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¿Thyio?

— Hasta que por fin llegan— habla una voz femenina haciendo eco en la cueva.
No logro captar de dónde proviene.

El Neg me sujeta con fuerza.

Y por más intentos que haga de manejar su mente o que me suelte es en vano. Estoy aturdida por los golpes que me propinó por mi desobediencia.

Tener a ese ser asqueroso a escasos centímetros de mí me repugna.
Y mi mente no deja de pensar en Blake.

La preocupación me invade. Y lucho por entrar en su mente.
Una luz de esperanza se activa cuando la sensación de estar en su cabeza me invade. Pero me sorprende el hecho de que no hay absolutamente nada. Ni un pensamiento. Ni una palabra. Nada.

Me obligó a salir de mi sorpresa, esa cosa ni piensa, le doy la orden de soltarme y lo hace.

Me froto las muñecas.

Arañazos en ellas.

En mis hombros pequeñas heridas del vidrio que atravesamos.

Mi momento de esperanza se ve opacado con la aparición de una joven que sale de entres las sombras.

— Amelia, Amelia, Amelia— dice mi nombre con lentitud— pensé que este día no llegaría— se ríe.

Es alta, con curvas bien marcadas y sus rasgos faciales no son delicados, son agresivos. Haciendo que se vea de mal humor todo el tiempo. Sin importar que me este regalando una sonrisa, parece más una mueca forzada.

Callo.

— ¿no hablas?, ¿El ratón te comió la lengua?— no deja de reír— oh no espera, no fue el ratón ¿mi hermano te comió la lengua?— me mira expectante.

Alana.

Genial, secuestrada por la hermana de mi novio.

Ya sabes, cosas que pasan

— Alana— repito su nombre.

— oh lo siento, olvidé presentarme pero por lo que veo sabes mi nombre— se acerca lentamente a mí.

— como olvidarlo— respondo tranquila, aunque por dentro soy un manojo de nervios no le voy a dar el gusto de verme perturbada.

Se detiene muy cerca a mí rostro. Me saca casi una cabeza.
Hay algo raro en ella, sus ojos son negros pero un brillo morado les rodea. Algo nunca antes visto.

— eres más simple de lo que creí— su tono no pierde la diversión— por lo que dicen, te imagine más imponente y un poco más madura— habla evaluandome.

— bueno, ya sabes, dicen que las apariencias engañan— me encojo de hombros.

— y vaya que sí.

— a propósito, si se puede saber, ¿porque estoy aquí? o ¿porque estás colaborando con los Negs?— pregunto enarcando una ceja.

— oh querida, yo no colaboro con los Negs, ellos me sirven a mí— dice con burla— y ya pronto descubrirás por qué estás aquí— agarra mi brazo bruscamente— camina.

Camino en silencio, intentando entrar en su cabeza pero por más esfuerzo que haga no lo logro.
Es como si hubiera una barrera impidiéndome el paso.

Nos adentramos mucho más en la cueva, el Neg que me escoltaba anteriormente, viene a paso lento detrás de mí.

Todo está oscuro, el miedo empieza a hacer estragos en mi sistema.

Y todavía hay muchas cosas que no entiendo.

¿Porque me trajeron aquí?

¿Porque Alana?

Que Baile El Tiempo Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora