CAPÍTULO 28: Daría la vida por ti.

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Abro los ojos lentamente y vuelvo a cerrarlos. Repito esta acción varias veces ya que no puedo ver con claridad. Todo a mi alrededor es demasiado borroso. Veo siluetas cerca de mi pero no logro identificar los rostros.

Intento levantarme pero todo me duele. Una de las siluetas se acerca a mí y me ayuda a sentarme.

- ¿Estás bien? - pregunta con preocupación y me percato por la voz que se trata de una mujer.

- No. - digo mirando un pequeño charco de sangre por mis pies. - ¿Eso es mío? - pregunto preocupada.

- No, solo tienes algunos raspones, la sangre es del joven que te salvó. - responde y yo abro los ojos como plato.

- ¡Harry! - digo tratando ponerme en pie, sin embargo pierdo el equilibrio y caigo al suelo.

- No te levantes, podrías tener una contusión cerebral. - dice la mujer preocupada.

- ¿Puedes preguntar si es Harry? - le pido y ella asiente, pero antes de que logre ir a preguntar veo a Imanol asomarse.

- Ali, ali, ¿Estás bien? - pregunta preocupado.

- Si. ¿Esa sangre es de Harry? - pregunto con un nudo en la garganta.

- Él estará bien, ya viene la ambulancia. - dice sin responder mi pregunta y yo me enojo por no tener la respuesta que quiero.

Estoy a punto de apelar pero la sirena de la ambulancia me interrumpe y realmente siento mi corazón aliviarse.

Los paramédicos corren hacia Harry, al cual no puedo ver y realmente quiero estar al lado de él, uno de los paramédicos se acerca a mi y me lleva a la ambulancia. Dentro se encuentra Harry con una gran herida en la cabeza y sangre por toda su cara. Es la única herida visible, sin embargo, los paramédicos no me dejan tocarlo porque tal vez podría tener una herida interna y yo podría lastimarlo.

Comienzo a llorar, estoy asustada, hay una máquina que pita y monitorea los signos de Harry. Tengo miedo, no sé que pasa con él, lleva mucho tiempo inconsciente y eso me hace desesperar.
Sigo llorando y un ataque de pánico y ansiedad se apodera de mí. Un paramédico intenta calmarme pero yo comienzo a ver todo oscuro y pierdo de nuevo el conocimiento.

Me despierto rodeada de una luz demasiado blanca. ¿Estoy en el cielo? No, esto no huele a cielo. No sé cómo huele el cielo pero definitivamente se como huele un hospital y esto huele a hospital.

Cierro los ojos y los vuelvo a abrir y veo a Miranda, mi padre y mi madre en un sofá debajo de una gran ventana.
Mi madre se ve pálida y con los ojos inflamados al igual que mi padre. Miranda está dormida y su cabello tapa su rostro pero puedo ver su enorme barriga.

- ¿Mamá? - le hablo dudosa ya que tiene la mirada perdida en algún punto de la pared de enfrente. - ¡Mamá! - vuelvo a repetir un poco más fuerte ya que mi voz salió muy débil la primera vez.

- ¡Pequeña Ali! - dice poniéndose de pie y sacudiendo a mi padre. - ¿Cómo te sientes? - pregunta mirándome y tocando todo mi cuerpo.

- Me duele mucho la cabeza. ¿Qué me pasó? - pregunto realmente confundida.

- Tuviste un accidente y tienes una conmoción cerebral. ¿No recuerdas lo que pasó?

- No. - respondo confundida y mi padre toma mi mano.

- Estuviste dormida todo un día, tal vez por eso estás confundida. - dice mi padre acariciando mi mano.

- Harry está en la habitación de al lado, tuvo algunas fracturas, también una herida en la cabeza, tuvieron que coser y...

MATRIMONIO POR CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora