Capítulo 34

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Cruce el túnel oscuro que me llevaría a ese lugar oculto, se podía escuchar el eco que hacían las suelas de mis zapatos al caminar por el desgastado suelo de cemento, giré a la izquierda encontrándome con algunas velas colgantes en la pared que me podían aluzar mejor el camino, abrí la ruidosa puerta metálica y entre ahí. El olor a polvo se introdujo en mi nariz de inmediato, era molesto. Johnson me miró por unos segundos y después siguió afilando unas cuchillas, el flacucho castaño se acercó a mí mientras se limpiaba las manos y me miró.
Taylor: aún no quiere decir nada.- suspiró.- es demasiado desgastante tener que lastimarme los nudillos por un idiota que muy apenas respira.
Johnson: ¿deberíamos de intentarlo con esto?- dijo mientras elevaba un poco una de las cuchillas nuevas. Asentí con una sonrisa y me acerqué a él, este enseguida me la entregó y comencé a maniobrar con ella hasta llegar a la silla tambaleante. La mirada aterrorizada del tipo se cruzó con la mía, tenía sangre en cada parte de su destrozado rostro, una tira de cinta adhesiva cubría su boca y otra más aseguraba sus manos y piernas.
Mario: tanto tiempo, Abdel.- sonreí, solo podía escuchar los gruñidos ahogados que lanzaba, puse la cuchilla entre él y yo mientras me ponía en cuclillas. Le quité con rudeza la cinta que apretaba sus labios y este soltó un suspiro.
Abdel: no importa lo que hagas o digas, no te diré absolutamente nada.- su voz me resultaba fastidiante, aunque ahora sonaba más como una grabadora descompuesta. Me encogí de hombros y este burló.- ni siquiera sabrás de dónde te atacarán primero.
Mario: no me dirás porqué no tienes absolutamente nada que decirme.- burlé.- eres un simple gusano para Hernández, te utiliza simplemente para crear más ingresos, te hará pedazos cuándo consiga lo que quiere.
Abdiel: él llegará cuándo menos lo esperes, te tiene perfectamente vigilado.- solté una risa y este siguió hablando.- y no solo vendrá por ti, matará a cada uno de tus hombres y se llevará a tu mujer para usarla cómo un pedazo de carne por las noches.- no quería hacerle más daño, no por ahora, aunque he de admitir que me pone furioso cuándo mencionan a T;N.
Mario: dime lo poco que sepas de él.- me acerque un poco más a su rostro y este trataba de retroceder pero claramente le era imposible.- ¿cómo se mueve por la ciudad? ¿cuáles son sus jodidas debilidades? ¿dónde se ubica en estos momentos?
Abdel: esa mirada llena de furia la tenías cuándo mate a Math, ¿recuerdas?- burló, me aleje un poco confundido y este movió su mandíbula.- quizás podría haberse salvado sí mi bala no hubiese atravesado su cuerpo, el idiota que tú mataste solo tenía órdenes de herirlo, pero yo recibí otro tipo de indicaciones.- cerró los ojos mientras parecía disfrutarlo.- aún puedo sentir ese placer recorriendo mis venas.- Taylor se colocó detrás de él y jaló su melena rubia causando un quejido por parte de este.
Taylor: ¿También disfrutas esto?- la frente del chico se tornó de un color rojizo y las venas resaltaron.- responde lo que te preguntaron, pedazo de mierda.
Mario: acabaré contigo, de la misma manera en la que tú acabaste con mi mejor amigo.- el sentimiento de rabia combinada con la tristeza inundó mi cuerpo.
Johnson: Dame la ubicación exacta de cada uno de los lugares que frecuenta, o seré yo quien te arranque diente por diente y los suplante por espinas.- ellos sabían que yo podía descontrolar mis sentimientos en cualquier momento, Taylor aún tenía el cabello del rubio entre sus dedos y Johnson estaba a mi lado con una pequeña libreta y un plumón verde.
Abdel: ¿qué ganaré yo al decirles?- lo miré por un par de segundos y burlé.
Mario: ¿tú crees que estás en posición de recibir una recompensa? da gracias que no te asesino ahora mismo, excremento.
Abdel: suele ir al bar durante la madrugada.- este recibió un golpe en la nuca por parte de Taylor.
Taylor: dí algo que no sepamos, mierda.- me miró y me mostró una sonrisa bastante tierna mientras levantaba su pulgar, era un niño aún.
Abdel: casi todos los lugares que frecuenta son lejanos, tiene una cabaña a las afueras de la ciudad, hay muchos árboles que la rodean y no hay entrada para vehículos, tienen que subir caminando por una barranca.- suspiró.- no conozco la casa en dónde él vive, la única persona que sabe es esa chica pelinegra, creo que su nombre es Catalina.
Johnson: ¿dónde se encuentra ella?- Abdel lo miró y soltó una risa excéntrica, Taylor le dió un golpe en la cabeza lo bastante fuerte para que soltará un quejido.- ts, este tipo necesita que le enseñen lo que es el respeto.
Abdel: ella vive bajo la sombra de Hernández, no importa que tan profundo busques, siempre sabe cómo escabullirse.- asentí levemente y mejore mi postura.- siempre es puesta cómo carnada ante los oponentes, pero jamás logran atraparla y son ellos los que terminan bajo tierra, no te ensañes mucho en capturarla.
Mario: no te pedí consejos, ocúpate de decirnos todo lo que sabes, las conexiones que hay a su alrededor y los planes que has escuchado.- este bajo la mirada y lanzó un suspiro, sé que no tenía idea de ningún negocio de Hernández, la forma en la que actuaba me lo decía todo, sus hombros se elevaron y me miró, sus ojos estaban cristalizados, algunas lágrimas ya estaban al borde de su mandíbula.
Abdel: yo no sé nada, él me mantuvo lejos de cualquier asunto importante.- suspiró.- simplemente me hacía cargo del bar y le entregaba el dinero una vez por semana, de un tiempo para acá, él dejó de ir frecuentemente al bar y solamente tenía que enviarle el dinero con Catalina. Él no confíaba en mí.- sé que no podría confiar en su palabra, al final del cuentas es un matón cómo Hernández, me levanté del suelo y metí mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón.
Johnson: ¿Qué haremos, señor?- lo miré por unos segundos, el castaño también estaba curioso por mi respuesta, mientras que Abdel tenía su mirada suplicante centrada en cada uno de nuestros movimientos.
Taylor: no podemos matarlo, la información que nos ha dado hasta ahora es muy poco convincente, tenemos que buscar la manera de que nos diga más cosas.- asentí levemente.
Mario: nada de torturas por ahora, él será quien nos guíe a los lugares que anteriormente mencionó.- ambos chicos asintieron, me acerque nuevamente a Abdel y este me miró.- pórtate bien, no les causes problemas o ellos mismos te matarán.- el chico asintió, abrí la puerta metálica y salí de ese oscuro lugar.

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