MATRIMONIO POR CONTRATO

CAPÍTULO 38: Caras vemos, corazones no sabemos.

La enfermera que me lleva, va hacia donde otras enfermeras para preguntarle el número de habitación en la que se encuentra Harry.

No presto mucha atención ya que intento recordar quien es la otra persona que estuvo en el incendio, además de Harry, Camila y yo.

Por más que lo intento no logro recordar a otra persona en ese horrible lugar. Lo único que se me viene a la mente es alguna persona que quizá pasó por ahí, vio el incendio e intentó ayudar, esa seria la única opción.

Mi momento de trance se desvanece cuando veo a mi madre a la distancia salir de una de las habitaciones que se encuentran en el largo pasillo frente a mí.

- Es la habitación 300 - B. - dice la enfermera detrás de mi y yo solo asiento.

Ella comienza a llevarme por el pasillo, vamos justo a encontrarnos de frente con mi madre quien por su rostro ya me vio.

- Regresa. - dice sin más mientras hace un ademán para que la enfermera se quite y ella pueda llevarme.

- No. ¿Qué haces? - digo cuando mueve la silla conmigo encima y le da vuelta para regresarme por donde venía. - ¡NO MAMÁ! - digo casi gritando y algunas de las personas que pasan por ahí me miran con sobresalto y curiosidad.

- Harás lo que yo diga. - dice poniendo su cara cerca de la mía. - ¿Sabes quien ayudó a Camila?

La miro por un par de segundos sin poder evitar que mis ojos que cristalicen. No entiendo su pregunta, ¿eso que tiene que ver con Harry?

- Amanda. ¡ESA MALDITA BRUJA! - grita aún más que yo anterior mente y golpea una pared.

Ella es una persona que comúnmente mantiene la calma ante cualquier cosa, por lo más dolorosa que sea, no se derrumba, por lo más avergonzada que se sienta, no lo demuestra y por más enojada que esté, nunca, jamás explota. Sin embargo, esta vez parece ser más allá que un simple enojo, podría decirse que está entrando en un ataque de ira y lo entiendo.

- ¿Amanda? - digo cuando mi madre se calma un poco y vuelve a darme la cara.

- Si, esa hija de...

- Estamos en un hospital mamá. - digo evitando que termine la oración. - Pero, Amada jamás le haría daño a su propio hijo. - digo regresando al tema y mi madre rueda los ojos.

- Esa perra planeo con Camila el desaparecerte, incluso ella misma alquiló la bodega e hizo que Harry se alejara del departamento. - explica mi madre mientras se mueve de un lado a otro abriendo y cerrando las manos.

- Pero, Harry también estaba ahí y no solo eso, también salió lastimado. - digo tratando de negar en mi cabeza que la madre del hombre que amo haya podido hacer todas esas cosas espantosas.

- Ella no tenia idea que Camila cambiaría el plan y al final intentaría matar a los cuatro.

- ¿A los cuatro? - cuestiono recordando lo que escuché en el elevador hace un momento.

- Amanda le confesó a Imanol lo que había hecho y él fue hasta la bodega para salvarlos. Cuando intentaba sacar a Camila, sufrió graves quemaduras pero no tan graves como las de la psicópata de Camila quien está muy grave ahorita o algo así escuché. Ojalá se muera.

- No digas eso mamá. ¿Entonces Amanda es la autora de todo esto? - cuestiono sin creerlo y comenzando a llorar. - Necesito ver a Harry, no puedo imaginar lo mal que debe estar, también quiero ver a Imanol, ¿puedo verlo?

- No, está aislado pero aunque no lo estuviera, no irias, quiero que te alejes de esa horrible familia. No vas a tener contacto con nadie relacionado con ellos, ni con los empleados ni con nadie.