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—tienes que sacarlo de ahí— me dice Blake algo cansado por todo lo que hemos hecho.

—espera—hago fuerza intentándolo de nuevo—no puedo—me rindo.

Déjenme los pongo en contexto.

Blake y yo estamos hace más de una hora intentando despertar mis "capacidades".
Se encuentra de pie frente a mí a escasos centímetros, enseñándome ha encontrar la esencia del lux en mi interior.

Pero fuera del hambre infernal de siempre no siento nada más.

— si puedes — me anima decidido— solo no te estás concentrando—.

Es díficil concentrase mientras ese bombón está parado ahí.

¿En serio?

Nunca habíamos visto a alguien con estándares de belleza tan altos.

Concéntrate.

—en serio esto no está funcionando—le digo por milésima vez.

—bien, sería un milagro si al primer intento ya controlarás todo—añade Blake.

— porque no salimos un rato me está matando el encierro— le pido.

—me parece bien tengo cosas que mostrarte— se encamina hacia afuera de mi habitación.

Lo sigo a paso rápido.

Que bueno que mamá salió sino estaría borbadeandome con preguntas.

Sobre mi novio, digo, supuesto novio...
Ejem...

—¿algún lugar en especial?—pregunta despistado.

— sip, hay un parque aquí cerca al que me gusta ir— contesto igual.

Caminamos un poco hasta el parque y nos sentamos en una banca.

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Blake

—quieres ver algo genial— le propongo a la morena de ojos cafés.

-—claro— respondo expectante.

Mantengo la vista fija en ella. Dejando salir la energía de mí. No separa sus ojos de los míos y los analiza completamente. Puedo jurar que está cegada con el azul que ahora debe estar en ellos. Se queda mirando mis pupilas como si fueran lo más interesante de este mundo. No se ha dado cuenta que ya todo a nuestro alrededor se detuvo.

Retira su mirada de mi y observa pasmada el espacio frente a nosotros. Mira cada una de las personas que quedaron muy quietass en la acera, posa sus ojos en el perro que corría alegremente quedando suspendido en el aire.

¿Y si se asusta?
¿Y si sale corriendo?
Es mi obligación, es la elegida, no me puedo permitir eso.

Enfoca su vista en la pareja que se besaba apasionadamente hace un momento sentados en el pasto. Dónde ya no hay ningún movimiento.
Pasa al niño que le gritaba a sus padres desde el parque cuanto se divertía quedando con una sonrisa en su boca y sus padres con una mirada dulce.

Observa las hojas que se llevaba el viento.

Sopesa lo que acaba de ver.
Y parpadea sorprendida.

Sus ojos vuelven a mi y me quedo lo más quieto posible. Veo la duda plasmarse en su cara mientras arquea una ceja. Probablemente preguntándose si también me he quedado en pausa.

Que Baile El Tiempo Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora