Serpentine, ch. 34

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CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

Harmony intentó olvidarse de aquella habitación mientras corría hacia el bosque de detrás de la mansión. Al igual que Hogwarts, la mansión Riddle tenía un hechizo en ella para evitar que nadie se pudiera aparecer en los terrenos o fuera de ellos. La única vez que el Maestro había bajado el hechizo protector había sido cuando Harmony estaba aprendiendo a aparecerse. Una vez que vio que podía viajar fácilmente, inmediatamente volvió a colocar el hechizo en la casa y los terrenos. 

Cuando Harmony dejó de sentir la fuerza que pesaba sobre ella del hechizo protector, sabía que podía irse. No estaba segura de que el hechizo en Hogwarts estuviera aún en pie sin Dumbledore. Pero para asegurarse, planeó aparecerse tan cerca como pudiera y después correr el resto del camino. 

Sinceramente, no estaba del todo segura de que pudiera aparecerse tan lejos. Lo más lejos que había ido había sido al Callejón Knockturn desde la mansión Riddle y de vuelta. Pero los tiempos desesperados pedían medidas desesperadas, y definitivamente valía la pena intentarlo. 

Harmony levantó la mirada hacia el cielo y buscó la luna llena entre las ramas de los árboles. Cerró los ojos y el brillo de la luna se reflejó en sus párpados. En su ojo interior, vio la gran arquitectura de Hogwarts, completa con el Gran Comedor y la torre de Astronomía. Porque era de noche, imaginó todas las ventanas brillando. 

Aliviada Harmony comenzó a sentir el conocido tirón del agujero negro que traía la aparición. Aguantando la respiración, se dejó arrastrar. Tan rápido como un chasquido de dedos, sintió su cuerpo desplegarse y después colocarse de nuevo. 

Después de un breve momento de euforia, sacudió el mareo de su cabeza y observó el lugar en el que había caído. Como esperaba, había aterrizado lejos de los terrenos de Hogwarts. Pero, sorprendentemente, estaba de pie sobre unas vías de tren. 

Estas vías deben ser para el Expreso de Hogwarts, pensó Harmony nerviosa. Todo lo que tenía que hacer era seguirlas hacia la plataforma de al escuela. 

Sintiéndose bastante orgullosa de sí misma, sujetó su bolsa con más fuerza y comenzó a correr por las vías. Aproximadamente a quinientos metros, las vías desaparecieron frente a un bosque inmenso. Hogwarts tenía que estar al otro lado. 

Gracias a la adrenalina, Harmony pasó la línea de árboles y entró al bosque a buen ritmo. Tan solo habían pasado cinco minutos desde que se había aparecido, pero cada segundo que pasaba era otra vida eliminada por los crueles mortífagos. Tenía que ir más rápido. 

Mientras pasaba a gran velocidad por los oscuros y altos árboles, tuvo en cuenta su plan de actuación. Probablemente tendría que utilizar la varita, tanto contra los seguidores del Señor Oscuro como contra los aurores. Sus ropas oscuras hacían que pareciera un mortífago, así que sería otro objetivo del Ministerio. Su objetivo principal era encontrar a Voldemort. Donde él estuviera, Harry Potter también. 

Ambos magos estaban pensando en la muerte. Tenía que intervenir. Tenía que evitar que cualquiera de ellos muriera. Sabía de este ataque; si algo le pasaba a Harry, nunca se lo perdonaría. 

Por otro lado estaba su Maestro... ella también le necesitaba. Si esta batalla hubiera ocurrido hace meses, no le habría importado lo más mínimo. Pero hace meses no tenía ni idea de lo importante que era para Lord Voldermort, no tenía sospecha alguna de ser su "elegida".

Le gustara o no, le necesitaba. Sus mortífagos creían que ella sería su líder una vez que él no estuviera, y sin su Maestro no tendría ni idea de cómo hacerse cargo de ello. No estaba preparada para liderar un montón de de Sangre Puras que odian a Muggles. No quería ser su líder.

ꜱᴇʀᴘᴇɴᴛɪɴᴇ ꜱᴇʀɪᴇꜱ | ᴛᴏᴍɪᴏɴᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora