Eran las 8:00pm, la lluvia golpeaba con rudeza el techo de la casa, las ventanas temblaban y el reflejo de los árboles golpeándose entre sí se podía ver a través de las cortinas azules. Me coloque una camisa larga color blanca y dejé caer mi cabello húmedo sobre uno de mis hombros, la casa estaba en total silencio y eso me atemorizaba. Mario se había ido a sepultar a Rose, había elegido esta hora ya que según él, no podrían darse cuenta sus enemigos, yo quería ir pero él me dijo que no, le insistí incontables veces pero su respuesta fue definitiva, además de que el médico le dijo que no podía asistir ya que necesitaba total reposo. Por suerte, pude despedirme de ella, su rostro parecía estar tranquilo y cualquiera que pudiera verla diría que está solamente dormida, le pedí perdón por no haber sido buena con ella y no haberle defendido cómo tenía que hacerlo. Me senté en la cama y lancé un suspiro, la herida que tenía en las costillas me estaba haciendo difícil cualquier actividad, comencé a cepillar mi cabello con suavidad, tenía dolor en el cuero cabelludo y varios cabellitos se salían aún. La puerta de la habitación se abrió, entró Mario con los ojos hinchados y con un leve tono rojizo al rededor de estos, cerró la puerta detrás de él y me mostró una sonrisa.
Mario: ¿cómo estás, mi reina?- se acercó a mí y dejó un beso en mi frente, su chaqueta estaba húmeda y no se diga su cabello.
T;N: estoy bien, recién termine de ducharme.- sonreí y él hizo lo mismo.- estás demasiado mojado, sí gustas, ve a ducharte y mientras te elijo algo de ropa seca y cómoda.
Mario: ¿estás loca? por supuesto que no, termina de cepillarte, me duchare y arreglaré mi ropa.- suspiró.- despedir a mi madre...fue horrible, la lluvia hacía más triste el momento, su tumba quedó rodeada de flores preciosas... sé que ella está tranquila ahora, no se merecía la vida tan insegura que yo le estaba dando.- tomó mis manos y me miró.- tampoco tú lo mereces y no soportaría perderte, eres todo lo que tengo, quiero llevarte a una ciudad completamente diferente y que puedas vivir ahí con tranquilidad, no digo que terminemos, pero no quiero que estés con alguien cuyo destino...es la muerte.
T;N: ya no podría separarme de ti, quiero pasar mi vida contigo, y no es justo que decidas irte de nuevo.- suspiré.- parece que ya es fácil para ti alejarte de mí, no soy un objeto.
Mario: lo sé, cariño.- pasó suavemente su mano por mi mejilla.- no quiero alejarme de ti, pero entonces prométeme que no te pondrás en riesgo.
T;N: ve a ducharte, quiero que me abraces por lo que resta de tarde ¿sí?- él me sonrió y asintió levemente, se dirigió a su armario y sacó un conjunto deportivo, después se dirigió al baño y cerró la puerta. Hoy Taylor se había acercado a mí mientras Mario organizaba el traslado de su madre, me había comentado que él tenía ligeras sospechas sobre Loren, anteriormente le había pillado husmeando entre los documentos que Mario tenía en su escritorio de Los Ángeles. Me dijo que tuviera cuidado y que no me confiará de nada que estuviera enlazado con ella, también me pidió que no le dijera nada a Mario por el momento, quiere confirmar que sus sospechas son ciertas. La puerta del baño se escuchó y él salió con una toalla sobre sus hombros, él me miró y sonrió.
Mario: ¿estás bien, cariño? llevas en esa posición desde que entré a la ducha.- se acercó a mí y se sentó a mi lado mientras tomaba una de mis manos.
T;N: nada, es solo que...te extrañe mucho.- él me sonrió y después dejó un pequeño beso en mis labios.- ¿me queda bien tu camisa?
Mario: cualquier cosa te queda magnífica, preciosa.- sonrió.- estoy completamente enamorado de ti.
T;N: y yo de ti.- él me miró con esos hermosos ojos cafés, no quería que nadie le hiciera daño, su sonrisa parecía muy inocente y sé que estaba vulnerable en estos momentos, no puedo permitir que te lastimen.- sabes que no puedo vivir sin ti ¿cierto?
Mario: quiero que aprendas a vivir sin mí, no está bien que dependas de una persona.- sé que tenía razón, pero aún así, no quiero vivir sin él.
T;N: ¿Y Loren? ¿haz hablado con ella?- él asintió.- ¿cómo está todo allá?
Mario: dijo que todo estaba marchando bien, me preguntó que dónde estábamos viviendo y aparte me dió un resumen de lo que ha acontecido en estos últimos días.- suspiró.- dijo que tenía que ir para organizar un par de cosas, según, tiene la ubicación de Hernández, tengo que cazarlo antes de que él me asesine.
T;N: no quiero que vayas.- él me miró con el ceño fruncido.- te quiero aquí, allá correrás peligro.
Mario: cariño, la vida es un peligro.- suspiró.- y tengo que deshacerme de él, recuerda que fue quien dió las órdenes para que matarán a mi madre y te hicieran esto.- acarició mi mejilla dónde tenía un ligero moretón.
T;N: entonces déjame ir contigo.- él rodó los ojos y se levantó de la cama.- por favor, no me quedaré aquí esperando a que vengan y me asesinen.- claramente estaba mintiendo, no quería dejarlo solo, y es estúpido porque ni siquiera puedo defenderlo.
Mario: ¿Por qué no comprendes que no quiero que te hagan más daño?- dijo con un tono frío de voz.- ¿es tan difícil para ti entenderlo?
T;N: me harán daño sí te lo hacen a ti ¿no entiendes eso?- él suspiró y colocó su manos sobre su cintura.- no quiero quedarme aquí encerrada, esperando a que el teléfono suene y que alguien me diga que el amor de mi vida murió.
Mario: no te llevaré conmigo, te quedarás aquí y no cambiaré de opinión ¿está claro?- lancé un suspiro.- y no entiendo que hacemos discutiendo por este estúpido tema cuándo bien podemos estar acostados mientras te hago caricias, que puto enojo.- rodó los ojos y revolvió su cabello con enojo.- ya acuéstate que es tarde.
T;N: no me dormiré.- él caminó hasta dónde yo me encontraba y me levantó con delicadeza, mientras yo estaba de pie, él abrió las cobijas de la cama y acomodó mi almohada.- te dije que no lo haré.
Mario: es que por primera vez no te estoy pidiendo permiso.- me tomó del brazo suavemente y me obligó a entrar en la cama.- buenas noches.- cuándo él se giró, lo tome del brazo y este me miró enseguida.
T;N: ¿No dormirás conmigo?- hice un puchero y él solo desvío la mirada.- ven acuéstate y abrázame.
Mario: lo haré, pero no porque tú me lo estés pidiendo ¿de acuerdo?, estoy demasiado cansado cómo para irme a dormir a la sala.- solté su mano y él se dirigió a su extremo de la cama, abrió las cobijas y se metió ahí.- te daré un beso, pero no porqué quiera, tendré pesadillas sí no lo hago.- levanté mis labios y él dejó un largo beso en ellos.
T;N: estás actuando cómo un niño berrinchudo, mejor abrázame.- él pasó su brazo por mi vientre y después dejó un suave beso en mi mejilla.- duerme bien, amor mío.
Mario: sueña cosas lindas, muñeca.- después de eso, ambos dejamos la habitación en un rotundo silencio, solo podía escucharse la lluvia que caía con fuerza en la azotea.
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Te Encontré
Romance~ Así estés en el lugar más escondido de la tierra, te encontraré, y volverás a ser tan mía cómo la primera vez.~