Nunca más... (Christopher Vélez) -TERMINADA.

Capítulo treinta y ocho.

Así fueron pasando las horas, los días y las semanas, hoy exactamente se cumplen dos semanas desde que Christopher está en coma, si, en coma.

El médico dijo que él debió despertar el mismo día del accidente, pero no pasó, lleva catorce días dormido.

Los chicos tuvieron que cancelar shows, entrevistas han dado muy pocas y solo los cuatro, obviamente.

Yo voy todos los días al hospital después de la academia, mi miedo es que él despierte y yo no esté ahí, así que a penas salgo del trabajo me dirijo al hospital.

Sebastian se fué hace unos días, quedé totalmente agradecida con él, no me dejó sola en ningún momento.
Los chicos no han dejado de ir tampoco, en unos días Karla cumple 8 meses de embarazo y aún así intenta ir día por medio, casi siempre terminamos discutiendo porque ella se quiere quedar más tiempo del que puede.

En este momento me estoy dirigiendo al hospital, Joel y Karla están allá junto a los chicos y yo pasé a comprar varios almuerzos.

- Hola -Me senté a un lado de Erick.

- Hola pequeña -Joel me sonrió.

- ¿Comida? -Preguntó Zabdiel acercándose.

- Si -Sonreí

Me acerqué a cada uno entregándoles un almuerzo, los deliveris y comida rápida se han vuelto rutina en nosotros, a veces Karla traía almuerzos para todos, y otras veces sólo comprábamos.

- ¿Han sabido algo? -Pregunté mientras metía una papa a mi boca.

- No, lo mismo de siempre -Bufó Richard.

- No doy más -Pasé mis manos por mi cara.

- Tranquila -Sentí cómo mi mejor amiga me abrazaba.

- ¿Cómo quieres que esté tranquila?, han pasado dos semanas Karla, dos malditas semanas -Sollocé.

- Lo sé, lo sé... pero ponernos mal no ayudará a que despierte -Habló.

- ¿Ya entraron todos? -Dije cambiando el tema.

- Si, puedes entrar -Dijo Erick.

- Genial.

Me levanté de la silla y me dirigí a la habitación de Christopher, las marcas en su cuerpo, ya habían desaparecido.. .bueno, la mayoría...

- Nohe, Hola -Dijo el médico al verme entrar.

- Hola doc, ¿Cómo está? -Pregunté mirando a Chris.

- Pues... igual, acabo de terminar unos exámenes, así que apenas estén listos, te aviso -Dijo mientras salía de la habitación.

Caminé hasta la cama de Chris y me senté a un lado de él, tomé su mano y comencé a acariciarla.

- Hola cariño, veo que aún no quieres despertar he, ¿No crees que ya has descansado mucho? -Forcé una sonrisa.

Llevé mi mano desocupada a su rostro y lo acaricie.

- ¿Sabes?, hoy volviste a salir en las noticias... hay mucha gente preocupada por ti, hay fans afuera que cada vez que entran los chicos les dan regalos para ti, te han traído chocolates y aprovecharé que estás dormido para confesarte que me los he comido todos... -Sonreí -Karla me ayudó, así que no me los comí sola...

Lleve su mano a mis labios y deje un pequeño beso en ellas para luego llevarlas a mi mejilla.

- Te extraño Chris, extraño tus abrazos, necesito que despiertes, tenemos que ser felices Chris, creo que ya hemos pasado mucho tiempo separados como para que más encima le sigas sumando días -Limpié una lágrima rebelde que caía por mi mejilla -Aun debo regañarte por no decirme la famosa verdad Chris, me haces mucha falta Vélez -Suspiré.

Sentí mi teléfono sonar y al mirar la pantalla, noté que era mamá.

- ¿Bueno? -Contesté.

- Hola cariño -Habló.

- Hola ma.

- Por la hora, supongo que estás en el hospital ¿No?

- Así es.

- ¿Cómo está Chris? -Preguntó.

- Sigue igual, sigue dormido -Dije mirando nuestras manos entrelazadas.

- Ya va a despertar cariño.

- Llevan dos semanas diciéndome lo mismo ma, y no ocurre -Suspiré.

- He orado todas las noches por él.

- Gracias mamá, ¿Cómo están todos por allá?

- Bien, tu tía te manda saludos, dice que quiere verte.

- Pronto iré por allá, quizá cuando Chris despierte -Contesté.

- ¿Karla cómo a estado?, ¿La bebé? -Volvió a hablar.

- Están bien las dos, de hecho en unos días cumplirá ocho meses -Hablé.

- Que emoción cariño.

- Si, estoy muy ansiosa por tener a mi ahijada en mis brazos -Sonreí, y a Christopher a mi lado...

- Oh, pues yo estoy muy ansiosa por un nieto o nieta en mis brazos -Escuché.

- Mamá no empieces.

- Vamos cariño, me estoy volviendo vieja -Escuché como reía.

- Eres imposible -Sonreí y negué.

- Tenía que intentarlo, bien cariño te dejo, cualquier cosa por favor llámame ¿Si?.

- Si mamá, no te preocupes.

- Te amo hija -Se despidió.

- Y yo a ti ma -Dije y colgué la llamada.

Volví mi vista a Christopher mientras guardaba mi teléfono.

- Era mamá, preguntó por ti -Suspiré cabreada.

Desvíe mi vista unos minutos a la ventana, el día estaba muy lindo, el sol pegaba de una manera muy fuerte.

- ¿Sabes qué?, estoy cansada, no quiero tener que venir a este maldito hospital, donde todos me miran con lástima, donde llevan dos semanas diciéndome que despertarás y no lo haces -Miré fijamente a Chris -Mira pendejo, tienes que despertar, no puedes dormir y dejarme sola, o ¿Qué?, ¿Quieres que me busque otro chico?, ¿Si querías descansar, solo tenías que pedir vacaciones -bufe.

Una lágrima cayó por mi mejilla, pero rápidamente la saqué, mi corazón comenzó a latir a mil por hora, desvíe mi vista a nuestras manos entrelazadas, acabo de sentir como Chris apretaba mi mano.

- Cerebro, si me estás jugando una broma, juro que no es nada divertida -Suspiré.

Me quedé quieta unos minutos, esperando algún movimiento nuevamente pero no pasó.

- Estupida mente, estupido hospital, estupido coma, estupido Christopher -bufé.

Y ahí estaba de nuevo, otro apretón a mi mano, mi vista se desvió lentamente a su rostro, SE ESTABA MOVIENDO, Él intenta despertar.

- No inventes -Mis lágrimas amenazaban con salir.

Analicé cada facción de su cara, su mandíbula, sus labios, sus mejillas, su nariz, sus ojos..

Esos bellos ojos que que luchaban por abrirse, podía notar como se esforzaba por despertar, una felicidad recorría todo mi cuerpo.

- Vamos cariño, tu puedes -Hablé acercandome a él.

Bastaron unos segundos y Chris dejó a mi vista sus preciosos ojos color miel, comenzó a analizar la habitación hasta que su vista se posó en mí.