Capítulo cuarenta y uno.

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Ayudé a qué Christopher pudiera acostarse nuevamente en la cama, y yo me quedé a un lado de él.

- Umh.. creo que yo ya me voy -Dije mirando la puerta.

- Nohe, antes de que te vayas ¿Podrías mañana venir a ayudarme con Christopher?, se ve que confía en ti -Dijo el Doc.

- Yo.. bueno.. no creo que...

- Por favor -Desvié mi vista a Chris y suspiré.

- Está bien -Bufé - Mañana después del trabajo vendré.

Me separé de la cama y comencé a caminar en dirección a la puerta.

- Nohe -Escuché la voz de Christopher, lentamente me volteé y lo miré.

- ¿Si?

- Gracias... -Sonrió.

Esa sonrisa...

- No hay de qué -Dije volteando y saliendo de la habitación.

(...)

Y así fueron pasando los días, después del trabajo iba a ayudarle a Christopher con su recuperación, cada vez avanzaba más, ya podía caminar, con algo de dificultad pero caminaba.

Ahora me estaba dirigiendo al hospital, el doctor nos dijo que quizá le podían dar el alta a Chris, todo dependía de como hiciera su avance hoy.

- Hola -Dije entrando a la habitación.

- Hey, Hola -Saludó Chris desde su cama.

- ¿Listo para irte a casa? -Pregunté.

- Sólo si me ayudas -Sonrió.

- Hola tortolitos, ¿Cómo estamos para el alta Christopher? -Preguntó el doctor entrando a la habitación.

- Doc... -Amenacé por lo primero que dijo.

- Estoy listo, ya quiero irme de aquí, mi trasero pide a gritos levantarme de esta cama -Rió Christopher.

- Y una ducha, tú cuerpo también la pide a gritos -Bromeé.

- Qué mala, ¿Quieres ayudarme con eso también? -Sonrió.

- y..yo no -Rodé los ojos.

- Eso pensé.

- Lamento interrumpir esta burbuja de amor, pero ya es hora -Agregó el Doc.

Suspire y me acerqué a la cama, Christopher se sentó y luego me estiró los brazos para que lo ayudara a levantarse.

Rápidamente pasé su brazo por mi cuello y se levantó, comenzó a caminar lentamente hasta que con cuidado quitó su brazo de mi e intentó caminar por si sólo.

Dió un paso tras otro hasta que ya no se le dificultó tanto, volteó hacia mi y una enorme sonrisa se formó en su rostro igual que en el mío, intuitivamente me lancé a él y lo abracé haciendo que ambos aterrizaramos en el piso.

- ¡Mierda!, lo siento -Lentamente lleve la vista a él.

- Creo que estás más emocionada tú que yo -Dijo Christopher sonriendo.

- Y..yo.. si -Dije nerviosa.

- ¿Quieres deshacerte de mi? -Preguntó.

- ¿Qué?...n.. no y.. yo.. -Tartamudee.

Genial Nohe, estás haciendo el ridículo.

Escuchamos como el Doc se aclaraba la garganta y ambos llevamos la vista a él.

- No quiero interrumpir pero ¿Podrían levantarse del piso? -Dijo aguantandose la risa.

- Creo que a la señorita le gusta estar sobre mi -Habló Christopher.

Volví la vista a él y este ya tenía su mirada puesta en mi mientras sonreía.

Sacudí mi cabeza y rápidamente me levanté del piso, estiré mi mano para ayudar a Christopher a levantarse.

- Lo.. siento -Dije bajando la mirada.

- Tranquila, al menos sé que estás feliz por mi -Dijo él.

- ¿Entonces? -Pregunté al Doc -¿Podrá irse?

- Bueno, viendo lo que sucedió recién -Hizo una mueca -Si Christopher, puedes irte -Dijo el médico.

- Genial, gracias -Dijo levantando sus brazos festejando.

-Bien, iré a buscar los papeles del alta, mientras puedes vestirte -Dijo mirando a Christopher.

El doctor rápidamente salió de la habitación.

Vi como se iba y luego volví la vista a Christopher quien sonreía burlonamente.

- ¿Q.. qué? -Pregunté seriamente.

- ¿Me quieres ayudar a vestir? -Sonrió.

- Y..yo.. me.. voy.

- Eso pensé  -Rió.

Rápidamente di media vuelta y salí del cuarto.

- ¿Y? -Mi mejor amiga se acercó.

- ¿Y qué? -Pregunté.

- ¿Le dieron el alta?

- Si -Sonreí.

- Vaya que estás felíz -Alzó una ceja.

- No sabes lo mal que se siente no poder abrazarlo y comermelo a besos -Bufé.

- ¿A quién quieres comerte besos? -Escuché a Christopher detrás de mi.

- A Laika, la extraño -Mentí.

¿A Laika?, ¿enserio?

- ¿Quién es Laika? -Volvió a hablar.

- Oh, mi perrita -Sonreí.

- ¿Tienes una perrita?, que cool -Me devolvió la sonrisa.

- ¡Hermano! -Dijo Joel acercandose a Chris.

- Hola -Ambos se dieron un fuerte abrazo.

- ¿Nos vamos a casa? -Preguntó esta vez Karla.

- ¿A su casa?, no... no quiero molestar, me iré a mi departamento -Respondió Chris.

- ¿No quieres molestar?, llevas meses molestando en mi casa Vélez -Rió Joel.

- ¿Enserio?, oh pues entonces es tiempo de ir a mi casa -Sonrió Chris.

Nunca más... (Christopher Vélez) -TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora