Serpentine, ch. 27

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CAPÍTULO VEINTISIETE

Draco y Lucius hicieron una reverencia hacia Voldemort y después hacia Harmony, murmurando, "Señora." Aunque la demostración había sido fría y medio sentida, Voldemort no se quejó cuando se fueron. Sus ojos fijos en Harmony no se movieron mientras Barty miraba de uno a otro. 

"Supongo entonces que yo también me iré," susurró Barty después de un silencio incómodo y se inclinó hacia ellos mientras salía por el pasillo tras los otros. 

Harmony no pudo descubrir cuál era la emoción escondida tras los ojos de su Maestro. Estaba pensando profundamente en algo, pero no sabía lo que podía ser. Lentamente se giró hacia las escaleras para sugerir que fueran hacia su habitación. 

Justo cuando ella se movió, Voldemort levantó su mano y rozó su codo, acercándola a él. Agachó su cabeza y susurró en su oído, "Siempre hay consecuencias por las cosas que hacemos, Harmony." Después ladeó su cabeza para que sus ojos se encontraron, "Recuerda eso."

"¿Mi Señor?"

¿Había descubierto la verdad? Cuanto más intentaba encontrarle un sentido a sus palabras, más desagradables se volvían sus pensamientos. Se preguntó si Lucius habría descubierto algo sobre ella y se lo había dicho a su Maestro. 

Cuando soltó su brazo y se marchó, ella se quedó tan confundida que simplemente se quedó allí de pie y vio cómo  se alejaba. 

"Has hecho suficiente por hoy," le dijo. "Tómate el resto del día para descansar. Mañana seguiremos."

Ahora que lo mencionaba, Harmony se dio cuenta de que necesitaba un descanso. Su clase de Cascadia había dejado todo su cuerpo dolorido. Siguió los pasos de su Señor, los pensamientos acerca de su extraño comportamiento no se alejaban de su cabeza. 

Su Maestro estuvo resentido al día siguiente, y parecía lanzar todo su enfado hacia Harmony durante las clases. Varias veces la había cortado, y había levantado su voz como para empezar una discusión. Pero Harmony ya estaba acostumbrada a su temperamento impulsivo, pero esos días  se estaba haciendo insoportable. 

No podía evitar pensar que podía tener algo que ver con su enfado, pero no tenía ni idea de lo que podía haber hecho para desatarle. 

Una noche mientras estaba en su habitación, Voldemort se sentó enfadado en su silla. Ella observó atentamente en silencio desde el sillón. Pero tan solo miraba el fuego, y ella cogió uno de sus libros para pasar el tiempo en silencio. 

Hasta que al fin, ella sintió su mano en su hombro, y habló. 

"Quieres saber porqué he estado tenso últimamente," dijo. 

Ella balbuceó, cerrando el libro, "Sabía que me hablarías cuando estuvieras listo."

"Efectivamente. Eres tan distinta a mis otros seguidores en ese sentido. Muchas veces, no tienen la paciencia para dejarme solo en mis pensamientos." Él se reclinó en la silla hacia delante. "es el Armario Evanescente. Lucios no está seguro de cómo seremos capaces de conseguirlo con toda la seguridad que tiene. Ha considerado utilizar la maldición Imperio para obligar a algunos aurores a que se marchen, pero tendría que esperar hasta el último momento para hacerlo para no arriesgarse a que le vean. Y por lo tanto tendríamos que estar completamente seguros de cuándo utilizarlo antes de proceder."

"¿Utilizarlo?" repitió Harmony, preguntándose para qué lo utilizaría.

"Sí, no le veo el sentido traerlo de vuelta a la mansión si solo lo necesito una vez," continuó. "Si Lucius puede encontrar una ventana de tiempo en la que poder actuar, debemos reunir a todos mis seguidores y dirigirnos hacia el Ministerio."

ꜱᴇʀᴘᴇɴᴛɪɴᴇ ꜱᴇʀɪᴇꜱ | ᴛᴏᴍɪᴏɴᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora