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Blake

Hace una semana que Amelia convirtió al Neg en el espécimen que se hace llamar Zayron.
Y desde entonces el desgraciado no ha dejado de coquetearle.
Y ella lo llama Zay.

El maldito hijo de puta le coquetea a mi novia.

MI NOVIAA.

y aquí estamos en la cabaña el hijo de puta, Valdus, MI Amelia y yo. Intentado averiguar cómo carajos Amelia puede revertir una transformación.

— tal vez simplemente cuando se describieron mis capacidades no nombraron todas— murmura Amelia mirando la mesa en la cual estamos reunidos.

—no es imposible tus capacidades son las mismas del primer lux que hubo, pero ¿porque ocultar todas las capacidades?— opino pensativo.

—no se nombra nada de esto en los antiguos libros y reglas de nuestra comunidad—opina Valdus con la seriedad que lo caracteriza.

El hijo de puta no ha dicho ni una palabra. Es mejor, la verdad no sé qué hace aquí.

—claramente no es imposible y ¿que tal si lo puedo hacer con todos los Negs que existen? ¿Acaso no sería una gran ayuda?— pregunta Amelia inclinándose hacia el frente.

—sería muy útil pero ¿funcionaría con todos?—Valdus arquea una ceja.

— no perdemos nada con intentarlo— intervengo.

—no tengo que estar a solas con ellos ustedes mismos lo pueden presenciar— dice ella cambiando su vista de Valdus hacia mí.

— estoy de acuerdo—digo asintiendo.

Por su seguridad es lo mejor.

—encarguense ustedes, Blake-Valdus posa sus ojos morados en mí— me informas—dicho esto se levanta y sale de la cabaña.

Mi lealtad con Valdus es interminable, fue quien me acogió, tal vez no de una manera paternal, más como un jefe pero sin embargo me ayudó a recuperarme de la muerte de mis padres y la desaparición de mis hermanos.

— ¿entonces ya podemos irnos?— pregunta el hijo de puta.

—si Zay, vamos— responde Amelia levantándose.

Desde que este llegó no he podido pasar tiempo con mi novia.

—No— empiezo serio—Amelia y yo iremos a hacer eso; tu— lo señalo— te quedarás aquí—mi tono no es una sugerencia es una orden.

Zayron mira a Amelia en busca de ayuda pero ella solo pone una mueca.
Ninguno refuta nada.

— ahora si vamos, Amelia— digo mientras la tomo de la mano.

Salimos juntos de ciudad blanca por mi portal, desde que partimos no ha hecho más que preguntar a donde vamos. Yo incapaz de responder solo la miro fijamente quitándome la máscara de seriedad que tenía desde hace rato.

—yo... —intento empezar— iremos a la guarida de los Negs— me aclaro la garganta- donde.....

Amelia no me deja terminar ya que se estira y me abraza rodeandome el cuello con sus brazos.
Correspondo inmediatamente, hundo la cara en su pelo.

Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que estuve aquí... Casi me costó la muerte.

— tranquilo, cariño, has sido fuerte por mucho tiempo— suspira— conmigo no tienes que fingir.

Estalló en sollozos. Como carajos es que ella con solo esas palabras me hace llorar.

Yo no lloró.
Nunca.

Que Baile El Tiempo Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora