ꜱᴇʀᴘᴇɴᴛɪɴᴇ ꜱᴇʀɪᴇꜱ | ᴛᴏᴍɪᴏɴᴇ

Susurros del Pasado, ch. 2

CAPÍTULO DOS

Dos Semanas Después...

En una modesta posada en la costa de Gran Bretaña, una mujer joven estaba sentada en una mesa con un periódico en sus manos. Harmony Hangleton estaba encorvada sobre la mesa con la sombra de la capucha de su capa ocultando su cara. Ella observaba horrorizada la portada del Profeta.

El Señor Oscuro Chiflado

A las 2:15 de la tarde de ayer, aproximadamente dos semanas tras el brutal ataque en la Escuela de Magia y Brujería de Hogwarts, Ya-Sabes-Quién fue encontrado caminando sin rumbo cerca de Herrington, una pequeña comunidad mágica en la cosa oeste. Su sorprendente aparición provocó el caos en la pequeña localidad, la cual fue avisada de su presencia por un habitante el mismo día, horas antes. Esperaban perder vidas, pero el Señor Oscuro parecía no ser él mismo. "Pensaba que me mearía encima al verle," dijo uno de los locales que había sido testigo de la llegada de Ya-Sabes-Quién, "iba de un lado para otro, sin rumbo. Susurraba mucho y preguntaba a la gente dónde estaba y esas cosas." El Señor Oscuro fue descrito llevando solo pantalones negros y una camisa holgada, cubierta por tierra como si llevara deambulando días. "Diría que ha perdido la cabeza," comentó uno de los aurores que llegó poco después de que saltaran las alarmas en el Ministerio. "Probablemente se volvió loco después de matar a toda esa gente en la Escuela de Magia." El auror, junto con muchos otros, rápidamente llevaron al aparentemente indefenso Ya-Sabes-Quién al Ministerio, donde fue interrogado por la noche. Aunque, con sus básicas habilidades aún intactas, como el habla, el mago más peligroso en el mundo parecía no tener idea de quién era o de dónde estaba. Tras horas de diálogo Ya-Sabes-Quién fue transportado del Ministerio —no a la prisión de Azkaban, sino a Menkar, el asilo mágico para los criminales dementes. "Debemos mantenerle entre rejas aunque parezca inofensivo, por si en algún momento sale de ese estado," afirma el Director del Ministerio de la Policía, quien fue uno de los asistentes a la vista del Señor Oscuro. "Un buen número de jueces encontraron 'injusto' el mandar al mago oscuro a Azkaban sin tener ningún recuerdo de sus crímenes." El destino del Señor Oscuro aún debe ser decidido por la Corte Suprema del Ministerio. En este momento nuestros jueces del mundo mágico están decidiendo si ejecutar o no a, actualmente, inocente criminal. Hasta entonces, Ya-Sabes-Quién tendrá una condena vitalicia en el asilo de Menkar mientras Harmony Hangleton —también conocida como Hermione Granger— y el resto de sus seguidores continúan prófugos.

—Envíen preguntas y comentarios vía lechuza a K. Bronchus.

Harmony sintió su corazón detenerse al leer su nombre. Leyó el precio que tenía su cabeza, el cual era el triple comparado con el resto de mortífagos en la lista. Repasó la palabra "ejecutado" con su pulgar sumida en sus pensamientos. No podía evitar que su cabeza la gritara, "¡Es tu culpa!" Le había borrado los recuerdos y podría morir por ello.

Su cabeza volvió alimento en el que ocurrió: Sus ojos azules pasaron por ella una última vez, casi nostálgicamente, después la miraron como su presa y saltó hacia ella y... luces brillantes, después él cayó al suelo como si fuera un cadáver.

Bajo el título de la portada había un gran dibujo de Lord Voldemort antes de ser trasladado al asilo de Menkar. Con un auror agarrando cada uno de sus brazos, él pestañeaba hacia ella. Su cara estaba vacía de cualquier expresión —menos sus ojos, estaban abiertos por la sorpresa y quizá con miedo. Su expresión había estado atascada en un oscuro ceño fruncido cuando pasaba su tiempo con él. Excepto... Harmony recordó la mañana después de que escaparan de Hogwarts, mientras él había observado el amanecer por primera vez en mucho tiempo; estaba tranquilo, satisfecho, casi feliz.

Echaba de menos eso.

Su nombre le llamó la atención en un fragmento en el lateral de una de las columnas. "Harmony Hangleton se convierte en la Más Buscada por el Ministerio. Lee más en A5." Rápidamente fue a la página 5. Su mandíbula se abrió incrédula ante el título.