MATRIMONIO POR CONTRATO

CAPÍTULO 32: Amanda.

Abro los ojos y no puedo evitar sonreír. Tuve uno de esos sueños que inevitablemente son graciosos. Creo que tenía tiempo que no soñaba, cuando dormía todo era simple, todo blanco o todo negro, nada divertido o aterrador que contar. Sin embargo, hoy cambió, hoy si tengo algo que contar y afortunadamente no es nada tenebroso.

Bajo las escaleras trotando y busco a Harry por todos lados. Veo a Valentina, ella me mira curiosa y con una sonrisa en el rostro.

- ¿Necesita algo señora? - cuestiona acercándose a mí.

- ¿Dónde está Harry? - respondo con una pregunta y ella frunce el ceño para después volver a sonreír.

- Está en su habitación, aún no se ha levantado.

- ¡Gracias! - digo más emocionada de lo que debería y me marcho a toda velocidad en dirección a la habitación de Harry.

Subo las escaleras lo más rápido posible, sigo corriendo por el pasillo y llego a la puerta de la dichosa habitación. Estoy a punto de tocar cuando esta se abre dejando ver a un Harry somnoliento y con el cabello despeinado.

- Buenos días. - dice ahogando un bostezo.

- ¡Buenos días! - digo con evidente alegría y él frunce el ceño.

- ¿Qué pasa?

- Nada, ¿Puedo pasar? – cuestiono y antes de que pueda responder ya me encuentro dentro de la habitación.

- Ya estás dentro. - dice sonriendo y yo hago lo mismo.

- ¿Has pensado en tener hijos? - cuestiono y él parece sorprendido con mi pregunta.

- ¿Recuperaste la memoria? - pregunta sin responderme y yo niego.

- No. Solo responde.

- ¿Por qué? ¿Quieres que procreemos un bebé aquí mismo? - cuestiona acercándose a mí y mis mejillas parecen encenderse como un semáforo rojo ardiente.

- Ejem… No. - hago una pausa y me alejo de él. - ¿Por qué es tan difícil responder? - digo por lo bajo y él acerca su cabeza ladeándola para lograr escuchar.

- Sí, he pensado en tener hijos contigo. - responde sonriendo y yo le doy un pequeño empujón en su hombro izquierdo.

- Obviamente tendrías que pensar en tener hijos conmigo, soy tu esposa, ¿con quién más los tendrías, con Katy? - pregunto con sarcasmo y Harry comienza a reír mientras asiente.

- Si, podría ser buena opción, ella es bonita. - dice con los ojos cerrados y mi boca se abre a su máxima capacidad.

- ¿Cómo te atreves? - digo realmente ofendida, acto seguido tomo el cuello de su camiseta y lo jalo hacia mí.

Harry abre los ojos evidentemente sorprendido y confundido. Nuestros cuerpos están demasiado cerca y su mirada está directamente conectada con mi mirada de furia.

En un movimiento rápido Harry pone su mano sana en mi cintura y corta el espacio entre nuestros cuerpos. Su mirada de confusión se convierte en una mirada de deseo. Estoy segura que va a besarme y aun sabiéndolo no puedo moverme ni rechazarlo.

Harry se sigue acercando peligrosamente a mí, intento que mi cerebro reaccione pero simplemente está paralizado al igual que mi cuerpo. Harry se detiene a unos centímetros de mi rostro y me mira los labios para después pasar a mis ojos.

- Muero de ganas de besarte, pero aun no recuperas la memoria, así que no lo haré. - dice y acto seguido se separa de mí, dejándome con las mejillas ardiendo al igual que mi cuerpo y todo lo que hay en mí.