de nuevo.

- Cata, no empieces -Rodé los ojos.

- Siempre es lo mismo Christopher.

- ¿De qué hablas?, cancelé mi almuerzo tradicional con mi amigos, me perdí la reacción de mi compañero sobre una de las mejores noticias para nosotros por ti, ¿Y dices que siempre es lo mismo? -Dije un poco cabreado.

- Si, lo siento... es sólo que te extraño.

- Sólo quiero pasar un rato con mis amigos -Mentí.

Y si, sé que no debí mentir, pero si le decía que Nohe vendría a mi departamento, Catalina haría o inventaría lo que fuera para poder estar aquí, siempre que estamos los tres en un mismo ambiente, me cela como nunca y la verdad solo quiero hablar con Nohe.

- Bien Chris, ¿Nos vemos mañana? -La escuché rendida.

- Claro linda -Hablé y colgó la llamada.

Suspiré pesadamente, me dirigí al baño, quité mi ropa y me metí a la ducha, dejé que el agua cayera por mi cuerpo y traté de relajarme.

Al salir, me puse unos jeans negros, una remera roja y mis zapatillas. Tomé mi perfume y me eché un poco, arreglé mi cabello y fui a la cocina.

Saqué de la bolsa la botella de vino que había comprado y la dejé sobre la mesa de centro junto a dos copas, volví a la bolsa y saqué unas papas y las puse a un costado del vino, estaba en eso y el timbre sonó.
Miré la hora en el reloj de la pared, nueve en punto.

- Justo a tiempo preciosa -Susurré.

Me dirigí a la puerta, al abrirla sonreí.

Nohe estaba frente a mi con un vestido suelto color vino, su cabello suelto, un maquillaje al natural y unos zapatos color negros que hacían que sus piernas se vieran de dos metros.

- Hola -Sonrió, esa sonrisa.. cuanto la extrañé.

- Umh.. umh hola -Tartamudee.

- ¿Puedo pasar? -Dijo aún sonriendo.

- S.. si, perdón que idiota -Me hice a un lado para que pasara y así lo hizo.

- Vaya, si te esmeraste -Dijo mirando la mesa de centro.

- Si, bueno en ocasiones especiales uno se esfuerza -Sonreí.

- Así que, ¿Ocasion especial? -Alzó una ceja.

- Si bueno, no veía a una de mis amigas hace mucho tiempo -Dije y me arrepentí enseguida.

¿Amiga?, ¿Enserio dije esa estupidez?

- Si... amiga -Sonrió.

Nunca más... (Christopher Vélez) -TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora