ꜱᴇʀᴘᴇɴᴛɪɴᴇ ꜱᴇʀɪᴇꜱ | ᴛᴏᴍɪᴏɴᴇ

Susurros del Pasado, ch. 9

CAPÍTULO NUEVE

Ya en la habitación, Ginny le ofreció a Harmony tumbarse la cama en vez de en el frío suelo, pero Harmony insistió en que estaba bien. El suelo frío y un par de mantas eran mucho mejor que las condiciones en las que había tenido que dormir las dos últimas semanas. Le gustaba el camping, pero el no tener tienda, ni mantas, ni comida era insoportable. Deseaba haber pensado en un hechizo extensible para su mochila y haber metido lo esencial antes de salir de la mansión Riddle o de la cabaña de la Concha. Por suerte, Harmony había encontrado unos cuantos galeones en la mochila y fue capaz de salir del paso hasta que ese hombre, Zeth, la encontró.

Ahora, como si todo por lo que pasó hubiera sido un sueño, estaba hablando cómodamente con Ginny. Como solían hacer.

"Ron ha estado muy preocupado por ti, sabes," dijo Ginny desde la cama. "Nunca antes labía he visto tan feliz, como cuando llegaste."

"¿De verdad?" Preguntó Harmony. No se había dado cuenta.

"Oh, por supuesto," dijo Ginny después de bostezar profundamente, acción que llegó a Harmony.

"Para," dijo Harmony, luchando contra el bostezo, "estás haciendo que me canse."

Ginny se rió y se colocó de lado con un suspiro, como si estuviera preparándose para dormirse. Ya que parecía que la conversación estaba llegando a su fin, Harmony se preparó bajo las sábanas y se movió hasta estar cómoda. Suspiró, dejando que su cuerpo se volviera pesado y se hundiera en el suelo.

Después, de la nada: "Y," dijo Ginny, haciendo que Harmony se despertara de nuevo, "Lord Voldemort, ¿cómo es?"

Harmony no se esperaba esa pregunta, "Uhm..."

"Debe ser realmente horrible, ¿no?"

"Bueno-"

"Sé que dijiste que te enseñaba cosas y eso, ¿pero llegaste a conocerlo personalmente?"

"Ehm-"

"Si no quisieras hablar sobre ello lo entendería a la perfección. Solo estoy preocupada, aunque también tengo curiosidad porque, ¿cuánta gente ha llegado a conocer en profundidad a Lord Voldemort y ha vivido para contarlo?"

"Sí, le conocía personalmente," explicó Harmony. "Le conocí como ningún otro de sus mortífagos le llegó a conocer." Una oleada de entusiasmo recorrió su cuerpo, y entonces tuvo el impulso de contárselo todo a Ginny.

"¿Sobre qué cosas hablabais?"

Harmony lo pensó un momento; habían charlado mucho, pero entonces lo recordó, "Me habló sobre su familia."

"Su familia," dijo Ginny entre susurros. "Eso es intenso."

"Si bueno, es un tema delicado para él," dijo Harmony, y notó que debía de haber sonado como una estudiante presumiendo de lo bien que conocía a su novio. Tan infantil, pensó, tan normal. Harmony se dio la vuelta para que su espalda quedara hacia Ginny. "Estoy un poco cansada. Deberíamos intentar descansar."

"Espera," añadió Ginny con rapidez. "¿Voldemort y tú alguna vez—?"

"Buenas noches Ginny," le cortó Harmony. Su corazón dolió cuando lo único que escuchó fue el silencio. Pero un segundo después escuchó a Ginny quejarse tercamente y moverse en la cama hasta que estuvo cómoda.

Harmony entró rápidamente en un sueño ligero. Poco a poco comenzó a flotar, veía en su ojo mental bosques y campos bajo sus pies. Era como si viajara a alta velocidad por la noche; aunque aún fuera consciente de su cuerpo, tumbado sobre el suelo, en su cama. Su cuerpo interior vio entonces un sitio familiar. Vio la posada en la había estado la noche anterior, una playa, y por último la cabaña de la Concha, sola bajo la luz de la luna junto al agua, tan negra como la noche. Una ráfaga de viento sopló sobre el mar y Harmony notó un escalofrío en su cama.

Ginny soltó un ronquido de repente, lo que hizo que Harmony se despertara y dejara de volar sobre la misma cabaña en la que estaba durmiendo. Harmony se movió para mirar a Ginny irritada. Esperaba que sus ronquidos no fueran un problema constante todas las noches, necesitaba dormir algo. Harmony suspiró y esperó a que el sueño volviera.

Pero algo en la habitación llamó su atención.

Cuando sus ojos se apartaron de Ginny, hubo un movimiento casi mimetizado en una esquina de la habitación. Harmony entrecerró los ojos y observó a través del rayo de luna que acababa en la pared, y consiguió percibir una figura pálida. Para ella parecía...

Harmony se sobresaltó en la cama. La figura pálida parecía una cara, ¡y la miraba directamente a ella! Se quedó sin aliento por el grito que se había quedado a su garganta e intentaba trepar hacia su boca. Conocería esa cara en cualquier sitio.

Era su cara.