Que Baile El Tiempo Junto A Ti

18

Este capítulo posee contenido +18.

No apto para personas sensibles, contiene escenas sexuales explícitas y violencia.

Ninguno de los comportamientos aquí vistos, son ejemplos a seguir.
Todo es ficción.

Besos, Danita<3

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Blake.

Amelia se encuentra sentada a mi lado con su mano entrelazada con la mía. Pequeños mechones rebeldes que escapan de su coleta alta, se mueven con la brisa de la noche.

Estaba realmente nervioso a la hora de cantar la canción, no sabía que era ser cursi hasta que la conocí.

Voltea a verme.

Un pequeño rubor en sus mejillas llama mi atención. Le regalo una mirada extrañada.

Se levanta e inhala el frío aire de la noche.

—¿que haces?—no puedo evitar preguntar.

—yo...— me hace una seña para que me levanté también.

Obedezco.

Ella se acerca a mí, uniendo su frente con la mía. Sube su mano y toca mi labio inferior lentamente, entreabro mis labios de manera inconsciente.

Ella hace lo mismo, veo algo en sus ojos que nunca había visto antes.

Deseo.

Pongo mis manos es su cintura y la pego a mí.
Necesito su tacto ahora.

Me acerco lentamente a su boca, ella cierra los ojos esperando el beso. Y le doy una lamida a sus labios, desde el inferior hasta el superior.

Ella no aguanta más, y me besa. Me besa con ganas, salvajemente, bajo mis manos a sus nalgas y la levanto. Sus piernas rodeando mi cintura.

Camino hasta la única pared que queda y la acorraló ahí dejando que sus pies toquen el piso.

Su lengua se abre paso en mi boca sin previo aviso. Enviando electricidad a ciertos lugares que prefiero no decir.

El beso se vuelve húmedo, lentamente delicioso.

Siento como un bulto crece en mi pantalón.

Ella suelta un jadeo al sentirlo.

Agarra el borde de mi camisa y la jala hacia arriba obligándome a sacarla.

Me la quito y la lanzó al piso, pasa sus manos por todo mi torso con deseo. Le permito tocar toda mí anatomía.

Mientras que yo tengo un problema cada vez más grande.

Llevo mis manos a su camisa de botones y los suelto uno por uno. Sin detener el beso.

Le saco la prenda y la arrojó detrás de mí. Me separo viendo su sostén negro.
Sus mejillas están rojas al igual que sus labios.

Baja sus manos a mí pantalón y desabrocha mi cinturón lentamente sin siquiera quitar la mirada de mis ojos.

Arrugo el entrecejo, esto de estar conteniendose es realmente difícil.

Hecho eso baja la cremallera de mi pantalón y lo baja lentamente.

Se acerca y sube por mi cuello dejando besos húmedos, hasta llegar a mi oído.

- no te contengas- susurra con la voz agitada.