ꜱᴇʀᴘᴇɴᴛɪɴᴇ ꜱᴇʀɪᴇꜱ | ᴛᴏᴍɪᴏɴᴇ

Serpentine, ch. 16

CAPÍTULO DIECISÉIS

Harmony abrió los ojos. Estaba sola en la cama del Señor Oscuro, cómodamente entre las calientes sábanas descansando. Una brillante luz entró desde algún sitio y ella suspiró y enrolló sus pies entre las mantas. Rodó hacia su lado, preparada para volver a dormirse, pero notó de repente otra presencia en la habitación. 

El sonido de una respiración pesada llegó hasta sus oídos, venía del pie de cama. Lentamente giró su espalda, echando un vistazo sobre las sábanas. La puerta de la habitación estaba completamente abierta, dejaba entrar la luz. 

Unos dedos largos como garras agarraban el lateral de la puerta, y los ojos de Harmony cayeron en una Bellatrix Lestrange boquiabierta. 

La mirada en la cara de la mujer provocó que Harmony temblara. Bellatrix no estaba solo cabreada; sus ojos no tenían esa mirada que normalmente tenían cuando la miraban. Estaba furiosa. Podía ver la ira en sus ojos. Lo único que impedía que Bellatrix saltara contra Harmony era su agarre en la puerta. Entonces la soltó. 

La puerta tenía ahora marcas donde sus largas uñas habían perforado la madera. Con un rugido, se lanzó hacia Harmony y le agarró por el cuello. La sacó a rastras de la cama de su Maestro y la lanzó contra el suelo. 

Harmony intentó desesperadamente aflojar el agarre mortal que la mujer tenía en su cuello. Intentó coger aire, pero le era imposible llenar sus pulmones. 

Sus caras estaban pegadas por la nariz cuando Bellatrix consiguió escupir un par de palabras. "¡Tú!" Rugió, "¡Maldita puta!"

A1garró a Harmony tan fuerte que la joven bruja pensó que su cabeza se separaría por completo de sus hombros. Ella la sacudió violentamente y estrellas aparecieron en la visión de Harmony. Cuando su conjuro Serpentine reaccionó en su brazo derecho, Harmony se dio cuenta de que esta bruja desquiciada realmente la quería muerta. 

"¡Él me pertenece! Él solía enseñarme los hechizos que sabía. Apuesto a que no sabías eso, ¿verdad? ¡Yo he sido la que siempre ha luchado a su lado! ¡Él me quería!" 

Harmony hizo un ruido grave en el fondo de su garganta cuando intentó hablar. De repente había recordado algo que su amigo Harry Potter había dicho una vez, y con un impulso en su abdomen lo repitió. "Voldemort. No. Puede. Amar."

La sorpresa apareció en los ojos rabiosos de Bellatrix. Con sus dientes apretados, levantó una de sus manos y cruzó con esta la cara de Harmony. 

Estrellas volvieron a aparecer en sus ojos. Aunque su bufanda aún cubriera la mitad de su cara, sus ojos y mejillas ardían dolorosamente, justo donde las grandes uñas habían atravesado su piel. Desde que las manos de Bellatrix soltaron su garganta, Harmony fue capaz de respirar el aire suficiente como para encogerse de dolor. 

"¿¡Cómo te atreves a decir su nombre!?" Gritó Bellatrix. "No me importa si tienes el conjuro Serpentine. No me importa si me mata, si yo no puedo tenerle, nadie lo hará."

Harmony sintió la punta de su varita entre sus ojos. 

"Por mucho que me gustaría ver a dos damas pelear hasta la muerte...," dijo una voz conocida en el umbral de la puerta. 

Bellatrix giró sobre sus rodillas y Harmony echó un vistazo por encima del hombro de la mujer hacia Barty Crouch Jr.

Él sonrió de lado hacia ella antes de continuar, "Vamos un poco apretados con el tiempo, así que si no os importa. Podéis dejarlo para más tarde, ¿quizá? Me encantaría observar."

Harmony no creía haber estado nunca tan feliz de verle. Ella le dirigió una mirada de ruego. 

"Interrumpes, Barty," gruñó Bellatrix mientras volvía a girarse hacia Harmony.